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GONZALO ROJAS


listado de poemas

 
20 de diciembre

Cualquiera sea la vibración uno es de estiércol y envejece por las puntas, el responsable es el aroma terso de la piel que no está bien curtida para un uso glorioso, ¿qué haremos este diciembre, exactamente este veinte de diciembre, qué haremos a las dos de la mañana recién paridos ...

A qué mentirnos

¿A qué mentirnos? Vivimos, gran Quevedo, vivimos tiempo que ni se detiene, ni tropieza, ni vuelve. ¿A qué mentirnos con la llama del perfume, con la noche moderna de los cinematógrafos, antesalas terrestres del sepulcro? Pongamos desde hoy el instrumento en nuestras manos. ...

A quien pueda importar

De las 300.000 palabras que habré pronunciado hasta la fecha, a contar del miércoles 14 de mayo de mil novecientos treinta y ocho, hay 3 que se han perdido; las otras andarán por ahí volando de oreja en oreja zumbando como avispas en la ritualidad inacabable del acoplamiento, ...

A un vestido de mujer

El peligro está en la sí- laba de la que sale sangre su- cia a medio coagular por descui- do, ¿y la carta arácnida, qué fue de esa tela? Los andaluces dicen tela por arcángel. Me acuerdo de ella, la oigo sollozar. De El alumbrado

A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro

Bésense en la boca, lésbicas baudelerianas, árdanse, aliméntense o no por el tacto rubio de los pelos, largo a largo el hueso gozoso, vívanse la una a la otra en la sábana perversa, y áureas y serpientes ríanse del vicio en el encantamiento flexible, total está lloviendo ...

Adiós a Hölderlin

Ya no se dice oh rosa, ni apenas rosa sino con vergüenza; ¿con vergüenza a qué?, ¿a exagerar unos pétalos, la hermosura de unos pétalos? Serpiente se dice en todas las lenguas, eso es lo que se dice, serpiente para traducir mariposa porque también la frágil está proscrita del paraíso. ...

Al fondo de esto duerme un caballo

Al fondo de todo esto duerme un caballo blanco, un viejo caballo largo de oído, estrecho de entendederas, preocupado por la situación, el pulso de la velocidad es la madre que lo habita: lo montan los niños como a un fantasma, lo escarnecen, y él duerme durmiendo parado ahí en la lluvia, ...

Al silencio

Oh voz, única voz: todo el hueco del mar, todo el hueco del mar no bastaría todo el hueco del cielo, toda la cavidad de la hermosura no bastaría para contenerte, y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera oh majestad, tú nunca, tú nunca cesarías de estar en todas partes, ...

Almohada de Quevedo

Cerca que véote la mi muerte, cerca que te oigo por entre las tablas urgentes, que te palpo y olfatéote con los gallos, cuadernas y sogas para la embarcación, cerca nerviosa mía que me aleteas y me andas desnuda ...

André Breton cumple cien años y está bien

Esa vez que murió Breton nos juntamos todos a bailar. ¡Por Nadja! decíamos tirando al aire las copas contra las estrellas, y él miraba la farsa y daba cuerda a su reloj de polvo:Es que no hay Eternidad, muchachos, es que no hay Eternidad .

Aparición

Por un Gonzalo hay otro, por el que sale hay otro que entra, por el que se pierde en lo áspero del páramo hay otro que resplandece, nombre por nombre, otro hijo del rayo, con toda la hermosura y el estrépito de la guerra, por un Gonzalo veloz hay otro que salta encima del caballo, ...

Arenga en el espejo

Fascinación mortal la del azogue; qué yambos irrisorios, placeres cuáles; yo, yo no soy Epicteto, ni fui esclavo, ni cojo, ni pobre como Iro, ni grato...

Asma es amor

Más que por la A de amor estoy por la A de asma, y me ahogo de tu no aire, ábreme alta mía única anclada ahí, no es bueno el avión de palo en el que yaces con vidrio y todo en esas tablas precipicias, adentro de las que ya no estás, tu esbeltez ya no está, tus grandes pies...

Ayer, encima de ese avión...

Ayer, encima de ese avión que me trajo del otro lado, miré largo el piedrerío: cumbre y cumbre, abismo y más abismo. Pensé, ¡qué raro!, ¿quién habrá inventado que somos necesariamente dos, los de aquí y los de allá? Por lo menos el Hado no lo dice. Límite, ¿qué será...

Carbón

Veo un río veloz brillar como un cuchillo, partir mi Lebu en dos mitades de fragancia, lo escucho, lo huelo, lo acaricio, lo recorro en un beso de niño como entonces, cuando el viento y la lluvia me mecían, lo siento como una arteria más entre mis sienes y mi almohada. ...

Carta a Huidobro

Poca confianza en el XXI, en todo caso algo pasará, morirán otra vez los hombres, nacerá alguno del que nadie sabe, otra física en materia de soltura hará más próxima la imantación de la Tierra de suerte que el ...

Carta al joven poeta para que no envejezca nunca

Repita usted siete veces: no hay rata curativa y sanará, repita, repita, hasta que las palomas salgan volando del pantano y aparezca Lautréamont como por encanto riendo sin paraguas ni mesa de disección, ¡pamplina el azar!, el juego es otro y no se sabe cuál, no hay belleza convulsiva ...

Carta del suicida

Juro que esta mujer me ha partido los sesos, porque ella sale y entra como una bala loca, y abre mis parietales, y nunca cicatriza, así sople el verano o el invierno, así viva feliz sentado sobre el triunfo y el estómago lleno, como un cóndor saciado, así padezca el látigo del hambre, ...

Celular 09-2119000

Una cosa le pido, sea todo lo cruel pero no me diga cuídese el gesto es feo, en una despiadada como usted ese gesto es feo, se nota el cuchillo en lo taimado del teléfono. Además, de qué voy a cuidarme sino de usted, arriverderla, corto. De: ¿Qué se ama cuando se ama?

Cifrado en octubre

Y no te atormentes pensando que la cosa pudo haber sido de otro modo, que un hombre como Miguel, y ya sabes a cuál Miguel me refiero, a qué Miguel único, la mañana del Sábado cinco de Octubre, a qué Miguel tan terrestre a los treinta de ser y combatir, a qué valiente...

Cítara mía

Cítara mía, hermosa muchacha tantas veces gozada en mis festines carnales y frutales, cantemos hoy para los ángeles, toquemos para Dios este arrebato velocísimo, desnudémonos ya, metámonos adentro del beso más furioso, porque el cielo nos mira y se complace ...

Código del obseso

1) Busco un pelo; entre lo innumerable de este Mundo busco un pelo disperso en la quebrazón, longilíneo de doncellez correspondiente a grande figura de muchacha grande, pies castísimos con uñas pintadas por el rey, airosos los muslos de la esbeltez dual, en ascenso más bien secreto, ...

Contra la muerte

Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa. No quiero ver ¡no puedo! Ver morir a los hombres cada día. Prefiero ser de piedra, estar oscuro, a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír a diestra y siniestra con tal de prosperar con mi negocio. ...

Contra vosotros naciendo

Tengo que dar con ese nicho que estaba ahí y no está, tengo que dar con la transparencia de esa perdición oyendo a ese pájaro carácter de rey, tengo en el cementerio de la costa embravecida que dar con ese metro de mármol, tengo que hablar con ese muerto. Tengo ...

Culebra o mordedura

Culebra, o mordedura de pestañas quemadas, o únicamente víbora del mal amor? A pocos centímetros me fuiste movediza, arenosa. Nunca entraste. Nunca saliste, y todo fue polilla a lo largo del encanto. Creí preferible casarme con la peste. Total, estaba loco y tú eras suficientemente...

De la liviandad

Volviendo sobre una línea de Cortázar, las mujeres cómo recaen. Man Ray hizo la foto: lomo largo con todas las vértebras preciosas a la vista y ella cayendo flexible en el encantamiento, flaca la pelirroja, lista para la otra pasarela del placer, los tirantes por allá, las medias disparadas, ...

Del relámpago

Prácticamente todo estará hecho de especulaciones y eyaculaciones, la libertad, esa rosa que arde ahí, la misma Nada en sus pétalos, la memoria de quién, el libro de aire de los cielos, esta música oída antes, el esperma de David que engendró al otro, y ese otro al otro como ...

Del sentido

Muslo lo que toco, muslo y pétalo de mujer el día, muslo lo blanco de lo traslúcido, U y mas U, y mas y más U lo último debajo de lo último, labio el muslo en su latido nupcial, y ojo el muslo de verlo todo, y Hado, sobre todo Hado de nacer, piedra de no morir, muslo: ...

Desde abajo

Entonces nos colgaron de los pies, nos sacaron la sangre por los ojos, con un cuchillo nos fueron marcando en el lomo, yo soy el número 25.003 nos pidieron dulcemente, casi al oído, que gritáramos viva no sé quién. ...

Desde mi infancia vengo mirándolas, oliéndolas

Desde mi infancia vengo mirándolas, oliéndolas, gustándolas, palpándolas, oyéndolas llorar, reír, dormir, vivir; fealdad y belleza devorándose, azote del planeta, una ráfaga de arcángel y de hiena que nos alumbra y enamora, y nos trastorna al mediodía, al golpe de un íntimo ...

Desocupado lector

Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida: la muchacha es herida, el olor a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la inmediatez de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo espejo gemidor es herida, el siete, el tres, todo, cualquiera de estos números ...

Edén

Consideremos que la imaginación fuera una invención como lo es, que esta gran casa de aire llamada Tierra fuera una invención, que este espejo quebradizo y salobre ideado a nuestra imagen y semejanza llegara más lejos y fuera la invención de la invención, que mi madre muerta y sagrada ...

El recién nacido

Las galaxias estaban prácticamente en contacto hace seis mil millones de años, y los gallos de Einstein cantan desde otras cumbres pero nadie los oye. Leamos en el cielo libremente el origen. Tú que vienes llegando con octubre gozoso y los ojos abiertos...

El señor que aparece de espaldas

El señor que aparece de espaldas no es feliz, ha ido varias veces a Roma pero no es feliz, ha meado en Roma y no tiene por qué ocultarlo pero no es feliz, ha desaguado a lo largo de Asia desde los Urales a Vladivostock pero no es feliz, en excusados de lujo en África pero no es feliz, encima ...

En cuanto a la imaginación de las piedras

En cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco fidedigno: de lejos sin discusión su preñez animal es otra, coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas, su naturaleza no es alquímica sino música, pocas son palomas, casi todas son bailarinas, ...

Enigma de la deseosa

Muchacha imperfecta busca hombre imperfecto de 32, exige lectura de Ovidio, ofrece: a) dos pechos de paloma, b) toda su piel liviana para los besos, c) mirada verde para desafiar el infortunio de las tormentas; no va a las casas ni tiene teléfono, acepta imantación por pensamiento. ...

Epitafio

Se dirá en el adiós que amé los pájaros salvajes, el aullido cerrado ahí, tersa la tabla de no morir, las flores: aquí yace Gonzalo cuando el viento, y unas pobres mujeres lo lloraron. De: Poesía chilena contemporánea- Breve Antología Crítica

Éxtasis del zapato

¿De dónde habrá salido este zapato de mujer, enterrado vivo entre el cerezo y el espectáculo del cerezo? Alguna vez hubo uñas de diamante ahí de un pie libertino en diálogo con el otro del que no hay noticia. Ocioso ahora duerme su desamparo en el pasto a medio fulgor, ...

Fax con ventolera

Fax con ventolera y una rosa, hoy salió de esto Rojas -Gonzalo como le pusieron en el agua-, iba solo, no hay epitafio que escribir en cuanto a su suerte, ni cuerpo que respirar, escasamente se dirá de él que vino rápido y ha salido, que ya no está entonces, que no hay estrellas para él, ...

Guardo en casa con llave

Guardo en casa con llave a las dos serpientes dinásticas en trinche aparte: Prorsa (así le puso Stendhal) es más larga y sigilosa, más ondulante Versa; las dos vuelan como cisnes cuando les pido que hagan su ballet en el aire por la noche; de día más bien duermen dobladas en siete, ...

Hexagrama de siete líneas

En cuanto al cuchillo todo lo más corta, despúes veremos dice el sollozo de la posesa, me voy, me voy a mis tablas. Lluvia y mas lluvia seca sin parar.

Juguemos al gran juego

Juguemos al gran juego de volar en esta silla: el mundo es un relámpago. Entro en Pekín, y caigo de cabeza en el Támesis. Duermo en la tumba etrusca de Tarqüinia. Me troncho el pie en Caracas si te busco en París y despierto en un muelle de Nueva York sangrando. Pero me sale...

La errata

Señores del jurado, ahí les mando de vuelta en automóvil nupcial a esa mujer que no me es, escasa de encantamiento, puro pelo ronco abajo, ahí van las dos ubres testigas ya usadas por múltiple palpación sucia de otras neutras de su especie que no dan para calipigias, ...

La palabra placer

La palabra placer, cómo corría larga y libre por tu cuerpo la palabra placer cayendo del destello de tu nuca, fluyendo blanquísima por lo vertiginoso oloroso de tu espalda hasta lo nupcial de unas caderas de cuyo arco pende el Mundo, cómo lo músico vino a ser marmóreo en la esplendidez ...

La piedra

Por culpa de nadie habrá llorado esta piedra. Habrá dormido en lo aciago de su madre esta piedra precipicia por unimiento cerebral al ritmo de donde vino llameada y apagada, habrá visto lo no visto con los otros ojos de la música, y así, con mansedumbre, acostándose ...

La salvación

Me enamoré de ti cuando llorabas a tu novio, molido por la muerte, y eras como la estrella del terror que iluminaba al mundo. Oh cuánto me arrepiento de haber perdido aquella noche, bajo los árboles, mientras sonaba el mar entre la niebla y tú estabas eléctrica y llorosa bajo la tempestad, ...

La sutura

Piedad entonces por la sutura de su vientre: a usted la conocí bíblicamente allá por marzo del 98 en la ventolera de algún film de antes, ciego y torrencial a lo Joan Crawford, las cejas en arco, cierta versión eléctrica de los ojos, el camouflage del no sé, el hechizo esquizo, ...

La viruta

De unos años a esta parte veo una viruta de luz a la altura de la fosa izquierda entre la aleta de la nariz y el ojo, de repente parece obsesión pero no es obsesión, le hablo y vuela, por el fulgor es como un cuchillo. No, no es mariposa, tiene algo de mariposa pero no es mariposa. ...

Las adivinas

Cada piel se baña en su desnudez, la Juana se baña en su desnudez salada, la prima de la Juana sin más música que la de su pelo, la madre de la Juana aceitosa y deseosa como habrá sido, las cerradas y las adiestradas de la casa de enfrente, las perdidas y las forasteras sin mancha, las vistosas ...

Las hermosas

Eléctricas, desnudas en el mármol ardiente que pasa de la piel a los vestidos, turgentes, desafiantes, rápida la marea, pisan el mundo, pisan la estrella de la suerte con sus finos tacones y germinan, germinan como plantas silvestres en la calle, y echan su aroma duro verdemente. ...

Las pudibundas

Mujeres de 50 a 60 hablando en un rincón de austeridad frenéticas contra el falo, ¡a las horas!, cuando ya se ha ardido mucho y se ha tostado el encanto, hirondelas, y lo frustrado se ha vuelto arruga. Trampa, no todo será lujuria pero qué portento es la lujuria con su olor ...

Latín y jazz

Leo en un mismo aire a mi Catulo y oigo a Louis Armstrong, lo reoigo en la improvisación del cielo, vuelan los ángeles en el latín augusto de Roma con las trompetas libérrimas, lentísimas, en un acorde ya sin tiempo, en un zumbido de arterias y de pétalos para irme ...

Los cómplices

Te decía en la carta que juntar cuatro versos no era tener el pasaporte a la felicidad timbrado en el bolsillo, y otras cosas más o menos serias como dándote a entender que desde antiguamente soy tu cómplice cuando bajas a los arsenales de la noche y pones toda tu alma ...

Los días van tan rápidos

Los días van tan rápidos en la corriente oscura que toda salvación se me reduce apenas a respirar profundo para que el aire dure en mis pulmones una semana más, los días van tan rápidos al invisible océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro y me voy convirtiendo ...

Los letrados

Lo prostituyen todo con su ánimo gastado en circunloquios. Lo explican todo. Monologan como máquinas llenas de aceite. Lo manchan todo con su baba metafísica. Yo los quisiera ver en los mares del sur una noche de viento real, con la cabeza vaciada en el frío, ...

Los niños

- Entre una y otra sábana o, aún más rápido que eso en un mordisco, nos hicieron desnudos y saltamos al aire ya feamente viejos, sin alas, con la arruga de la tierra.

Mariposas para Juan Rulfo

Cómo fornicarán felices las mariposas en el césped oliendo de aquí para allá a Dios sin que vaca alguna muja encima de su transparencia, jugando a jugar un juego vertiginoso a unos pasos blancos del cementerio con el mar del verano zumbando allá abajo ocio y maravilla. ...

Microfilm del abismo

Como reír es además de reír purificar sabiduría, me estoy yendo desafinado de esta envoltura lujuriosa de uñas y meses a otro número del que empiezo a ser parte, un número dijéramos menos abusivo sin tanta farsa de inmortalidad, fresco el olor abstracto a seso...

Ningunos

Ningunos niños matarán ningunos pájaros, ningunos errores errarán, ningunos cocodrilos cocodrilearán a no ser que el juego sea otro y Matta, Roberto Matta que lo inventó, busque en el aire a su hijito muerto por si lo halla a unos tres metros del suelo elevándose: yéndose de esta gravedad. ...

No escribas diez poemas a la vez

No escribas diez poemas a la vez parece decirme la lectora, escribe cuatro: uno a mis ojos, otro a mis axilas de perra, otro al Dios que hay en mí en lo sagrado de los meses, y si te queda tiempo no escribas el último, ponte en mi caso, estoy tan triste, llena de hombre, con tanta vibración ...

No le copien a Pound.

No le copien a Pound, no le copien al copión maravilloso de Ezra, déjenlo que escriba su misa en persa, en cairo-arameo, en sánscrito, con su chino a medio aprender, su griego translúcido de diccionario, su latín de hojarasca, su libérrimo Mediterráneo borroso, nonagenario el artificio ...

Octubre ocho

Así que me balearon la izquierda, ¡lo que anduve con esta pierna izquierda por el mundo! Ni un árbol para decirle nada, y víboras, y víboras, víboras como balas, y agárrenlo y reviéntenlo, y el asma, y otra cosa, y el asma, y son las tres. Y el asma, el asma, el asma. Así que son las tres, ...

Oficio mayor

Algunos árboles son transparentes y saben hablar varios idiomas a la vez, otros algebraicos dialogan con el aire al grave modo de las estrellas, otros parecen caballos y relinchan,hay entre todos esos locos tipos increíbles por lo sin madre, les basta el acorde de la niebla. ...

Olfato

Hombre es baile, mujer es igualmente baile, duran 60, tiran diez mil noches, echan 10 hijos y en cuanto al semen ella se lava el corazón con semen, huele a los hijos, a su hombre remoto lo huele con nariz caliente, ya difunto. ...

Oriana

Ay de las bellas que quisieron devorar un día con su fulgor al mísero poeta. El fingidor por inocente que parezca es duro y no transa: primero encumbra a la figura, después la desencumbra y desfigura para finalmente transfigurarla. Total, de la mortal no queda nada. Tampoco del poeta. ...

Orquídea en el gentío

Bonito el color del pelo de esta señorita, bonito el olor a abeja de su zumbido, bonita la calle, bonitos los pies de lujo bajo los dos zapatos áureos, bonito el maquillaje de las pestañas a las uñas, ...

Oscuridad hermosa

Anoche te he tocado y te he sentido sin que mi mano huyera más allá de mi mano, sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído: de un modo casi humano te he sentido. Palpitante, no sé si como sangre o como nube errante, por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube, oscuridad que baja, ...

Pacto con Teillier

Lo que pasa con el gran lárico es que nació muerto de sed y no la ha saciado, ni aun muriéndose la ha saciado, ni aun yéndose barranco abajo en Valparaíso este lunes, ni aun así la ha saciado dipso y mágico hasta el fin entre los ...

Para órgano

Tan bien que estaba entrando en la escritura de mi Dios esta mano, el telar secreto, y yo dejándola ir, dejándola sin más que urdiera el punto del ritmo, que tocara y tocara el cielo en su música como cuando las nubes huyen solas en su impulso abierto arriba, de un sur a otro, ...

Parece que de lo que muere uno es de maniquí

Parece que de lo que muere uno es de maniquí asustado en la vidriera, inmóvil y horizontal con ese descaro como si uno no fuera el que es bajo los claveles y los gladiolos de alambre por lo equívoco de las luces; extraña sal parece entonces que se apodera ...

Pericoloso

Qué rápida la calle vista de golpe, los espejos de los autos multiplicados por el sol, qué sucio el aire: ¿y esto...

Playa con andróginos

A él se le salía la muchacha y a la muchacha él por la piel espontánea, y era poderoso ver cuatro en la figura de estos dos que se besaban sobre la arena; vicioso era lo viscoso o al revés; la escena iba de la playa a las nubes. ¿Qué después pasó; quién entró ...

Por Vallejo

Ya todo estaba escrito cuando Vallejo dijo: -Todavía. Y le arrancó esta pluma al viejo cóndor del énfasis. El tiempo es todavía, la rosa es todavía y aunque pase el verano, y las estrellas de todos los veranos, el hombre es todavía. Nada pasó. Pero alguien que se llamaba César ...

Qué se ama cuando se ama

¿Qué se ama cuando se ama? ¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes, o este sol colorado que es mi sangre furiosa ...

Quedeshím Quedeshóth. Cortesana del templo

Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté con una en Cádiz bellísima y no supe de mi horóscopo hasta mucho después cuando el Mediterráneo me empezó a exigir más y más oleaje; remando hacia atrás llegué casi exhausto a la duodécima centuria: todo era blanco, ...

Renata

rojasgonzalo@difícil la situación tuya Ajmátova Anna Ajmátova Respuesta a ras de arrullo virtual: entendido descifrado e-mail hermoso a escala de amor hermoso fechado hoy en Monterrey, un beso, ¿dónde queda Monterrey? Alabado sea México porque es esdrújulo como el Hado, ...

Requiem de la mariposa

Sucio fue el día de la mariposa muerta. Acerquémonos a besar la hermosura reventada y sagrada de su pétalos que iban volando libres, y esto es decirlo todo, cuando sopló la Arruga, y nada sino ese precipicio que de golpe, y únicamente nada. Guárdela el pavimento salobre ...

Retrato de mujer

Siempre estará la noche, mujer, para mirarte cara a cara, sola en tu espejo, libre de marido, desnuda con la exacta y terrible realidad del gran vértigo que te destruye. Siempre vas a tener tu noche y tu cuchillo, y el frívolo teléfono para escuchar mi adiós de un solo tajo. ...

Rimbaud

No tenernos talento, es que no tenemos talento, lo que nos pasa es que no tenemos talento, a lo sumo oímos voces, eso es lo que oímos: un centelleo, un parpadeo, y ahí mismo voces. Teresa oyó voces, el loco que vi ayer en el Metro oyó voces. ¿Cuál Metro si aquí no hay ...

Rimbaud

No tenernos talento, es que no tenemos talento, lo que nos pasa es que no tenemos talento, a lo sumo oímos voces, eso es lo que oímos: un centelleo, un parpadeo, y ahí mismo voces. Teresa oyó voces, el loco que vi ayer en el Metro oyó voces. ¿Cuál Metro si aquí no hay...

Río turbio

La Cerrazón Amé a una muchacha de vidrio transparente y bestial este verano, adoré su nariz, su largo pelo negro hizo estragos en mi concupiscencia, era, ¿cómo decirlo? Olfato y piel, toda ella era olfato y piel, la envolvía una especie de ...

Sátira a la rima

He comido con los burgueses, he bailado con los burgueses, con los más feroces burgueses, en una casa de burgueses. Les he palpado sus mujeres y me he embriagado con su vino, y he desnudado, bajo el vino, sus semidesnudas mujeres. He visto el asco...

Siempre el adiós

Tú llorarás a mares tres negros días, ya pulverizada por mi recuerdo, por mis ojos fijos que te verán llorar detrás de las cortinas de tu alcoba, sin inmutarse, como dos espinas, porque la espina es la flor de la nada. Y me estarás llorando sin saber por qué lloras, sin saber quién se ha ido: ...

Tabla de aire

Consideremos que la imaginación fuera una invención como lo es, que esta gran casa de aire llamada Tierra fuera una invención, que este espejo quebradizo y salobre ideado a nuestra imagen y semejanza llegara más lejos y fuera la invención de la invención, que mi madre muerta ...

Tacto y error

Por mucho que la mano se me llene de ti para escribirte, para acariciarte como cuando te quise arrancar esos pechos que fueron mi obsesión en la terraza donde no había nadie sino tú con tu cuerpo, tú con tu corazón y tu hermosura, y con tu sangre adentro que te salía blanca, ...

Tela de Chagall

Entonces para la pintar voy a inventar a una mujer llamada Ana de Murcia por lo bíblico y azafrán del nombre, voy mariposa de una vez a escribirla en el aire ciego como habría hecho Borges de Buenos Aires con aroma y aceite de Chagall hasta quedar pasado a Chagall de ver ...

Tomad vuestro teléfono

Tomad vuestro teléfono y preguntad por ella cuando estéis desolados, cuando estéis totalmente perdidos en la calle con vuestras venas reventadas, sed sinceros, decidle la verdad muy al oído. Llamadla al primer número que miréis en el aire escrito por la mano del sol que os transfigura. ...

Trece cuerdas para laúd

D?accord, puestas al fuego todas las mujeres son pelirrojas, Teresa de Jesús es pelirroja, Safo, Emily Brontë es pelirroja, Magdalena de Magdala, tres de las nueve hijas de Mnemósine y Zeus son pelirrojas, Euterpe, Melpómene,Terpsícore por no decir todas ...

Tres rosas amarillas

I ¿Sabes cómo escribo cuando escribo? Remo en el aire, cierro las cortinas del cráneo-mundo, remo párrafo tras párrafo, repito el número XXI por egipcio, a ver si llego ahí cantando, los pies alzados hacia las estrellas, II Del aire corto tres rosas amarillas bellísimas, ...

Una vez el azar se llamó Jorge Cáceres

Una vez el azar se llamó Jorge Cáceres y erró veinticinco años por la tierra, tuvo dos ojos lúcidos y una oscura mirada, y dos veloces pies, y una sabiduría, pero anduvo tan lejos, tan libremente lejos que nadie vio su rostro. Pudo ser un volcán, pero fue Jorge Cáceres esta médula viva, ...

Urgente a Octavio Paz

es el número de la germinación de la otra Palabra, en lo efímero de la vuelta mortal con tanto Octavio todavía por aprender del aire, con tanta ceiba libre que uno pudiera ser, si uno pudiera ser ceiba en la tormenta con exilio y todo en la germinación del número de esta América de sangre ...

Ventolera

Cosas que producen pacto. Árbol y vidrio producen pacto, mujer encinta y velocidad producen pacto, Venecia que nunca vi y mariposa producen pacto, página y urdimbre, rigor y desenfado, tetera hirviendo y Xantipa, pérdida...

Versión de la descalza

Desde que me paré y anduve tengo la costumbre de ser dos, dos muchachas, dos figuraciones, una exclusivamente blanca con pelo rojo en el sexo, la otra por nívea exclusivamente blanca. Nos llamamos Teresa, las dos nos llamamos Teresa y sin parecernos ...

Vocales para Hilda

La que duerme ahí, la sagrada, la que me besa y me adivina, la translúcida, la vibrante, la loca de amor, la cítara alta: tú, nadie sino flexiblemente tú, la alta, en el aire alto del aceite original de la Especie: tú, la que hila en la velocidad ciega del sol: tú, la elegancia de tu presencia ...