| Ars Vivendi |
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I Hay que destruirse. Incendiarse. Romper con los recuerdos. Asaltar el crepúsculo. Robar la rosa extraña del jardín. Vivir en la violencia y no en el gris. Convertir el tiempo en pasión, hiedra sutil devoradora. No huir jamás de la mujer ni de la poesía, difíciles, pero reconfortantes. ... |
| Cancioncilla |
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Qué clara paz interior qué dulce y grata la sombra del naranjo, sus amarillos y sus pájaros, todo tiene un aire provinciano. Recuerdo la infancia, el rezo, el ángelus de mi alma. Estoy así, tan íntimo y tan pleno, que soy uno más del pueblo, de este pueblecito apartado del mundo donde todos ... |
| Ciego afán |
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I Adiós digo al vecino, al hermano, al dios que me empuja, al aire, a la tormenta. Adiós a la muchacha que se quedó perdida en mis poemas y nadie pudo borrar, ni el tiempo, ni los viajes, ni las lluvias. Y está en mí a pesar de la oración que nunca dije. Adiós a las corbatas, ... |
| Corazón, te pareces a las grandes ciudades |
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Corazón, te pareces a las grandes ciudades. En ti viven hombres soberbios y terribles. Sobre tus altas torres de silencio dejan su protesta. Nada les detiene. A veces huyen a sus habitaciones y se esconden de la noche. Acaso tiemblan su miedo, su hambre o su miseria. ... |
| Mientras me llevan esposado |
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I Vino un hombre y me llevó del brazo, a la fuerza, esposado. Me enseñó una tarjeta, un revólver y su alma. Me enseñó sus ojos y me pidió disculpas. Dijo que cumplía órdenes . Me habló de su mujer y sus pequeños hijos. En medio de la pena pronunció estas palabras: perdone, se tiene que vivir . ... |
| Puro asombro |
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Las mariposas rondan el espejo. Tiembla el corazón, tan solitario. En el jardín cercano el perfume rompe distraídamente sus veleros. El aire tiene perfiles raros. La sombra es casi aroma. Y en toda la casa el silencio impone sus brevedades de oro. Dentro de mí hay claridad, ... |
| Tiempo de recorrer caminos |
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I Vamos, amor, a recorrer caminos, el tiempo rompe afuera sus relojes. Todo es propicio para iniciar el viaje. Ven, no temas. Tuyo es el día y mía es la noche. Tenemos junto a nosotros a los hijos, la cosecha mayor. Y mi corazón, jamás ha sentido como ahora este llamado. ... |
| Y voy y vengo incierto |
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Me pregunto si nada ha cambiado, si no hubo antes pájaros, estrellas, vientos y lluvias, nieves que fueran blanco preludio de la infancia. Me pregunto si las estaciones y los hombres han sido siempre iguales, mudables como la llama del espejo, violentos como el dulce amanecer. Me pregunto ... |
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