| Amor |
|
Yo lo soñé impetuoso, formidable y ardiente; hablaba el impreciso lenguaje del torrente; era un mar desbordado de locura y de fuego, rodando por la vida como un eterno riego. Luego lo soñé triste, como un gran sol poniente que dobla ante la noche la cabeza de fuego; después rió, y... |
| Batiendo la selva |
|
Cuando cruzas la selva tras los corzos sedeños y albos; la melena feroz, los ojos crueles, entre la blanca fuga de tus raros lebreles, sobre el corcel de nieve, Nemrok de los ensueños, yo deleito mi oído en el vuelo sonoro del alma misteriosa de tu olifante de oro, y golosa... |
| Ceguera |
|
Me abismo en una rara ceguera luminosa, un astro, casi un alma, me ha velado la Vida. ¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa, o en su disco de luz he quedado prendida? No sé... Rara ceguera que me borras el mundo, estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo. ¡Dame tu luz ... |
| El arroyo |
|
Te acuerdas? El arroyo fue la serpiente buena... Fluía triste y triste como un llanto de ciego cuando en las piedras grises donde arraiga la pena como un inmenso lirio se levantó tu ruego. Mi corazón, la piedra más gris y más serena, despertó en la caricia de la corriente y luego sintió cómo la... |
| El cisne |
|
Pupila azul de mi parque es el sensitivo espejo de un lago claro, muy claro... tan claro que a veces creo que en su cristalina página se imprime mi pensamiento. Flor del aire, flor del agua, alma del lago es un cisne con dos pupilas humanas, grave y gentil como un príncipe; ... |
| El intruso |
|
Amor, la noche estaba trágica y sollozante cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura; luego, la puerta abierta sobre la sombra helante, tu sombra fue una mancha de amor y de blancura. Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante; bebieron en mi copa tus labios ... |
| El poeta leva el ancla |
|
El ancla de oro canta…La vela azul asciende como el ala de un sueño abierta al nuevo día. ¡Partamos, musa mía! Ante la proa alegre un bello mar se extiende. En el oriente claro como un cristal, esplende el fanal sonrosado de Aurora. Fantasía estrena un raro traje lleno de... |
| El rosario de Eros (Cuentas de fuego) |
|
Cerrar la puerta cómplice con rumor de caricia, deshojar hacia el mal el lirio de una veste... -La seda es un pecado, el desnudo es celeste; y es un cuerpo mullido un diván de delicia.- Abrir brazos...así todo ser es alado, o una cálida lira dulcemente rendida de canto y de silencio... ... |
| El surtidor de oro |
|
Vibre, mi musa, el surtidor de oro la taza rosa de tu boca en besos; de las espumas armoniosas surja vivo, supremo, misterioso, eterno, el amante ideal, el esculpido en prodigios de almas y de cuerpos; debe ser vivo a fuerza de soñado, que sangre y alma se me va en los sueños; ... |
| El vampiro |
|
En el regazo de la tarde triste yo invoqué tu dolor...Sentirlo era ¡sentirte el corazón! Palideciste hasta la voz, tus párpados de cera bajaron...y callaste...Pareciste oír pasar la Muerte...Yo que abriera tu herida mordí en ella -¿me sentiste? ¡como en el oro de un panal mordiera! ... |
| En el camino |
|
Yo iba sola al Misterio bajo un sol de locura, y tú me derramaste tu sombra, peregrino; tu mirada fue buena como una senda oscura, como una senda húmeda que vendar el camino. Me fue pródiga y fértil tu alforja de ternura: tuve el candor del pan, y la llama del vino; mas tu alma ... |
| Explosión |
|
Si la vida es amor, ¡bendita sea! ¡Quiero más vida para amar! Hoy siento que no valen mil años de la idea lo que un minuto azul del sentimiento. Mi corazón moría triste y lento... Hoy abre en luz como una flor febea; ¡La vida brota como un mar violento donde la mano del amor golpea! ... |
| Fiera de amor |
|
Fiera de amor, yo sufro hambre de corazones. De palomos, de buitres, de corzos o leones, no hay manjar que más tiente, no hay más grato sabor; había ya estragado mis garras y mi instinto, cuando erguida en la casi ultratierra de un plinto me deslumbró una estatua ... |
| Fue al pasar |
|
Yo creí que tus ojos anegaban el mundo... Abiertos como bocas en clamor... Tan dolientes que un corazón partido en dos trozos ardientes parecieron... Fluían de tu rostro profundo como dos manantiales graves y venenosos... fraguas a fuego y sombra, ¡tus pupilas!... tan hondas que no sé ... |
| Inextinguible |
|
¡Oh tú que duermes tan hondo que no despiertas! Milagrosas de vivas, milagrosas de muertas, y por muertas y vivas eternamente abiertas, alguna noche en duelo yo encuentro tus pupilas bajo un trapo de sombra o una blonda de luna. Bebo en ellas la Calma como en una laguna. Por hondas, ... |
| Intima |
|
Yo te diré los sueños de mi vida en lo más hondo de la noche azul... Mi alma desnuda temblará en tus manos, sobre tus hombros pesará mi cruz. Las cumbres de la vida son tan solas, ¡tan solas y tan frías! Yo encerré mis ansias en mi misma, y toda entera como una torre de marfil me alcé. ... |
| La barca milagrosa |
|
Preparadme una barca como un gran pensamiento... La llamarán La Sombra unos, otros La Estrella . No ha de estar al capricho de una mano ó de un viento: Yo la quiero consciente, indominable y bella. La moverá el gran ritmo de un corazón sangriento de vida sobrehumana; ... |
| La copa del amor |
|
¡Bebamos juntos en la copa egregia! Raro licor se ofrenda a nuestras almas, ¡Abran mis rosas su frescura regia a la sombra indeleble de tus palmas! Tú despertaste mi alma adormecida en la tumba silente de las horas; a ti la primer sangre de mi vida ¡en los vasos de luz de mis auroras! ... |
| La estatua |
|
Miradla, así sobre el follaje oscuro recortar la silueta soberana… ¿No parece el retoño prematuro de una gran raza que será mañana? Así una raza inconmovible, sana, tallada a golpes sobre mármol duro, de las vastas campañas del futuro desalojara a la familia humana. Miradla... |
| La ruptura |
|
Érase una cadena fuerte como un destino, Sacra como una vida, sensible como un alma; La corté con un lirio y sigo mi camino Con la frialdad magnífica de la Muerte...Con calma Curiosidad mi espíritu se asoma a su laguna Interior, y el cristal de las aguas dormidas, Refleja un dios ... |
| Lo inefable |
|
Yo muero extrañamente... No me mata la Vida, no me mata la Muerte, no me mata el Amor; muero de un pensamiento mudo como una herida. ¿No habéis sentido nunca el extraño dolor de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor? ¿Nunca llevasteis... |
| Los relicarios dulces |
|
Hace tiempo, algún alma ya borrada fue mía. Se nutrió de mi sombra... Siempre que yo quería el abanico de oro de su risa se abría, o su llanto sangraba una corriente más; alma que yo ondulaba, tal una cabellera derramada en mis manos... Flor del fuego y la cera, murió de ... |
| Nocturno |
|
Fuera, la noche en veste de tragedia solloza como una enorme viuda pegada a mis cristales. Mi cuarto... por un bello milagro de la luz y del fuego mi cuarto es una gruta de oro y gemas raras: tiene un musgo tan suave, tan hondo de tapices, y es tan vívida y cálida, tan dulce que me creo ... |
| Ofrendando el libro |
|
Porque haces tu can de la leona más fuerte de la Vida, y la aprisiona la cadena de rosas de tu brazo. Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo esencial de los troncos discordantes del placer y el dolor, plantas gigantes. Porque emerge en tu mano bella y fuerte, como en broche de míticos diamantes ... |
| Otra estirpe |
|
Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego... pido a tus manos todopoderosas ¡su cuerpo excelso derramado en fuego sobre mi cuerpo desmayado en rosas! La eléctrica corola que hoy despliego brinda el nectario de un jardín de Esposas; para sus buitres en mi carne entrego todo un enjambre de palomas rosas. ... |
| Plegaria |
|
-Eros: ¿acaso no sentiste nunca piedad de las estatuas? Se dirán crisálidas de piedra de yo no sé qué formidable raza en una eterna espera inenarrable. Los cráteres dormidos de sus bocas dan la ceniza negra del silencio, mana de las columnas de sus hombros la mortaja copiosa de la calma, ... |
| Rebelión |
|
La rima es el tirano empurpurado, es el estigma del esclavo, el grillo que acongoja la marcha de la Idea. ¡No aleguéis que es de oro! ¡El pensamiento no se esclaviza a un vil cascabeleo! Ha de ser libre de escalar las cumbres, entero como un dios, la crin revuelta, la frente al sol, al... |
| Serpentina |
|
¡En mis sueños de amor, yo soy serpiente! liso y ondulo como una corriente; Dos píldoras de insomnio y de hipnotismo son mis ojos; la punta del encanto es mi lengua... ¡y atraigo como el llanto! Soy un pomo de abismo. Mi cuerpo es una cinta de delicias, Glisa y ondula ... |
| Serpentina |
|
En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente! Gliso y ondulo como una corriente; Dos píldoras de insomnio y de hipnotismo Son mis ojos; la punta del encanto Es mi lengua... ¡y atraigo como el llanto! Soy un pomo de abismo. Mi cuerpo es una cinta de delicia, Glisa y ondula... |
| Tú dormías |
|
Engastada en mis manos fulguraba como extraña presea, tu cabeza; yo la ideaba estuches, y preciaba luz a luz, sombra a sombra su belleza. En tus ojos tal vez se concentraba la vida, como un filtro de tristeza en dos vasos profundos... Yo soñaba que era una flor de mármol tu cabeza... ... |
| Tus ojos, esclavos moros |
|
En tu frialdad se emboscaban los grandes esclavos moros; negros y brillando en oros de lejos me custodiaban. Y, devorantes, soñaban en mí no sé qué tesoros… Tras el cristal de los lloros guardaban y amenazaban. Ritmaban alas angélicas, ritmaban manos luzbélicas... |
| Una chispa |
|
Fue un ensueño de fuego con luces fascinantes y fieras de rubíes tal heridos diamantes: rayo de sangre y fuego incendió de oro y púrpura todo mi Oriente gris. Me quedé como ciego… ¡Qué luz!...-¿Y... |
|