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ERNESTO CARRIÓN


listado de poemas

 
Armisticio de Cassandra

bajo los almendros erguidos por el torcido abrazo de las lluvias, en este día de marzo en que mi palabra calla lo que dice, dios es una mujer batiendo su borracho muslo sobre los ojos de los hombres más pacientes. Un árbol de piedra que amanece rojo entre la nieve, como un miserable. ...

Bizancio

Y no es tan malo el sol, después de todo, cambiando de lugar su gran martillo. Ebrio un mes tras otro sin tocar la tierra. También yo me distraigo. (el ébano legible de toda herrería del hombre calcina nuestras playas) Y por la noche, cuando el rocío hace castillos de los árboles pacientes, ...

Décimo quinto

pero dormir al fin y al cabo sin sobrevivientes sin deserciones pasivas en un lugar tan simple como el extravío secando esta piedra en canto o quemando esta piedra negra que comienza con secreto a elaborarse un futuro pensando munco grotesco en la coja muchedumbre de lo retornante ...

Desconstrucción de Pessoa

Tras las máscaras máscaras me acechan. Álvaro de Campos El comienzo es siempre una simiente que mejora el crimen y el silencio. O sobre el pecho, esta escalera de mundos que no llegan a ninguna puerta, a ninguna cerradura. Que demoran mi temor de no morir ajeno, ...

Ecce Homo

No sé quién de los dos está más solo Desde que soy tu criatura. Selección del autor

El Libro de la Desobediencia (11)

¿Qué es una Tierra donde todos mienten para no estar solos? Donde día a día la brisa copia lo quebrado del silencio. Y el hombre hunde su grasa en una ciudad que no detiene su rumor enorme. ¿Qué es una Tierra, donde la luz apuesta a los más altos vientos que giran hacia nuevas latitudes? ...

El libro de la desobediencia (13)

Sé de un sitio donde podemos comenzar sobre caminos viejos. Donde el viento aún se desprende hacia otros vientos. Y restos de cenizas nos son dados como un rastro que sólo puede conducir a la humildad. Donde la risa ha inventado los harapos.Y ágil el dolor gana memoria. Donde hacemos ...

El mar relee a Safo

Cuán claro este animal enorme, que cerca de mis pies se lame el cráneo. Y cuán grande y fatigada está su sombra, con tantas franjas suaves escondidas. Con tantas fiestas y vitrinas copadas por la luna. Ya pronto, hacia un estanque en silencio, hacia el estrecho de una espuma que aderece, ...

Herreros y alquimistas (7)

el mar existe. Y el cielo puro que cruje entre el cemento. Así la lluvia existe, y la débil danza de su aguja que va deshilachando cada sombra, que por eso dura. Y dios existe; pero igual que un gran artista de maravillosas dotes, nada tiene que ver él con su obra. Pero yo, ...

Holderlin soñado por Scardanelli

A... No es apacible un muerto, como el candil que espera obediente sobre la mesa hueso de papeles, pues nunca guardo mis cantos por la mañana, cantos de la amistad o la bondad de mayo; sea de un solo Dios o de estos dioses, que registran el recorrido de las presas, ...

Nada hay más hermoso...

XII nada hay más hermoso que un hombre muerto retocando su rostro verdadero, bajo el inmenso árbol de la sangre. Y nada hay más honesto que un hombre muerto; callado por su condición de muerto, y no callado por temor al abandono. Y nada hay más hermoso que un hombre muerto; ...

Origen y reconstrucción del primer hombre (Teoría de Caín)

años tuvieron que pasar para reconocer la peste. Sucedió sin embargo, a la misma hora, en que los rayos del sol acostumbraban a reír sin temer ser sorprendidos por el aguacero. Las colinas, mansamente cubiertas por el vaho enemigo, a gusto en los pastizales. ...

Presentación de la niña degollada de mis piernas

la tristeza enorme de los almacenes donde los murciélagos se rascan furiosos la integridad de los días El mármol ardiendo en el horizonte caribeño como una sábana envolviendo la cabeza incinerada de las multitudes Veo una flor de pronto entre las tablas de un río ...

Presentación de los domingos de Misa de Gallo

abril sin recordar demasiado la historia comenzaba con la silla vacía Mi abuela preparaba en grandes ollas de zinc el festín del domingo Ella emocionada Ella domesticando palomas sobre el patio verde El ajo sobre los tallarines El arroz inflamándose doraba la techumbre de los platos ...