| Ah corazón, deja que tus luces siembren... |
|
Ah corazón, deja que tus luces siembren otras estrellas sobre el cielo. Deja corazón que tus luces vayan prendiendo rosas sobre la soledad y sean ellas el dulce puente por donde cruzará la claridad del hombre. Deja corazón que tus luces se abracen a la hierba que sostiene el rocío con amor, ... |
| Atraían verdades... (fragmento) |
|
Atraían verdades mis ojos si miraban. Cuánta humildad y orgullo desde mi intimidad subía a ellos con intención de cielo. En ellos, azul de soledad, se movían heridas que el hombre no conoce todavía. Heridas comparables a las que sufre Dios cuando crea el dolor... |
| Cuando esta red de sombras que no entiendo... |
|
Cuando esta red de sombras que no entiendo con dominio sutil, ciñe mi vida nunca me salva. Ni la palabra pura de mi madre ni los círculos finos de un poema. Cuando la siento, insinuadora y trágica, trepar mi vida como falsa hiedra, nada... |
| El agua es bella... |
|
El agua es bella aunque no tenga flores. Lo piensa el mar pero su sueño es otro. Vivo andar de amapolas perseguidas sueña que le retiene una sirena. Y cada ola quebrándose en la espuma le hace gozar la rosa azul deseada. (JARDÍN Y MAR, XII) De: Las anticipaciones |
| El aire... |
|
El aire, enorme ala se duerme bajo la claridad de la flor. De ahí viene ese afán de quietud que tienen los jardines. En el fino relámpago de un beso se tocan, noche a noche,estrella y flor. De ahí viene ese afán de amor que tienen los jardines. (MIEL ESTÉRIL, IX) De: Las ... |
| Era un viento infantil... |
|
Era un viento infantil, era una aurora en alas, era una prisa pura y sin deleite, era un dibujo hablando para el agua, era el agua tocada y no tocada, el agua sin comienzo, azul, velada, el agua... |
| Esa mano... |
|
Esa mano que en el alba del mundo repartió la amargura y la belleza eligió la amatista para darle el imperio de los sueños. Y dándole el imperio de los sueños le dio el imperio de la poesía. ... Un silencio de flor, de cielo y nube se mueve y se levanta en su interior. (ÁNGEL AMARGO, XIV) ... |
| Hay horas... |
|
Hay horas de flor casi en comienzo; de mariposas que se mueren solas; de jazmines prestados a la nube y de azules perdidos para el agua. Horas de aroma abierta, fiel. (EVIDENCIAS, III) De: Las anticipaciones |
| Huye de mí todo el salvaje goce de sufrir... |
|
Huye de mí todo el salvaje goce de sufrir. En mi órbita de lirio ah! qué calma infinita. Una calma muy blanca que me separa de lo incierto del hombre y de su nébula. Estoy como cercado de vaporosas gasas. La tierra es una fuga que yo no he comprendido. Y mi labor de sangre... |
| Madre, esta tarde no me importa... |
|
Madre, esta tarde no me importa esa mano que le roba colores a la rosa y en la lenta soledad de la piedra los va poniendo para que ésta sueñe. Hoy, no me importa esa mano. Vivo y retengo solo tu rara... |
| Melodía de darnos... |
|
Melodía de darnos... la sagrada melodía de darnos. Ese es el gran acierto de las almas. Es llevar para siempre en nuestra vida el esplendor abierto de una fruta. (ÁNGEL AMARGO, VI) De: Las anticipaciones |
| Melodía de darnos… |
|
Melodía de darnos… la sagrada melodía de darnos. Ese es el gran acierto de las almas. Es llevar para siempre en nuestra vida... |
| Mira hacia arriba el hombre... |
|
Mira hacia arriba el hombre cuando sueña y cuando sueña, vuela. El hombre es casi pájaro. Diríamos mejor: ¡se siente pájaro! Y múltiple de alas y de sueños, sube... ¡gigante dulce! El pájaro también si vuela es porque sueña. …Y la pasión del pájaro y del hombre... |
| Muerta la mariposa... |
|
Muerta la mariposa. Crucificada sobre la cruz de un vuelo. Ahora tiene su cielo entre las hojas... |
| Para cuando el jacinto... |
|
Para cuando el jacinto encienda el aire y la sangre desdeñe su hora mala, el agua fácil de estas evidencias: El agua fácil de estas evidencias para cuando no creas. (EVIDENCIAS, I) De: Las anticipaciones |
| Sobre mi corazón... |
|
Sobre mi corazón yo no habría podido sufrir un silencio de rosa. Hubiera muerto helado un silencio... |
| Tú, desdoblada cinta al aire... |
|
Tú, desdoblada cinta al aire. Yo, la mitad de un ala apenas. De la amapola eres discípula. A mí me eligen los cardales. Un sol de agua te divierte. Yo al girasol le corro nubes. Le acortas vuelo a la calandria. Yo no le robo el aire a nadie. Te sobran siempre mariposas. Yo, a la lombriz... |
| Un sitio blanco... |
|
Un sitio blanco y un latido mudo. Muerta la rosa mía. Donde ella muere, madre, no hay que cruzar pisando fuerte. Lo sabe el viento, el pájaro, esa sima sin grietas del sexo... |
| Una campana... |
|
Una campana y tres calandrias toman mi corazón, (éste sólo de aljaba) y lo reparten: mitad para la niña y el anillo algo para la estatua y la limosna, y lo demás al naranjal y al viento. (MALVA VI) De: Las anticipaciones |
|