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EDEL MORALES


listado de poemas

 
Acumulaciones

Deste poco existir ya estoy cansado de escapar por estas calles sin retorno: mañanas, tardes, noches junto al horno inclemente que mi risa se ha cobrado. Cuando palpo el batir del encrespado mar en la filosa roca de su adorno, cuando actuó escenas casi porno de un tiempo...

Antes del Big Crunch

El Universo expande la finitud de sus cuerdas. No hay bordes. Es de noche alrededor. Y de estos versos —escritos para precisar un instante— nada quedará, finalmente. Lo sé, intentan una imagen imposible del suceso. Perdura en ellos la magia antigua del cazador, su fiebre...

Ayer, mientras leía a Borges

Ayer, mientras leía a Borges, pensé de un modo diferente la tristeza. El polvo al pie de las murallas era el polvo apagado en una tarde de verano, pero en la página viva fue el pulso intemporal de una escritura —suspendida desde antaño...

Bajo una luz muy blanca

En las sucesivas noches de diciembre la música baja desde los pisos superiores hasta mi habitación, iluminada por una luz muy blanca. Yo escribo el renunciamiento de los hombres y me ofrezco jugo de toronjas; luego fumo y contemplo allá arriba las intermitencias del satélite, su destello...

Calle G. 1982

Una noche partíamos almendras en la calle G. Eran más de las 12 y tú y aquella saya de flores blancas, parecían la eternidad. Yo me detuve un momento a contemplar la luz y el paso de los autos por La Habana de 1982. Todo resultaba tan sencillo. El viejo mar bendito frente...

Cansa vivir cada día

Solo. Cansa vivir. Hacer la música del mundo. Cansa. Ofrecer la doble mejilla. Cansa. Administrar frustraciones de otros. Cansa. Alterar. Posponer. Reducir el sentido. Cansa. Cansa vivir cada día. Solo. Con los demás. Solo. Por los demás. Solo. Para los demás. Cansa vivir...

Cápsula especial, intravenosa

Todo e s e d e s a s t r e p u e d e s e r...

Con cierta elegancia

Cierta elegancia en la boca, cierto desacuerdo, conviene –corresponde bien– al modelo que predomina y triunfa. En la ciudad abigarrada. En los festines –sexuados– de sus bares y casonas, conviene: cierta elegancia en la boca, cierto desacuerdo. En las playitas privadas, en los puentes...

Desde el año de la noria

Yo, y el que ustedes imaginan fiero, nos hemos visto antes. Alguna luz murió sin ser por el cansancio. Algún ciruelo perdió raíces desde entonces. Pero no hay día más terco que los años de la adolescencia firme. Yo, y el que ustedes imaginan, preguntamos juntos. Era el año de la noria...

El doble dolor

O poeta é um fingidor, leí una tarde en Pessoa, finge que es loa su loa, dolor su mismo dolor. Escribe siempre el clamor intenso de lo vivido: lo que quiso, lo perdido, el doble dolor que siente cuando finge...

El frío de los años

Dibujaba un rostro de gato en la pared —vacía, nueva, recién pintada. El rostro de un gato sin enigmas y luego su piel —sin manchas. Dibujaba la copia virtual de una copia anterior del rostro posible de un gato ya extinguido —sin vida. El rostro seco de un gato cualquiera...

El largo jueves

T O D O el largo jueves en tertulias por El Vedado; luego, pasar a verte –es posible, el jueves, ya tarde, pasar a verte– es posible, un beso, un gran beso en la boca morbosa, el jueves –una hora de jueves, para arreglar el mundo– (siempre) antes de la noche larga el largo...

Entre dos intolerancias

Entre dos intolerancias: así vamos viviendo, sobre- vaciando el día, la radical oculta en los espejos. Así vamos: educados en la razón fundamental, tablero magro entre dos antagonismos que disputan su partida. Apresados de a tres por bando, de uno en fondo hacia la muerte, así...

Escrituras visibles

La hermosa memoria de un día en el mar. Figuras que sumerges hacia un brazo de agua más tranquilo y limpio, más intenso que la imagen o la palabra fuego, tantas veces igualada por ti a la idea de la libertad. Es todo lo que puedes hacer. Mira el dolor tatuado...

Estuches de ocasión

resígnate a ser un prisionero –uno guardado tras las rejas de la luminosa...

Figurita malva

En la piel ardiente de gozo y confluencias la vi flotar sobre el pecho desbordado de una hembra dura en un viaje demorado: figurita malva que abre otras presencias. Camello en un mar de oscuras transparencias, el azar dispuso un cruce en complicado roce de miradas y almas...

Gastadas imágenes de antaño

Que la tristeza no me impulse hacia el mar. Costas de La Habana, abiertas en los días de invierno de mil novecientos noventa, que la tristeza no me obligue a ser otro. Gastadas imágenes de antaño: la piel de manzana de las niñas en un auto azul y el ojo irónico...

Habitaciones interiores

En el lado oscuro de la claridad doce girasoles germinan y se agotan —mana la sangre. Los jarrones descansan sobre telas y las telas se agotan —mana la sangre. El artista (ya inmóvil, todavía adolescente) fragmenta su miedo y lo esparce en las flores —mana la sangre. Desde...

Los pies desnudos

No tengo nada. Sólo el amor de una muchacha y mis párpados abiertos. Así puedo correr sobre la hierba húmeda y punzante. Sabiendo que...

Los textos escogidos

Después un amigo me envió unos textos de Borges. Eran peligrosas reproducciones en mimeógrafo encuadernadas con el escaso papel de bodega que pudo pagar. Sobre la íntima pobreza que anunciaba el soporte estaban las palabras, la ruidosa inocencia de un gesto de juventud, que...

Los tonos del ángel

El invierno apaga los cielos de la Niña. Pero yo comienzo a descorrer su lámpara. No tengo otro prodigio que el puro deseo (manos, ámenla, no tengo otro prodigio). Más allá de la tarde el piano deja en mí sus nostalgias. Yo digo: Con el muro a la espalda los cómplices van a morir. No llores. Acaso...

Márgenes

En las márgenes del río Máximo, a la caída de la tarde, hice que pasara el tiempo —abstraído en la contemplación. Una hora —un milenio— de gozosa indiferencia hacia las formas de lo real —un siglo cada tarde me permití ese verano. Entonces no conocía otro lenguaje que los habituales juegos...

Mira cómo escribe el intelecto

Mira como vive el intelecto, como escribe: eficacia y buena economía de la lengua, coma y punto, comidillas al margen. mira como escribe sin mayores aflicciones: un texto que dialoga con los otros y se vierte letra a letra hacia sí mismo: libre de chapuzas. eficacia y buena...

Noches de 1980

He visto caer el sol detrás de las colinas. Como esos viejos que se detienen al borde de la acera y pasan las calles aferrados a mi mano. He visto caer el sol detrás de las colinas. Y siento caer las noches...

Otro color, otras figuras geométricas

acompañando el equipaje de William Jones. Magenta o fucsia, oro, turquesa, lavanda, negro, canela, marrón, amarillo y verde en el Brasil, que mezcla iguales elementos a los nuestros. aguamarina o rosa, cuadros violeta, círculos naranja, rombos en ciruela, ocres...

Pisos húmedos

Vuelves a estar en los pisos húmedos de la casa lejana de donde en verdad nunca has partido. En su florescencia de marzo los altos mangos iban también en esos viajes, picoteaban las aves tu café de las seis en el patio de lajas, era la sonrisa de tu hermana lo que iluminaba las postales...

Salones colectivos

Ejercita su vientre y me convida, casi lateral, a proponer un ciclo en la geometría del movimiento. No tan joven, la muchacha que ejercita su vientre en los salones colectivos, quisiera también una mano deslizada, un masaje en la espalda, una porción de crema en los intersticios...

Tercera mirada a la sicología del poema

Escojo palabras en la claridad del día. Sé que es inútil —el resplandor, los claroscuros, la más profunda sombra. Quise un cuerpo limpio y fuerte. Quise caminar por el país. Quise decir lo que sabía y lo que soñaba. Escojo pedazos de agua en la claridad del día Sé que es...

Uno de la ciudad

Ve por el bulevar de Obispo. Olvidado de todo y de todos, con un libro de René Char en la mano, cumple el rito de la ceniza: incluye tu incertidumbre en el relato de las proezas de los otros. Una tarde cualquiera, en la Plaza de Armas, empuja una puerta: el origen dudoso...

Variaciones en los pos(tres) para El Poeta de Cernuda

La edad tendrás entonces que él ahora cuando en el tiempo de la siega y del reposo, honores de un sosiego eterno que apacigua —tu memoria, tu certeza, tu silencio— algunos versos lleves a otras manos para mostrar y hallar signo de vida. Algo nos dirán, en el futuro, voces...

Viendo los autos pasar hacia Occidente

En las pequeñas ciudades del centro de Cuba las calles, habitualmente bulliciosas y dulces, se quedan vacías en los meses de invierno. Yo he vivido esa pesada quietud. Los estudiantes se han marchado a descubrir el mundo y una paz, una extraña y larga ausencia, llega hasta...

Vivian Elena

Tienes la cólera, el enigma, la sabiduría, la altiva belleza, el halo de luz, y el deseo irrefrenable que extravía la razón. Así...