| Amor limitante |
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Creo que nohascomprendidobien mi poesía: ensancha la brisa al alba sus dedos en la quieta arena no es igual a le es ancha la prisa al alma cuando roe la seca pena. (Te amo) |
| Angélica contempla su obra |
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Oh AngélicAngélica a dónde me has conducido en este caliente y voraz embrollo de amor. Mírame. Pálpame. Acaso en este moreno fideo que soy, resbalando desnudo allí frente a la cama, de tronco casi invisible y tambaleante, reconoces al espumoso búfalo aquél ... |
| Angélica crepuscular |
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Ves Angélica esa quejumbrosa gaviota que allá arriba vuela en laxos, sombríos círculos en torno a tu cabeza: así suele rondarme la tristeza cuando me dices adiós y te alejas y te olvidas de mí. |
| Ars mística |
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Hoy gozo en la poesía obedezco creo en sus oráculos como también empecé a creer en dios sus profetas potestades desde aquella noche en que falto de fe me arrastré convalecí hasta ti chorreando tristísimas escamas amamantando salamandras con mis más negras raíces glaucas lágrimas ... |
| Ave podrida que me ronda |
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Que no puedo, digo, Que no aguanto esta ave podrida que me ronda aúlla muerde, esa isla paridora de augustos esqueletos, esta hedionda, matutina bocanada que bautiza mi aire de pezuñas y baba. Supremo cielo de espinas en que vivo. Única región florida del mundo ... |
| El rayo de tus furiosas libertades |
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Oh simón, andariego dios andino ¿por qué no soltás De una vez el rayo de tus furiosas libertades Sobre esta voraz mala yerba que pudre tus Amadas praderas de américa? Vos, el infatuado, el incansable, El sembrador de huracanes, único y verdadero rostro ... |
| Epigramas a Angélica (Cuatro epigramas) |
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MANUSCRITO ENCONTRADO EN EL MONTE PÚBICO DE ANGÉLICA No te lamentes ni rezongues, Angélica, que en este diario heroísmo de empuñar entre tus piernas esta brava y testaruda espada mía nada ha cambiado desde aquel primer combate en que dos pieles desanudaron, ... |
| La pregunta |
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¿En dónde y en qué altar de la noche o del día me fue concedido este pájaro escarlata que me habita y me enceguece? ¿Por qué a mí este cantoesta inmerecida espinaeste encendido delirio en la sangre? ¿De dónde o de quién este oficio que me deslumbra y desgasta al escribir sobre la página ... |
| Me llamo Ezequiel Martínez Urízar, |
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I Me llamo Ezequiel y soy / como ve / este péndulo oscilando agrio frente a usted: ayer ebrio / hoy ebrio. Ni izquierda ni derecha / advierto / sino centro: el punto exacto donde caigo después de tanta volandera diaria. Lo siento / joven. Sé que mi aliento le ofende:marchita las floresde su corbata ... |
| Para arcanos cielos augustos consuelos |
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No me importaría que el reino de la tierra siguiese siendo lo que hoy es:una ronca lluvia de sal una inmensa lengua de fuego sobre el horizonte un bronco territorio agreste un murciélago una vengativa estrella de mar un jardín, en fin, colmado de hermosos colmillos en flor. Juro que seguiría ... |
| Roguemos que mañana |
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No hay remedio, compañera. En este país hasta las hormigas confabulan contra la alegría. Roguemos que mañana lluevan sobre nosotros bestias de amnesia para quedar, ahora sí, soterrados todos bajounalud debruma de la que nunca, oh efímeros, debimos haber salido. |
| Versos del des/encubrimiento (15) |
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Amaneció un revuelo el atrio de la iglesia. La Virgen Concepción, que desembarcó engalanada de tafetanes, sedas y oros de Aragón y Castilla, amaneció completamente desnuda. No hubo robo ni ultraje. Sólo eso: que amaneció completamente desnuda. ... |
| Versos del des/encubrimiento (20) |
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Ante el dentudo acoso de sus sabuesos, nosotros salíamos siempre en debandada. Así, dejábamos coches, gallinas, chuchos y, ardiendo todavía sobre la leña, la sagrada y redonda tortilla. Así andábamos: como pedazos despedazados de un solo y único cuerpo que debe ser el pueblo. ... |
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