| Amémonos |
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Bajo las alas de este laurel florido, Amémonos. El viejo y eterno lampadario De la luna ha encendido su fulgor milenario Y este rincón de hierba tiene calor de nido. Amémonos. Acaso haya un fauno escondido Junto al tronco del dulce laurel hospitalario Y llore al encontrarse ... |
| Bajo la lluvia |
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¡Cómo resbala el agua por mi espalda!¡Cómo moja mi falda, Y pone en mis mejillas su frescura de nieve!Llueve, llueve, llueve,Y voy, senda adelante, Con el alma ligera y la cara radiante,Sin sentir, sin soñar, Llena de la voluptuosidad de no pensar.Un pájaro se baña En una charca turbia. ... |
| Como la primavera |
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Como una ala negra tendí mis cabellosSobre tus rodillas. Cerrando los ojos su olor aspirasteDiciéndome luego: ¿Duermes sobre piedras cubiertas de musgos? ¿Con ramas de sauces te atas las trenzas? ¿ Tu almohada es de trébol? ¿Las tienes tan negras Porque acaso en ella exprimiste un zumo ... |
| Como una sola flor desesperada |
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Lo quiero con la sangre, con el hueso, con el ojo que mira y el aliento, con la frente que inclina el pensamiento, con este corazón caliente y preso, y con el sueño fatalmente obseso de este amor que me copa el sentimiento, desde la breve risa hasta el lamento, ... |
| Cual la mujer de Lot |
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Un perfume de amor me acompañaba. Volvía hacia la aldea de la cita, bajo la paz suprema e infinita que el ocaso en el campo destilaba. En mis labios ardientes aleteaba la caricia final, pura y bendita, y era como una alegre Sulamita que a su lar, entre trigos regresaba. ... |
| Despecho |
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¡Ah, qué estoy cansada! Me he reído tanto, tanto, que a mis ojos ha asomado el llanto; tanto, que este rictus que contrae mi boca es un rastro extraño de mi risa loca. Tanto, que esta intensa palidez que tengo (como en los retratos de viejo abolengo) es por la fatiga de la loca risa que en todo mi cuerpo ... |
| El dulce milagro |
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¿Que es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen. Rosas, rosas, rosas a mis dedos crecen. Mi amante besóme las manos, y en ellas, ¡oh gracia! brotaron rosas como estrellas. Y voy por la senda voceando el encanto y de dicha alterno sonrisa con llanto y bajo el milagro de mi encantamiento se aroman ... |
| El fuerte lazo |
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Crecí para ti. Tálame. Mi acacia implora a tus manos el golpe de gracia. Florí para ti. Córtame. Mi lirio al nacer dudaba ser flor o ser cirio.Fluí para ti.Bébeme. El cristal envidia lo claro de mi manantial. Alas di para ti. Cázame. Falena, rodeo tu llama de impaciencia llena. Por ti sufriré. ... |
| El nido |
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Mi cama fue un roble y en sus ramas cantaban los pájaros. Mi cama fue un roble y mordió la tormenta sus gajos. Deslizo mis manos por sus claros maderos pulidos, y pienso que acaso toco el mismo tronco donde estuvo aferrado algún nido. Mi cama fue un roble. Yo duermo en un árbol. ... |
| El pozo |
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Asiento de musgo florido sobre el viejo brocal derruido. Sitio que elegimos para hablar de amor, bajo el enorme paraíso en flor. ¡Ay, pobre del agua que del fondo mira, tal vez envidiosa, quizás dolorida! ¡Tan triste la pobre, tan muda, tan quieta bajo esta nerviosa ramazón violeta! Vámonos. No quiero ... |
| El vendedor de naranjas |
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Muchachuelo de brazos cetrinos Que vas con tu cesta, Rebosando naranjas pulidas De un caliente color ambarino; Muchachuelo que fuiste a las chacras Y a los árboles amplios trepaste Como yo me trepaba cuando era Una libre chicuela salvaje; Ven acá muchachuelo; yo... |
| Espectro |
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La rosa sola en la noche, Más pálida que ninguna Y nadie sabe por qué, Misteriosamente, alumbra. La rosa fina en el viento, La rosa erguida y eterna, Tan sola como una muerta Sobre su cama de piedra. No veo más que la rosa, La rosa que abrió en la tarde ¡La rosa... |
| Fusión |
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Mi alma en torno a tu alma se ha hecho un nudo apretado y sombrío. Cada vuelta del lazo sobre humano se hace raíz, para afianzarse hondo, y es un abrazo inacabable y largo que ni la muerte romperá. ¿No sientes cómo me nutro de tu misma sombra? Mi raíz se ha trenzado a tus raíces ... |
| Implacable |
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Y te dí el olor De todas mis dalias y nardos en flor. Y te dí el tesoro De las hondas minas de mis sueños de oro. Y te dí la miel, Del panal moreno que finge mi piel. ¡Y todo te dí! Y como una fuente generosa y viva para tu alma fui. Y tú, dios de piedra Entre cuyas manos ni la yedra medra; ... |
| La cita |
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Me he ceñido toda con un manto negro. Estoy toda pálida, la mirada extática. Y en los jos tengo partida una estrella ¡Dos triángulos rojos en mi faz hierática! Ya ves que no luzco siquiera una joya, Ni un lazo rosado, ni un ramo de dalias. Y hasta me he quitado las hebillas ricas ... |
| La cuna |
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Si yo supiera de qué selva vino El árbol vigoroso que dio el cedro Para tornear la cuna de mi hijo… Quisiera bendecir su nombre exótico. Quisiera adivinar bajo qué cielo, Bajo qué brisa fue creciendo lento El árbol que nació con el destino De ser tan puro y diminuto lecho. Yo elegí... |
| La espera |
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¡Oh lino, madura, que quiero tejer sábanas del lecho donde dormirá mi amante, que pronto, pronto tornará (Con la primavera tiene que volver.) ¡Oh rosa, tu prieto capullo despliega! Has de ser el pomo que arome su estancia. Concentra colores, recoge fragancia, dilata tus poros, ... |
| La estrella |
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Puño cerrado de la tormenta contra la clara mejilla de luz. La tarde hoy no tendrá el collar de júbilo de mi risa ni el horizonte ha de endulzarse con un filo azul. Ramazón ardida del relámpago sobre el despeluzado cardal del mar. En el dibujo de Doré soy un alma que espera ... |
| La higuera |
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Porque es áspera y fea, Porque todas sus ramas son grises Yo le tengo piedad a la higuera. En mi quinta hay cien árboles bellos: Ciruelos redondos, Limoneros rectos Y naranjos de brotes lustrosos. En las primaveras Todos ellos se cubren de flores En torno a la higuera. Y la pobre parece tan triste... |
| La hora |
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Tómame ahora que aún es temprano y que llevo dalias nuevas en la mano. Tómame ahora que aún es sombría esta taciturna cabellera mía. Ahora , que tengo la carne olorosa, y los ojos limpios y la piel de rosa. Ahora que calza mi planta ligera la sandalia viva de la primavera ... |
| La hora |
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Tómame ahora que aun es temprano y que llevo dalias nuevas en la mano. Tómame ahora que aun es sombría esta taciturna cabellera mía. Ahora que tengo la carne olorosa y los ojos limpios y la piel de rosa. Ahora que calza mi planta ligra la sandalia viva de la primavera. Ahora que mis labios ... |
| La inquietud fugáz |
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He mordido manzanas y he besado tus labios. Me he abrazado a los pinos olorosos y negros. Hundí, inquieta, mis manos en el agua que corre. He huroneado en la selva milenaria de cedros que cruza la pradera como una serpie grave, y he corrido por todos los pedrosos caminos ... |
| La invitación |
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Si vieras qué cama tan suave es el pasto Cuando recién nace, verde claro y húmedo!... Parece que uno durmiera entre panas. El plumón del bosque se me antoja el musgo. ¡Y tanto como hace que en él no me acuesto! ¿Vamos este año, por Enero, al campo? Se vuelve uno triste... |
| La pequeña llama |
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Yo siento por la luz un amor de salvaje. Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge. ¿No será, cada lumbre, un cáliz que recoge El calor de las almas que pasan en su viaje? Hay unas pequeñitas, azules, temblorosas, Lo mismo que las almas taciturnas y buenas. Hay otras casi... |
| La promesa |
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¡Todo el oro del mundo parecía diluído en la tarde luminosa! Apenas un crepúsculo de rosa, la copa de los árboles teñía. Un imprevisto amor, mi mano unía a tu mano, morena y temblorosa. ¡Eramos Booz y Ruth ante la hermosa era que circundaba la alquería! ¿Me amarás? , murmuraste. ... |
| La sed |
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Tu beso fue en mis labios de un dulzor refrescante. y moras negras me dio tu boca amante. Cansada me acosté sobre los pastos con tu brazo tendido, por apoyo. Y me cayó tu beso entre los labios, como un fruto maduro de la selva o un lavado guijarro del arroyo. Tengo sed otra vez, amado mío. ... |
| Las lenguas de diamante |
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Bajo la luna llena, que es una oblea de cobre, vagamos taciturnos en un éxtasis vago, como sombras delgadas que se deslizan sobre las arenas de bronce de la orilla del lago. Silencio en nuestros labios una rosa ha florido. ¡Oh, si a mi amante vencen tentaciones de hablar!, ... |
| Lo imposible |
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Ah si pudiera ser de piedra o cobre Para no sufrir! Para que así dejara de fluir La cisterna salobre De mi corazón. Para que así mis ojos se apagaran Cual dos trozos mojados de carbón. ¡Convertir en metal la greda viva, La greda miserable y sensitiva... |
| Lo que soy para tí |
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CIERVA, que come en tus manos la olorosa hierba. CAN, que sigue tus pasos doquiera que van. ESTRELLA, para ti doblada de sol y centella. FUENTE, que a tus pies ondula como una serpiente. FLOR, que para ti solo da mieles y olor. Todo eso yo soy para ti, mi alma... |
| Luna fina |
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Ay luna nueva, fresquita Como una hilacha del día, Que en el cielo azul y claro La tarde dejó perdida! ¡Ay luna recién llegada, Que en el fondo del aljibe Pareces una pestaña Caída en el agua triste! Voy a pedirte una gracia... (Dicen que es bueno pedirla Cuando la luna... |
| Millonarios |
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Tómame de la mano. Vámonos a la lluvia descalzos y ligeros de ropa, sin paraguas, con el cabello al viento y el cuerpo a la caricia oblicua, refrescante y menuda, del agua. ¡Que rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia, ... |
| Noche de Lluvia |
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Llueve... Espera, no duermas, estáte atento a lo que dice el viento y a lo que dice el agua que golpea con sus dedos menudos en los vidrios. ¡Cómo estará de alegre el trigo ondeante! ¡Con qué avidez se esponjará la hierba! ¡Cuántos diamantes colgarán ahora del ramaje profundo de los pinos! ... |
| Olor frutal |
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Con membrillos maduros Perfumo los armarios. Tiene toda mi ropa Un aroma frutal que da a mi cuerpo Un constante sabor a primavera. Cuando de los estantes Pulidos y profundos Saco un brazado blanco De ropa íntima, Por el cuarto se esparce Un ambiente de huerto. ¡Parece ... |
| Otoño |
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Para qué recordar las angustias pasadas Si hoy el día está tibio y el cielo está luciente? Ahora que de veras me estoy volviendo triste, Le huyo a la tristeza y ansío estar alegre. Otoño. Una muchacha pasa con un canasto Lleno de culantrillos y ramos de violetas. ¡Violetas! Nuestro... |
| Panteísmo |
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Siento un acre placer en tenderme en la tierra, bajo el sol matutino tibia como una cama. Bajo mi cuerpo, ¡cuánta vida mi vientre encierra! ¡Quién sabe qué diamante esconde aquí su llama! ¡Quién sabe qué tesoro, dentro de una mirada, surgirá de este mismo lugar donde reposo, ... |
| Raíz salvaje |
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Me ha quedado clavada en los ojos la visión de ese carro de trigo que cruzó rechinante y pesado sembrando de espigas el recto camino. ¡No pretendas ahora que ría! ¡Tú no sabes en qué hondos recuerdos estoy abstraída! Desde el fondo del alma me sube un sabor de pitanga a los labios. ... |
| Regreso |
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He de tener mis sauces, mis mastines Mis rosas y jacintos como antes. Han de volver mis duendes caminantes Y mi marina flota de delfines. Retornarán los claros serafines, Mis circos con enanos y elefantes, Mis mañanas de abril, alucinantes En mi caballo de alisadas crines. He de beber... |
| Retorno |
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Con la cántara llena de agua, Y la boca de moras teñida, Y crujiente de espinas la enagua, Y en el moño una rosa prendida, De la fuente retorno, abismada En el dulce evocar de la cita. Y se hermana la tarde dorada Con la luz que en mis ojos palpita. Una extraña fragancia... |
| Salvaje |
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Bebo del agua limpia y clara del arroyo y vago por los campos teniendo por apoyo un gajo de algarrobo liso, fuerte y pulido que en sus ramas sostuvo la dulzura de un nido. Así paso los días, morena y descuidada sobre la suave alfombra de la grama aromada, comiendo ... |
| Sueño |
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¿Sueño? ¡Beso que ha mordido mi carne y mi boca con su mordedura que hasta el alma toca! ¡Beso que me sorbe lentamente vida como una incurable y ardorosa herida! ¡Fuego que me quema sin mostrar la llama y que a todas horas por más fuego clama! ¿Fue una boca bruja o un labio hechizado ... |
| Supremo triunfo |
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Estoy ahora impregnada toda yo de dulzura. Desde que me besaste, toda yo soy amor. Y en la vida y la muerte, en lecho y sepultura, ya no seré otra cosa que amor, amor, amor.... En la carne y el alma, en la sombra y los huesos, ya no tendré más nunca otro olor y sabor, ... |
| Te doy mi alma desnuda |
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Te doy mi alma desnuda, como estatua a la cual ningún cendal escuda. Desnuda con el puro impudor de un fruto, de una estrella o una flor; de todas esas cosas que tienen la infinita serenidad de Eva antes de ser maldita. De todas esas cosas, frutos, astros y rosas, que no sienten vergüenza del sexo ... |
| Vida - garfio |
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Amante: no me lleves, si muero al camposanto A flor de tierra abre mi fosa, junto al riente alboroto divino de alguna pajarera o junto a la encantada charla de alguna fuente A flor de tierrra, amante. Casi sobre la tierra, donde el sol me caliente los huesos, y mis ojos, alargados en tallos, ... |
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