| A Rafael Landívar |
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Llamo y nadie responde. Pregunto a la piedra y a los árboles. Canta un pájaro y me doy cuenta de que las casas no tienen ventanas: demasiado débiles para tumbas, demasiado fuertes para moradas. Beso al leproso y a la niña con caspa. Y a ti, violento geranio; y a ti, crepúsculo. ¡Se diría... |
| Dedicatoria total |
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Porque nada he deseado aparte de tu amor nunca perdí mi tierra que me invento contigo. Yo vivo enamorado de luz, de mar y cielo. Quisiera estar bordado en tu alma y tu pañuelo |
| Entonces, sólo entonces... (21) |
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Cubre tu cuerpo, que está siempre desnudo, hasta ese último lucero ya sin nombre que desborda en un grito mudo el cielo. Duro manantial de llamas, estatua mineral y celeste, sobrehumana, muerta en la vida y en la muerte viva con su fisiología de ventana. Despertaré: volaré por los aires. ... |
| Entonces, sólo entonces... (5) |
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Olvido y sombra lenta y sangre sobre plata. Frente a la dulce muerte, dulce siempre como la luna nueva, ceniza y jaramago. Fervor de cielos altos, oh mis huesos, nocturnos minerales. En la piedra reposa la sangre no nacida. La tristeza de los hombres futuros. Muy lejos de sus brazos tiembla ... |
| Entonces, sólo entonces...(18) |
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Todo yo me abro como una ventana y justa quedas enmarcada en ella. Me acodo en mí mismo. Te siento, a veces, como pulpa, tal vez como semilla o como fruto íntegro, y algo que es mucho más que fruto sólo: alta perpetuidad de tu delicia. Ventana, horizonte y vigía, están en mí, y yo estoy en ellos ... |
| Entonces, sólo entonces...(26) |
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Cuando todo sea gratuito y nada recompensa y el sueño sea inútil por el milagro fiel y puro. Cuando encuentren su puerto las tumbas errantes de los mares y la flor de la luz no sea amarga y resucite el viento. Cuando aquí, en el fondo del cielo, hundido a pique tu cuerpo no sea mi sombra en relieve. ... |
| Epifanía de Mazda |
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Será tan bella un día sí y un día no que un día sí y un día no habrá de darme cólera. El encanto de una mujer ilusoria, realidad de un sueño tendrá, mujer que no debió haber nacido nunca: ¡ah, yo seré un tan ridículo Pigmalión! Mis sentidos subidos a sus torres acechan su venida conspirando. ... |
| Luna Park. Poema instantánea del siglo XX |
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A Francis de Miomandre En un Luna Park El creador filma la Vida, Y sobre ese panorama, Están tendidos todos nuestros nervios: Estrépito sin descanso, Hombres y mujeres en las fábricas Al lado del músculo obediente Fiel Y sonoro de la máquina, Fauna del HOMBRE. Ferrocarriles, aeroplanos, ... |
| Maelstrom (Fragmento) |
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El día no quiere despertar en ti mis sueños se prolongan lo real imaginario vivo despierto en tu diluvio trébol de tiempo de una sola hoja de ti a mi sueño no hay distancia te había soñado pero eras real como un vilín germinando como un surtidor de cimitarras como una catedral ardiento ... |
| Neruda |
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Amo su potencialidad en la ternura y en la diatriba, en la descripción o la síntesis de una visión, de un indecible estado de ánimo. Al cantar la cebolla o el alambre de púas. En su pesadumbre por la muerte de Silvestre Revueltas, en los poemas de su tenaz amor a España, a nuestro... |
| Nieve |
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Cuando una hormiga cae ninguno se da cuenta. Cuando yo estoy sufriendo hasta la médula sólo yo lo averiguo. Y se me antoja hoy-no sé por qué zodíaco- que si sufro lo sepa todo el mundo. Y que no es justo que padezca solo. Y que alguna mujer debiera estar llorando sobre mis metacarpios. ... |
| Ofrenda (10) |
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La Vie s en va Una mujer, con su mirada, Me dice: - Vívela La Vida, a gritos, - Sigue a esa mujer Dejo mi banco en el parque Y tras ella voy por la avenida. Desenvuélvese ésta Como una película. La Vida se entrega Como una mujer. Y tal a tu querida enseñas La manera de amar, ... |
| Ofrenda (5) |
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Siglo XX, Poeta hispanoamericano, Español, ruso, yanqui o francés, El siglo en que nacimos Es siglo de misterio. ¡Cómo vamos a definirle Teniendo dos incógnitas! Siglo XX De: Luna Park Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala |
| Radiograma a don Luis de Góngora |
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No sé verdaderamente cómo imaginarle, claro y enorme amigo! Le veo en un jardín de orquídeas, Júpiter jovial, un haz de infinitos en la manro. Como un laberinto de espejos poblado de sirenas, como un gran caracol marino,/ como un gigante con temor de niño,/ como una guillotina... |
| Raíz al aire |
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Yo me acuerdo de niño jugando con mis velas sobre los mares de las sábanas y los mapas de goteras. Su follaje, la noche misma. Un río lo cruzaba como inmensa bofetada de luz. No hay destierro, sueño a sueño, mi vida en el alba eleva todavía su leal insignia de invisible... |
| Siempre |
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He vivido casi toda mi vida lejos de mis cielos. Pero mis pies están marcados en los códices, en la voz profunda de mi pueblo. Camino sobre el mar y las nubes que me traje: son mi tierra firme. ¿Quién me la puede quitar? Cuando digo que estoy solo es porque no estoy en la plaza pública ... |
| Siempre a Miguel Ángel Asturias |
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He vivido casi toda mi vida lejos de mis cielos. Pero mis pies están marcados en los códices, en la voz profunda de mi pueblo. Camino sobre el mar y las nubes que me traje: son mi tierra firme. ¿Quién me la puede quitar? Cuando digo que estoy solo es porque no estoy en la plaza pública ... |
| Soledad (V) |
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Yo canto porque no puedo eludir la muerte,porque le tengo miedo, porque el dolor me mata.La quiero ya como se quiere el amor mismo.Su terror necesito, su hueso mondo y su misterio. Lleno del fervor de la manzana y su corrosiva fragancia,lujurioso como un hombre que sólo una idea tiene, ... |
| Tres poemas |
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Deja los lirios, cielos, vanidades de la utilería de vaguedades. Gloria de la materia necesaria, ¡oh, absoluto unánime en un cuerpo: infinita pleamar en un segundo, vientre elemental, muslo concreto! 2 La realidad no tiene realidad la realidad es el deseo hace el deseo la realidad real la realidad ... |
| Volvía a casa |
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Volvía a casa entre disparos y engañadas multitudes ciegas en su tormenta, amado pueblo mío. Qué trágico, qué duro, qué cruel nuestro destino de arar sobre el mar y que la luz te enlute. Desasosiego físico, que podía palpar como un dolor de muelas en el alma, me saturaba el cuerpo: ... |
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