☰ menú
 


LUIS RAÚL CALVO


listado de poemas

 
Antigua soledad de la casa

Ha de perpetuarse en un espacio inabordable a la razón. En la marginal espera del silencio la prolongación de su voz echará raíces y el sueño de la muerte tomará los restos de una tierra fértil. En esa zona, inhabitable a los deseos la gestación del huésped llenará el vacío. ...

Aproximación de los cuerpos

La rebelde aproximación de los cuerpos no es una extraña coincidencia. Algo fluye en los líquidos celestes, en un vano intento por restaurar el orden perdido. En las madrigueras fluviales quien pierde en un minuto de su vida, el terror obsceno por las sanas costumbres ha salvado a un hombre. ...

Belleza nómade

Cuando creemos tenerlo todo, algo nos recuerda que también existe el vacío. ? Habíamos especulado tanto que perdimos el rumbo. ? Toqué fondo y me di cuenta que había más. ? No murmures por lo bajo… allí te escuchan todos. ? ¿La estupidez humana?… Está ahí, al alcance...

Breve fue ese tiempo… (Poema XXIII)

Breve fue ese tiempo de tiernas voces como las aguas cristalinas reposan en secreto. Cada tanto, ellas reaparecen en las madrugadas de vigilia para alejar a las sórdidas criaturas que nos instigan. A veces, también acude en auxilio el mago de la infancia, con su vieja sentencia: ...

Casa tomada

Es la historia de siempre, los intrusos se apoderan hasta de nuestros miedos más infantiles. Nada dejan librado al azar. La consumación del sueño, el asesinato de Trenton deslizado en la silla vacía del primer morador, las constelaciones de los primitivos enamorados ...

Crimen pasional en la calle Tres Arroyos

Son las dos de la madrugada de un lunes cualquiera Hace treinta y dos años en la calle Tres Arroyos un inesperado crimen nos recordaba que también se mata por pasión. Las crónicas oficiales sólo reseñaron los celos enfermizos del autor de la tragedia pero nada dijeron de la consternada ...

Cuerpo de la voz

El cuerpo de la voz no está en la voz ni en su sonora transparencia. Las esquimales deambulan con sus prohibiciones marítimas mientras se posa en sus vientres la inocua tentación del orgasmo. Como esa intrincada piel que deseamos tocar sólo una vez que ha partido. ...

Dama viajera

Hay distintas formas de ver pasar la vida de contemplar lo bello o lo siniestro que ha quedado perpetuado en algún sitio. Son esas marcas, espejos de otros tiempos que vuelven a la memoria y nos recuerdan que una ciudad también carga con una cruz en sus espaldas. Es el peso de la historia ...

De lo que hemos soñado… (Poema XV)

De lo que hemos soñado pocas cosas han traspasado el umbral de la casa. En ese maltrecho límite que separa lo vivido y lo no vivido la mirada se detiene en esos cuerpos que han pasado una y mil veces por el mismo sitio. A veces uno se pregunta si en esas raudas marchas sin destino ...

El grito

Hemos visto noches de miradas eternas. Los crucifijos esperan el reencuentro con sus dioses. Mañana es posible. Las ciénagas han muerto de frío a la intemperie. Ahora, tus ojos no vacilan en el llano. Las comadres enlutecen de rubor cuando el grito quiebra nuestros huesos. ...

Ese hombre que hoy duerme...

Ese hombre que hoy duerme en medio de la calle alguna vez supo disfrutar de los placeres terrenales. Amó a dóciles mujeres bebió finos licores dilapidó lo propio y lo ajeno, como queriendo negar aquello de que nada...

Flores negras

Detrás del muro el miedo nos desangra. Un hilo de luz en la garganta es señal de voces calcinadas. No hay dolor en la miseria sólo el aullido del amo devorando ventrículos vacíos. Despojadas de todo, las siluetas de barro comen de las tumbas. Estamos celebrando el cautiverio de los hijos ...

Hay distintas formas de ver...

Hay distintas formas de ver pasar la vida, de contemplar lo bello o lo siniestro, que ha quedado perpetuado en algún sitio. Son esas marcas, espejos de otros tiempos que vuelven a la memoria y nos recuerdan que una ciudad también carga con una cruz...

La bella palabra

Lo mítico: aura ignorada de los sabios. Tanta belleza cavada en las profundidades de las ostras. En tus manos, hay palabras que interrogan. No toda respuesta conduce a lo siniestro. Van Gogh amurado entre calaveras que no sangran. Una cría de monjas hacinadas en el sepulcro. ...

La estrechez del mundo

En el límite de todo, tú adorada mía ahora que la sal del hierro no corroe los ligamentos del esperma, vienes a mí blanca, etérea, elevando tus ojos rojizos por las gargantas del océano. Condenado amor, la estrechez del mundo se interna en los mares ultrajados ...

La Grotesca

La Grotesca sufre en las piedras de cianuro. Arrojadas al fuego, abatidas por la furia de cerebros desahuciados son el polvo de la bruma. La mansedumbre abraza los cabellos del ángel besa sus alas de ciruela y se recuesta en las costillas del demonio. De tanto en tanto nos vemos ...

La mirada

Esa pesada carga del deseo purifica la razón del violinista. Ella sabe que el virtual descubrimiento pasa por sus ojos allí donde los monstruos más sagrados atormentan el caldo del cartero. Imperfecta y deleznable su piel amarga restituye al visionario de Manhattan. ...

La náusea

Los que escogieron la náusea nunca han vomitado. Abrir mortajas en un hospicio es ocultar la cuarta dimensión de la tragedia. Caminar descalzos, desde otro ángulo en otra superficie. Vigilar con el delirio también, ...

La vida real.

La vida real es un desgastado sacerdosio. En las altas ciudades, miles de fieles confinan sus almas para apaciguar el fuego de la carne la dorada caridad de la limosna el religioso orden de los días por venir. Habíamos dejado todo en manos de los dioses, la deidad de la cuaresma ...

Lo que no fue

Ahora, que hemos descubierto en palabras el origen del silencio, nuestras almas permanecerán quietas en el horizonte. Ya no habrá lugar para la duda ni miraremos con los mismos ojos la eternidad de la luz. El vacío cubrirá las anchas veredas con su obscuro manto de junio y dejaremos partir ...

Los amantes

Dicha y ocaso, gravidez de los rituales. Línea oblicua del amor en las maletas del viajero. Los perros ladran su tormento en las trenzas de la/dama. Hueco de rencor, antiguos maleficios. ¿Quién ha robado los bastones del ciego buscando luz en las tinieblas? ...

Ochenta y ocho Buenos Aires

88 Buenos Aires El telón levanta sus ventanas de odaliscas. Es una noche más en un Buenos Aires vulnerado por fantasmas que inoculan sus estigmas, pero un zumbido de música herida invade las capas más feroces de la jungla. Detrás de la persiana un verde ocre huele a miseria escondida ...

Regresar al viejo sitio… (Poema XVI)

Regresar al viejo sitio tiene sus riesgos. Uno llega con el deseo de encontrar la imagen suspendida en el pasado pero el paso del tiempo nos da otras respuestas. Ni las mismas casas ni los mismos rostros ni los mismos olores ni las mismas aguas ni las mismas miserias ni las mismas amantes ...

Regreso

Los muertos regresan de vacaciones desparramando su alma en un florero. En esas aguas vírgenes de odio escurren el hastío. Los muertos regresan del exilio a reclamar por exiguas pertenencias adquiridas a dialogar con la piel dolida por su ausencia germen hacedor del olvido. ...

Señales de alarma

Hay una historia personal en el fondo del vacío los rasgos de la infancia son la ausencia de toda presencia. Hay una suma de datos registrados como meros prontuarios, una acumulación de hechos que trascienden la humedad de las formas el peso del color, o la longitud del párpado. ...

Suele suceder que el tiempo...

Suele suceder que el tiempo transforme los recuerdos en otros recuerdos las miradas en otras miradas las sospechas en otras sospechas. Cada familia celebra sus ritos cotidianos, crea de la nada sus propios...

Suele suceder...

I Suele suceder que el tiempo transforme los recuerdos en otros recuerdos las miradas en otras miradas las sospechas en otras sospechas. Cada familia celebra sus ritos cotidianos, crea de la nada sus propios fantasmas, inventa por las noches monstruos clandestinos. ...

Transmutación

No aquietaremos la pasión en las aguas frutales ni en los versos triangulares de César Vallejo. Nos han arrastrado a un extremo vulnerable, a la / sospecha. El cebo destroza las vísceras del poema pero el centro teje y teje la cordura aunque las locas del diluvio se aseen en verano. ...

Vigilia

Juliana espía desde la cornisa con sus ojos de rastrillo y la sopa de invierno. El latido de una hija nos contiene en el andamio. De: La Anunciación de la Partera, 1992 Poema seleccionado por el autor