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CARLOS MARZAL


listado de poemas

 
Dedos de niño

Dos dedos por encima de este mundo, tus dedos niños dos, voy cruzando el presente en salvaguarda. A tu custodia estoy, asido al tiempo. Tiene hoy la luz su perno en donde ajustan el día su volumen, el amor en sus piezas, y la rueca hilandera de los sueños en tu pura dinámica terrestre. ...

El jugador

Habitaba un infierno íntimo y clausurado, sin por ello dar muestras de enojo y contrición. En el club le envidiaban el temple de sus nervios y el supuesto calor de una hermosa muchacha cariñosa en exceso para ser su sobrina. Nunca le vi aplaudir carambolas ajenas ni prestar ...

El pozo salvaje

Por más que aburras esa melodía monótona y brumosa de la vida diaria, y que te amansa; por más lobo sin dientes que te creas; por más sabiduría y experiencia y paz de espíritu; por más orden con que hayas decorado las paredes, por más edad que la edad te haya dado, por muchas otras vidas ...

El último día de la fiesta (I)

Deberías marcharte. La fiesta ha terminado. Helada y sucia ya se anuncia el alba con su oscuro cortejo de presagios. Tendrías que acostarte, huir de este lugar antes de que la luz te restituya esa imagen de ti que ya conoces, indefensa a tus ojos, lastimosa. Has tocado por hoy el fondo ...

El último día de la fiesta (II)

Aquí, con convicción, ya nada te retiene. Suena de nuevo idéntica la música y no es fácil andar sobre el untuoso suelo del local. Ha pasado la hora de raptarse alguna compañía con quien querer fingir la noche inacabable, y te será mejor no recurrir a invitados finales, errante cada cual ...

El último día de la fiesta (III)

Has apurado el plazo que la noche te había concedido, y a quien la luz ha de traer ya lo conoces. Si vuelves hacia casa, con tus pasos volverán sus pasos. Y a tu fatiga su fatiga habrá de acompañar. La fiesta ha terminado y queda su enseñanza: como una vieja deuda contraída, ...

El último día de la fiesta (IV)

Ya ves; eso es lo que te aguarda, si te marchas, y lo que aquí te espera no es mejor. Conoces de antemano cuál será tu conducta: sopesarás los dos ofrecimientos que posees -la despoblada soledad de una fiesta ya extinta, la habitual afrenta de estar solo contigo- y antes de encaminarte ...

Invocación

Que otras vidas más hondas sofoquen mi nostalgia y que el don del valor me sea concedido. Que el amor se engrandezca y sea fiel y dure y que ajenos paisajes impidan la tristeza. Que el olvido y la muerte, que el tiempo y el dolor formen por esta vez en el bando vencido. ...

La fruta corrompida

A Vicente Gallego Durante un meditado desayuno, en una portentosa mañana de verano -lo gloria de un verano escolar y salvaje-, pelé la fruta lento, fervoroso. Sabía ya que el verano y la fruta son tesoros a flote de un paraíso hundido. Y cuando satisfecho la mordí, ...

La historia

In memorian Rosa Casal Junto a un apeadero de tren, ya fuera de servicio. Bajo el inmisericorde sol, un verano cualquiera, un corro de muchachos apalean a un perro y apuestan por saber cuál será el golpe con que el juego concluya. Cuando desaparecen, aburridos, el perro, ...

La tregua

En la tiniebla urgente de esas casas que uno acaba pidiendo a los amigos; en asientos traseros de los coches, abusando de los malabarismos; en la frecuentación de los hoteles, tarde o temprano todos parecidos; sobre la arena tibia de la playam pasado ya esl peligro de ser vistos; ...

Lleno de ruido y furia

En otra esquina más del laberinto, una cualquiera, en otra arruga más de la desfigurada cara de este mundo, nuestros pasos se cruzan sin saberlo. Alguien pierde la historia de su historia, por no pararse a tiempo en un escaparate, mientras, al otro lado de aquel mismo cristal, ...

Los monstruos nunca mueren

Los monstruos nunca mueren. Si crees que retroceden, si parece que han olvidado el rastro de tus días, tus lugares sagrados, tus rutinas, el bosque inabarcable de tus sueños; si sonríes porque ya no recuerdas la última noche en que te atormentaron, ten por seguro...

Los países nocturnos

Hay una geografía de la mente, Hay paisajes nocturnos, igual que territorios en donde un sol dichoso eterniza. Hay países de sombra que regresan en el maldito tren de largo recorrido con parada en nosotros. Hay un desierto de la inteligencia, y he navegado océanos sin luz al fondo...

Los restos de un naufragio

(A Luis Antonio de Villena) Unos cientos de libros, una casa en la playa, muebles que el corazón fue envejeciendo y que hicieron el mundo hospitalario, fetiches de algún viaje, talismanes que no pudiron nada contra el mundo, un puñado de cartas de unos cuantos amigos, alguna carta oculta, ...

Los restos de un naufragio

a Luis Antonio de Villena Unos cientos de libros, una casa en la playa, muebles que el corazón fue envejeciendo y que hicieron el mundo hospitalario, fetiches de algún viaje, talismanes que no pudieron nada contra el mundo, un puñado de cartas de unos cuantos amigos, ...

Media Verónica para don Manuel Machado

La crítica, tan crítica, tan lista me ha indicado que soy nieto cercano de don Manuel Machado. Y aunque lo puse fácil, lo normal es el hecho de que jamás los críticos embistan por derecho. Hay que enseñar el trapo, embarcarlos muy lento, darles tiempo a pensar, lidiar con fundamento. ...

Sangre joven

Quiero tu sangre joven, que es querer todo lo que la vida aún no ha podido hacerte. De lo que me alimento es de esa inútil sangre esperanzada, de cuanto sé que ignoras hasta hoy, y que más nos valdría que no supieses nunca. De esa manera, por obra de tu sangre, creo en lo que no creo, ...