| Al lector |
|
A quienes disimulen tus milagros y se laven el alma: a quienes siembren lanza entre tus páginas Hijo nuestro perdónalos clavados en la cruz de la Palabra ¡no saben lo que nacen! (De: Manual de magia) |
| Antecedentes |
|
Una nostalgia de islas yo tenía: prisionera del mar Venecia retenía mi niñez: sus canales recordaban mis rizos y rezos solitarios. Toscana me esperaba y como siempre ocurre la vocación de amor tendió los puentes. Y hoy aquí en la Florida me confirma el prisionero mar: ... |
| Armónicos (del 1 al 12) |
|
La música vuelve a ser luz, y la poesía sentido inefable. La sencillez es lo último: no se puede empezar por el final. Chopin1 Si has tenido la audacia de visitarme en sueños, tu presencia será sin fin.2 La luna se alimenta de los tiempos perdidos: compases entre vida y muerte. ... |
| Armónicos (del 13 al 21) |
|
13 Velar dentro del sueño mejor que en la vigilia, no sea que se fugue el ritmo. 14 De arremansarse o desquiciarse no puede darse el lujo fatal la mano izquierda. 15 Dar con una armonía nueva se logra a costa de perderse en la realidad. 16 Tanto te he escuchado que ya no sé si soy ... |
| Carta a mi isla |
|
Isla lejos de ti es cerca del punto más sensible de la herida del tiempo: lejos de ti mi cuerpo elástico en un lecho de filos que amenazan al viento Lejos de ti la sed y el hambre no se sacian con halagos de frutas y chorros de agua: lejos de ti es la soledad concreta ... |
| Cartas interdimensionales (1) |
|
Aunque parezca tierra lo que piso, bajo mis pies el mar baila unos aires de no sé qué país desconocido. La vida nos propone cada cosa! Y nosotros optamos por dejar que el arte -desde su fino alero volado sobre los precipicios- responda por nosotros. Hay quienes creen ser libres ... |
| Cartas interdimensionales (2) |
|
Mientras aguardo ante el papel en blancola precisa intuición que inaugure el desfile de palabras, un arqueólogo en Lima saca a luz una pareja que duró milenios hasta mostrarnos su soñar gemelo. Rollizos como infantes más vestidos al uso de la gente. Y aquí me ves cavando ... |
| Cartas interdimensionales (3) |
|
Las estrellas binarias tienen misterio para los pasajes más oscuros del tiempo y del espacio. Las hay oriundas de una misma nébula y las hay que se acercan fugazmente siendo de tal intensidad y pureza el mutuo halón que ya forman sistema aunque la peregrina siga rumbo... ... |
| Cartas interdimensionales (6) |
|
Fui pintor y me pintas, poeta eres y soy yo quien te canta desde mi nueva voz redonda: marinero se hace en la tarde el sol. Me extendiste la senda de tus versos para abrazar con libertad el destino. Te encomiendo una tía y una madre, dos hijos y un planeta. Te duelen los pulmones ... |
| Ciudad de mis ojos |
|
Las campanadas tienen duende y las fuentes son nómadas. Los árboles extienden su cultura con la amistad del hombre y se hacen confidentes, marineros. Hablo de la ciudad muy bien mirada por ti: inventada hasta el colmo. Aquí se da cobijo a los que se aman y se desacralizan ... |
| Conjuro |
|
¿Desde cuándo la lluvia no me daba alegría? ¿Desde qué época lejana de juegos, carpas blancas y prendas extraviadas? Hoy durante el desayuno comenzó a llover más allá de los cristales y sentí una sonrisa diluirse en mí al contemplarla. Tú y yo en la noche, el puerto ... |
| Cristo de La Habana |
|
Gozo es la poesía compartida y el unísono, música: melodía de cuello largo que expande el corazón. Mira el Cristo, dijimos a la vez dejando atrás la terminal de barcos, el café de helados frutales, la plaza de leones franciscanos. Será que Él nos miró, presiente, irrumpir ... |
| David de El Salvador |
|
Su corazón es forja de poemas y basta alzar la vista a dar con cielos oblicuos, como Giotto los pintara en Asís hace unos siete siglos. Ama con brío El Salvador, del mundo pa s breve en los mapas, amplio en temple y sensibilidad, que a inmenso vibra: sol ferviente en maizales de esperanza. ... |
| De la música aplicada |
|
La música es el cuerpo más cumplido para el aura del hombre porque el hombre es un cuerpo todo oídos al que acuden las voces en concierto: tiene oriente la música como perla recién amanecida. Pobre de los que llevan aura de desierto y el cuerpo repoblado por tatuajes inmundos: ... |
| Destierro ausencia |
|
Yo sólo soy el punto de partida: el bizantino vuelo hundido en soledades o rescatado en beso. El más leve matiz de una discordia entre el agua y las islas me sería fatal de no existir Florencia y sus almohadas de magnolias y mármoles. Y tu ausencia sin quiebra me condena a la plaza vacía ... |
| Dote |
|
Doble el exilio nuestro: de la isla improbable que alimenta mitos y de la siempre verde ciudad soñada en prójima intención por algún mago etrusco. Doble la soledad: ser huérfanos de calles suficientes con vecinos de mármol (soportales) y carecer de techo que se preste al apremiante impulso ... |
| Doute |
|
Qué deberá asentarse de mi viaje: ¿la caricia en el aire y los olores o la inclemencia de los tiempos? ¿el esplendor oriundo del paisaje o la humana aflicción? ¿la dicha de vibrar en lar nativo o la fugacidad de esa vivencia? ¿la acogida de mi país en ti o el ulterior redoble del destierro? ... |
| El arca de los sueños (13) |
|
No hay isla para mí (hasta los ciegos pueden ver los signos pintados en los muros de la vida) no hay isla y eso es todo ni aquélla ni ninguna ni aún la más querida de ese vasto archipiélago que verdece en los sueños No hay isla para mí porque no hay playa a toda vela ni pétalo habitable ... |
| El arca de los sueños (22) |
|
Pon tus grandes amores (como Abraham a su hijo aquella cabizbaja madrugada) en el altar que te señale el sueño Y si por un milagro sobreviven será transfigurados por el rito en fuerza germinal: para lanzarse a poblar el desierto (De: El arca de los sueños) |
| El arca de los sueños (26) |
|
El amor de unos ojos se mide en años luzen universos y sin embargo quién puede sostener un loco abrazo tan siquiera una vida Fatalmente los brazos caen del sueño como pájaros de agua y allí quedan los ojos centinelas cautivos de ese hermoso durmiente de los siglos: ... |
| El arca de los sueños (28) |
|
El sueño es como el amor un centro sin confines circulares carente de hemisferios:un pez inesperado en cuya boca se esfuman las ideas:un pez ensimismado en cuyos ojos se resuelve el océano (De: El arca de los sueños) |
| El arca de los sueños (39) |
|
Mi vida se reduce a un descamino: sangre y voz en pos del sueño que se escapa de la punta de mi pluma siguiendo el túnel de mi brazo al corazón del silencio Mi vida es un pez conmovido torpemente por la angustia de la arena: a pura sangre y voz mi vida es la palabra impronunciable ... |
| El arca de los sueños (43) |
|
El rostro verdadero de los hombres se refleja en la espalda de la luna: cargadores de sueños bajo el bochorno tenso de un viejo mediodía que se estrenó en la medianoche de otra esfera y dura todavía: cargadores de sueños a pura voz y alma sembrando... |
| El arca de los sueños (63) |
|
La vida no me deja cortejar a mi muerte esa fiel compañera del café cotidiano El eterno angustiado se paró en el sendero sucumbiendo a un altivo no serviré de su alma: no fue fiel a la vida Y qué es ésta sino la biografía de un soplo que no vemos pero nos ve y nos roza invitando ... |
| El arca de los sueños (65) |
|
Hoy se ha caído la que soyde la que fui como un jinete que falló la prueba de obediencia(Hasta los árboles lo notany ya no se descubrencuando pasa mi sombra) La que seré no tolera esos ritos y ha echado a la que soy(con la que fuicomo una piedra al cuello) en el fondo del mar: ... |
| El arca de los sueños (81) |
|
Mientras yo me perdono una vez más la vida y tú peinas tus rebeldes ideas mientras ellos se llenan los bolsillos o siembran puños y líneas divisorias la poesía se mira en el espejo y se sonríe: se vislumbra con su madera de alas ya umbría partida en dos y al borde del abismo inaccesible casi: ... |
| El hijo deseado |
|
Poco ha cambiado el mundo mas crecimos nosotros entre sombras, la fija luz mutando cada vida. Quise rendirte un hijo: por entonces fue preciso robarlo a una muchacha ayuna a nuestros ojos. Y hoy que quisiera dártelo, renuncio y anulando los nombres te lo entrego de ensueño ... |
| Empuje de júbilo |
|
No nos muramos nunca, me propusiste, y siempre será así. El océano en medio, tú me hablabas como un ciego irradiante de sentido. En este oscuro siglo creador de monstruos y catástrofes, no dejar que el amor se apague, impedir que tramonte la belleza es la forma más alta de heroísmo. ... |
| Infancia del Pan nuestro (13) |
|
Me dijo un ángel hoy: Filo de Alejandría hace tres siglos vio a un radiante extranjero misterioso: sin conocerte supo que eras Tú. Y se fugó después de regalarle a mi Madre un ramo de cañas y una suntuosa rama de palmera. Se alegraron los párpados del tiempo. ... |
| Infancia del Pan nuestro (24) |
|
Quien dé nido a mi voz sabrá de los exilios que conlleva la lealtad sin cese a la Justicia y la Belleza: en mí son la Verdad. Quien a mi luz de nido, ande peregrino por el tiempo, las ideas, el mundo, sus pasiones, santuario encontrará siempre en mi Amor. (De: Infancia del Pan ... |
| Infancia del Pan nuestro (3) |
|
Un adobe de paja y limo fue mi cuna: perfil de semicírculo que apunta a la ciudad donde mi Padre alumbra cuanto piensa. ¿Sabrán un día interpretar los hombres los signos de mi estancia en este mundo? Asnos rojizos, asnos grises -entretanto- y cocodrilos verdes pisotearán los lirios ... |
| Infancia del Pan nuestro (30) |
|
Hay una voz en mí siempre cantando en silencio quien soy fuera del tiempo. Habré de regresar a mi país aunque soy ciudadano de otro reino no valorado allí ni en otras tierras. Fuera del tiempo va quien soy cantando: hay una voz en mí siempre en silencio. (De: Infancia del Pan ... |
| Infancia del Pan nuestro (43) |
|
Para que viva y dé mi vida al mundo mi Madre y su custodio están de exilio. ¿Y no estoy yo también como escondido de aquel fulgor natal? Dice mi Madre que a menudo extraña su pueblo y las palabras de su gente. Pero eso no es exilio porque soy su país, su fundamento. ... |
| La sombra de la noche |
|
Un niño azul se alarga como hiciera su sombra sin despojarse de carnal frescura. Todo es niño en Toscana: niño quien diera ley a las ciudades-- niñas prodigio que erigen su esplendor de la mugre del tiempo. Niño el paisaje salpicado de torres y rosales, y niño el corazón que lo contempla ... |
| Llave 11 |
|
Llena tu vida de primeras veces: sólo el único amor no agota los aromas sólo la antigua sombra se deshoja de luz. Y así un día cualquiera te llegará la muerte: otra primera vez. de Manual de magia (Barcelona, 1979) |
| Memoria de un fuerte |
|
En Margarita está linda la mar: la muchacha que fui se lo decía al viento acariciante de Juangriego (insinuaba crepúsculo) reclinada en el cañón del fuerte ajena a las piratas palabras y al cerco de los sueños Hamacas prometiéndose a una nube pescadores besados de nostalgia... |
| Nido de soles (11) |
|
De verdad que mi cabellera con el follaje se confunde a veces, pero torcer mi tronco, como se dice convencionalmente, cuando era aún muy tierno fue imposible. No fue mérito mío y afortunado para el que intentó pues no logró hacer mal irreparable. Sin que yo lo supiera... |
| Nido de soles (7) |
|
Hay olvidos peores que el olvido total: no recordar el bien prodigado a lo largo de la vida por quien da sin sentir que pasará a un sitio de noser cuando se pongan máscaras torcidas y prestadas (sabe Dios con que fin de escamoteo) a su rostro de mirada sonriente... |
| Nido de soles (8) |
|
Dos ochos juntos forman infinito magnífico y en pie. Es mi certeza desde que echaba barcas de papel a navegar por la redonda fuente. Con soledad se paga ese saber de fibra íntimoastral. Ecuación intuitiva insuperable apenas figurada entonces. Cómo iba a saber yo de niña que un poeta... |
| Nochebuena 1995 |
|
Hace ya tiempo que mi Nochebuena perdió el precioso puesto de la infancia. ¿Cómo es que hoy de repente, a pesar de que seas sol lejano, surge en mi corazón de nuevo como antiguo rompecabezas rearmado por los ángeles? Cierto que ya no está la extensa mesa del patio con las plantas, ... |
| Personaje |
|
Hija de la palabrasobrina de la vida condenada a mirar y traducir el mar a un lenguaje imposibleella era un desequilibrio luminoso: de su roce interior saltaban chispas Por orden del amor sembró sus sueños recuperó las llaves como hija del adiós a sus amores despidió en el altar ... |
| Perspectivas |
|
No es ver la luz lo original: el que la luz nos vea resulta imprescindible para amarnos mejor. La soledad es transitiva: los cauces de la angustia confluyen en la fuente donde Dios bebe al anochecer de nuestras manos juntas. No hay distancia: si podemos hacer viajar a un árbol ... |
| Pertenencia |
|
Mi país es un árbol de lluvia isla de fuego en flor un pequeño Infinito cantor de arcanos y alegrías. Mi país es tu abrazo tu palabra tu fantasía tu sueño tu presencia señor de la tormenta, mi país en ti despierto, duermo y vivo. El puerto de mis manos y mis rosas mar abierto ... |
| Petroglifo del sueño |
|
Ama esta piedra: turquesa de nación transfigurada en voz y trasvasada de inmemorial aroma. Piedra de mi silencio pulida de imposible y limpia por la lluvia --aún me llueve-- de tiempo y soledad. Haz tuya la certeza de mis dudas preciosas: hazla carne del sueño gemelo de tu niñez recóndita. ... |
| Plaza de la Encarnación |
|
para Roberto Juarroz Hemos encontrado el camino un día deshojado de tiniebla. Hemos estado allí bajo el gran olmo custodio del pensar de un muerto célebre cuidador de gorriones. Nos hemos detenido allí a eternar con las piedras del suelo y las campanas en memoria del jazmín ... |
| Regreso de la palabra |
|
Regresa la palabra de su exilio a dar de vez en cuando lo indecible: lo hermoso de hacer pausa a distancia de beso. La palabra regresa inmersa en el silencio y limpia de banalidades, baila con nuestro sentimiento: la calle paralela ya real. Misiva es tu mirada: detrás de la emoción ... |
| Renacimiento del gozo |
|
¿En qué ingrato momento de la infancia, como en medio perfil, volviste el rostro hurtándole los labios a la dicha? Atraviesa la bruma de los años y mírame en la alberca contemplándote, reverberante gozo en la pupila de tiempo, desatado al Infinito. Soy todos los amores que perdiste ..., |
| Sorbos de luz ( del 16 al 30) |
|
Hasta el bárbaro conocía la mirada que corta un hilo sobre el agua. 17 El tiempo sobreabunda pero la eternidad escasea: proyecto de infinito. 18 Con su carga melódica la voz traspasa la llovizna sin que el canto se moje. 19 ¿Qué ser habrá que ser para que no dé miedo la belleza... |
| Sorbos de luz (Del 1 al 15) |
|
Entre nuestras ciudades transita día y noche la caravana de la estrella. 2 Al ver de nuevo el sol hoy quise saludarlo, pero mi voz se había hecho añicos. 3 Ciertos bosques del Norte se han vuelto migratorios como los mitos y los cóndores. 4 Que te diga un pincel el color de nuestra... |
| Sorbos venecianos (selección) |
|
No hay ruido alguno: cada noche se escucha la sonata para voz, agua y remo. *** Juega a los escondidos la música, fugándose por calles, ríos y placitas. *** El cielo es imposible de resistir cuando nos llama asomándose al agua. *** Quizás en el futuro alguien se apiade del planeta ... |
| Textraño |
|
Ahora como entonces todo es cercano cuando estamos juntos: besables las magnolias y los mármoles, propicia confidencias el agua, y la Puerta del Cielo mester de acceso a Dios, no monumento. Qué otra historia podría desear gozando en un perímetro de abrazo plaza de arte, ... |
| Viajes de Penélope (1, 4, 5) |
|
1 Me ha dado por creerme Penélope hermosa y bienamada: tejedora sí soy para que alienten los que habrán de morir y es la mía la almohada más llorada del siglo Si yo fuera Penélope suelo que yo pisara sería Ítaca: al regresar Ulises se quedara 4 Quién cantará tus viajes infinitos Penélope: ... |
| Viajes de Penélope (25) |
|
Y tómate tu tiempo por las islas Ulises que te mides con las olas: haz escalas imponderables alquílate a las albas mercenarias bebe filtros de olvido Ítaca por fin no tiene alas nuestro lecho resume hondas raíces y estoy hecha a medida de tu sueño: pastora de los vientos terror ... |
| Viajes de Penélope (27) |
|
Te has dado a la pasión de los espejos quijote de los mares: echas tu vida a pique por la fama te das brillo en los hombros y crees que los gigantes se convierten en rústicos delfines Se te detiene el tiempo en los palacios donde cantan tus glorias y lloras a luz viva los recuentos de olvido: ... |
| Viajes de Penélope (39) |
|
No basta con tejer para la espera es preciso viajar: volar la pluma por la ternura encuadernada en sueños: chalupa más sutil cóncava y ágil que las viriles naves de Ulises intermitentemente prisionero Madre isla que estás venida a remos convertida en solar de pretendientes: ... |
| Viajes de Penélope (50) |
|
Año tras año diste muerte a los tercos pretendientes que orillaban mi patio: desde fuera del tiempo los vencías antes aun de divisar la playa en que nos damos cita Y yo que los quería ya de tanto tejer por destejerles y por tanto reclamar tu mirada los veía morir uno tras otro a golpes de infinito ... |
| Viajes de Penélope (55) |
|
¿Quién canta y con qué voz me sueña aquel color en la mirada? Tejiendo la marea entre las islas ¿qué voces silenció el fragor del tiempo? Salvo la soledad que vuela dentro tal parece que nadie vive: pero vibra la estela adamantina de la tela que voló sobre el mar Este que fuera cuento ... |
| Viajes de Penélope (8) |
|
No crean que te espero porque sé que vendrás a alzar tu casa de las aguas hambrientas o de los pretendientes Te espero porque estás: nunca te has ido a los asuntos vanos (las paredes te conocen la voz en las estancias más calladas) y todas las pisadas se someten al ritmo ... |
|