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JORGE ZALAMEA


listado de poemas

 
Como los lectores de libros sacros… (El sueño de las escalinatas 1)

Como los lectores de libros sacros, los pregoneros de milagrerías y los loteadotes de paraísos y nirvanas, también yo he de sentarme de espaldas al Río, frente a las escalinatas plagadas de creyentes y obsedidas de dioses vivos y muertos; frente a los Templos de ladrillo...

Debo también, oh creyentes… (El sueño de las escalinatas 6)

Debo también, oh creyentes, denunciar la estulticia, el abuso y el mito de las Vacas Sagradas que ambulan, torpes y lentas, por estas escalinatas. No son aquí —como la novilla alcanzada y penetrada por el dios— criaturas de belleza, vida y amor. Sino arilo vacío, matriz estéril, cesta...

Detrás de mí está el Río… (El sueño de las escalinatas 4)

Detrás de mí está el Río. Lo siento correr sobre mis riñones y cómo los ciñe con su fluyente y yerta cadena de plomo, invitándome al lento viaje de la muerte, como a vosotros: seres de condición contradicha y de voluntad incierta. Pero sigue la audiencia y prosigue la acusación. Y te...

Detrás está la ciudad… (El sueño de las escalinatas 2)

Detrás está la ciudad: henchida, clueca, erizada de cúpulas, minaretes y terrazas, empollando sus muchos siglos; rumiando su pasado, tal una vaca bajo el bordoneo de los tábanos; pasando y repasando su rosario de lunas y de soles a la manera de un fakir encenizado; censando...

El grito

Un grito, un grito,un grito más duro que el dentado cuerno curvado del dorado escarabajo mimetizado entre las cañas de oro; más invasor que el espino en los jardines de los abuelos intestados; más veloz que el arpón del asesino que vuela sobre las aguas y se clava en ellas ...

El hombre solo, el hombre en cuclillas… (El sueño de las escalinatas 9)

El hombre solo, el hombre en cuclillas sobre las escalinatas, el insensato que ha echado sobre sus hombros el censo de la miseria y el denuncio de sus promotores y usufructuarios, dicho todo esto y después de arder en la pira de la cólera, no puede esperar a que la audiencia...

El sueño de las escalinatas

Como los lectores de libros sacros, los pregoneros de milagrerías y los loteadotes de paraísos y nirvanas, también yo he de sentarme de espaldas al Río, frente a las escalinatas plagadas de creyentes y obsedidas de dioses vivos y muertos; frente a los Templos de ladrillo y cobre ...

Imprecación del hombre de Kenya

Y si me da la gana de atravesar a nado el enorme río? Y si me da la gana de empinarme más que la jirafa? Y si me da la gana de hacerme con la piel del ocelote un escudo y con su colaun adorno? Y si me da la gana de ganarle en la carrera a la gacela? ...

La carga ahora contra los Palacios… (El sueño de las escalinatas 8)

La carga ahora contra los Palacios! ¡La carga sí contra esa crestería de mármoles varicosos, de oxidados cobres, de roídos ladrillos amarillos que aquí, sobre las escalinatas, sobre los Templos, frente al Río y a espaldas de la ciudad cuitada, impone a todos insolentemente...

La queja del niño negro

Las tortillas de maíz no me saben a nada, madre. Los níqueles no me sirven de nada, madre. El traje nuevo no me alegra nada, madre. Nada me sirve de nada porque soy un niño negro. ¡Pero si estás hecho de miel y leche, hijo! ¿De miel negra, madre? ¡No! De miel... ...

Montada está la escena… (El sueño de las escalinatas 5)

Montada está la escena. Plena la audiencia. Aquí, sobre las escalinatas, frente a los Templos, bajo los Palacios y con el Río ciñendo mis lomos. Una gran audiencia humana que espera, sorbiéndose los labios amargos y restregando coléricamente uno contra otro los nudos...

Narcisiana

Ésta era otra casa. La de los muchos patios: el patio de las ceremonias y los grandes; el patio de los huéspedes bienvenidos; el patio de los niños; el patio de las criadas; el patio de los lavaderos y los bebederos; el patio de las caballerizas; el patio de las aves de corto vuelo; ...

Ofrenda

(Variaciones sobre un texto de Saint-John Perse: MARES: Las Trágicas vinieron...). Depilamos las largas mechas de nuestras axilas de grandes leonas cautivas. El acre vello negro, rojo o rubio, o color de bellota calcinada, que nos adorna y mancha, depilamos! ...

Primer levantamiento del árbol genealógico de una estatua pascuana

(Variaciones sobre un antiguo mito de los indígenas de la isla de Pascua). El agua marina se convirtió en espuma de playa; la espuma se convirtió en hierba sobre la tierra; la hierba se convirtió en liana sobre la roca; la liana se convirtió en vena de la roca. ...

Y ya se lanza la carga… (El sueño de las escalinatas 7)

Y ya se lanza la carga, oh creyentes, contra los Templos. Hasta ahora anduvimos bajo el engaño y el terror de innúmeros dioses incógnitos y adversos: Todas aquellas galaxias y nebulosas de tan lenta o vertiginosa gravitación, interrogadas por el hombre y sin poder cosa...

Ya estáis aquí, creyentes… (El sueño de las escalinatas 3)

Ya estáis aquí, creyentes, en torno mío, poblando las escalinatas. Y va a ser posible abrir la audiencia, pues otras gentes de vuestra misma condición contradicha han venido de todos los rumbos: ora por sobre las sobresaltadas praderas marítimas; ora traspasando...