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CLARA FERNÁNDEZ MORENO


listado de poemas

 
Grado cero

imposible saber cuándo comienza el grado cero relámpagos mojados cubren la cara hacen gente torpe es que incapaz y débil no puedo saber mi amor amado en qué momento te hiciste un trozo de eternidad

Haydee Thompson

llueve el toldo verde las cartas los retratos se mezclan están los hijos y los hijos una mujer mira todo reduce la ciudad para poder decirla no hay dimensiones no hay distancias el techo de jazmines del gran patio del pasado abre la vida de la mujer ahí está en los grandes resplandores ...

Mis más vivos

árboles en el olor de la siesta en el fondo de la casa en un calor en un espejo en un baño de porcelana entrando higueras y hojas con los bordes quemados hasta las canillas y sus raíces llegaban al portón que a las cuatro de la tarde cuidaba ese patio celestial cuando mis primos ...

no nada

no hablé no escribí no dibujé en mi cuerpo no entré al río no le dije te quiero no miré los sicomoros hace tanto que nada en la ventisca de la vida un día besaste mi mano hace tanto

Poema después de una fiesta

Hoy día como aquel que volamos la selva bajo del alba llegando justo al parto del sentimiento abierto días en que no se puede no verte en que quiero salir desde los álamos y echarme montaña abajo para no sentir que quiebro Hay días que se parten en la lanza de tu voz...

San Sebastián

cuál es la diosa la que dice debe ser sacrificado que se arrojen las flechas salga sangre de su pecho y erguida en la proa erguida frente a la arena de fuego y luz dicta hambre sed y miedo la diosa no sabe de justicia ni de bondad tiene alas que parecen de amor pero son de ira de nieve ...

Soles

búscame, descúbreme mundo húmeda medusa las algas rondan suavemente encuéntrame, tiempo, compréndeme, mundo mi región más profunda está libre atiéndeme, espacio alúmbrame, sol que surjan las nubes y el tiempo y el espacio me esperen

Vida de mujer

Vivo allí donde el sol no entra ni pan ni nadie con prisa siempre con el corazón en el correo persiguiendo recetarios perdidos en valijas imposibles de abrir vivo en las sillas que ornaban el consultorio del antiguo médico junto a la percha donde sus pacientes colgaban el paraguas ...