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JUAN JOSÉ ALCOLEA


listado de poemas

 
Callado yo

Este oscuro silencio que me llama con su oculto sigilo tan sublime, esta ausencia de dioses marginales, esta trama de tiempos imposibles. Callado yo... y hablando este silencio, callado Él... y yo insomne de oírle, silencio donde el ruido es más silencio inmerso...

Capricho de la tarde

La tarde está sentada en una silla cosiendo la mortaja de su entierro y el gato de la noche va enjaezando su red por la montura de las tejas. Nada es igual cuando el silencio aguarda como el cadáver roto de un geranio la injuria del gusano y de la ameba, cuando...

El lado izquierdo

Aquí en el lado izquierdo, donde duele la herida con más fuerza y el ruido de la muerte es más intenso: me ha crecido una flor esta mañana. Aquí en el lado izquierdo, donde, a veces, la sombra me entreteje con sus ramas de hiedra y de silencio: me ha crecido una flor esta...

Esta turbia corriente

Una turbia corriente me devora Y al tiempo sugerente me convida Llenándome de luz por la ancha herida Que busca en mi confín hora tras hora. Esta turbia corriente arrasadora Que fluye con el agua de mi vida, Esta turbia corriente, esta medida, Me pide la palabra...

Itinerario

Una turbia corriente me devora y al tiempo sugerente me convida llenándome de luz por la ancha herida que busca mi confín hora tras hora. Esta turbia corriente arrasadora que fluye con el agua de mi vida, esta turbia corriente, esta medida, me pide la palabra sin demora. Yo cedo...

Llueve

Está languideciendo lentamente la luz por esta tarde en que se apoya noviembre en el cristal de mi ventana. Llueve. Con esa mansedumbre de una madre que al pecho tiene el hijo que amamanta, está lloviendo azul toda la tarde sobre la piel del patio y la azotea. Los pensamientos...

Nada parece igual al que se queda...

Nada parece igual al que se queda asido al maderamen de la vida en la agenda postrera del naufragio, porque las horas, hambrientas del sabor de la ceniza, acaban de cegarnos los vitrales que el tiempo nos abrió para una historia. Era silencio y tiempo de llorar. Todas las bocas...