| La Zarza de Moisés |
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Aquí tuve la fiebre. Grandes selvas se extienden ante mí: eran zarzas y ardían, eran ardiente espino, pero no se quemaban. Yo conocí estos templos en toda su pujanza, conocí el santuario con doscientas vestales, las ofrendas magníficas y las túnicas blancas que daban un sonido de timbal ... |
| La Zarza de Moisés (La soledad constante) |
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(A Víctor Hugo) Si uno sólo quedara, ése quisiera ser: porque el discernimiento hace grande lo grande y sólo en el orgullo es posible lo bello. Deslizarse en el tiempo como leño en el agua, subir por la cascada que desovan los puentes y abrirme en un abismo: ... |
| La Zarza de Moisés ( Vaciando la casa de los muertos) |
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Este dolor de ver en la penumbra el rostro de los muertos detrás de los visillos con luces atenuadas por las contraventanas: el brillo de unas gafas, las canas del bigote, la certeza profunda de que aquí se encontraron para no irse jamás. Esta certeza, mientras recolecto los laureles ... |
| La Zarza de Moisés (A tientas) |
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En las tinieblas de la Humanidad algunas luces encendidas: La luz de Buda, la de Cristo, el soñador Platón y el místico Averroes, San Francisco de Asís, nuestro San Juan, el sublime Quijote, el príncipe Bolkonski, San Oppenheimer y San Bertrand Russell y algunos pocos más. ... |
| La Zarza de Moisés (Aceptación del destino propio) (Sagitario) |
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Felicidad a veces, pero nunca conseguirás la plenitud. Aunque tu flecha alcance el aire abierto, el viento, el sol, el curvo espacio, la infinita carrera, la longitud perdida de la tarde, hay un caballo ilimitado que sin jinete corre más allá. Y tú, loco centauro, has de saberlo ... |
| La Zarza de Moisés (Acrópolis) |
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Y de noche seguir con el puñal cerrado entre los dedos. Hundirme por el bosque, sintiendo en las espaldas ojos de aves nocturnas. Tener el arma fija, escuchando el resuello de las fieras. ¿No es acaso la vida esa emoción que estas estatuas muertas nos han arrebatado? ... |
| La Zarza de Moisés (Back Home) |
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Je ne suis jamais seul avec ma solitude.G. MOUTASKI Puedes venir si quieres. Mejor no te engañes, sin embargo. El invierno, ya sabes, es duro en esta casa y la humedad dibuja anchos mapas hostiles en todas las paredes con ruda indiferencia hacia los huesos. Y yo soy puntilloso ... |
| La Zarza de Moisés (Cantidad del fracaso) |
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Las cosas no las sabes hasta decir su nombre y aunque los nombres sean más bellos que la vida la vida es lo que existe, no el nombre de las cosas, y aun algunas suceden sin saber pronunciarlas. Poco sabes entonces de los hechos reales: tus palabras son pocas para tantos mensajes ... |
| La Zarza de Moisés (Champagne) |
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Sube la espuma del champagne : con ella sube el ansia del amor ya turbia y desbocada. Una mano azarosa derriba la botella y los regueros del champagne, fundidos, son burbujas que alfombran nuestros cuerpos rendidos y anhelantes, en donde mecemos la persuasión ... |
| La Zarza de Moisés (Contra Jaime Gil de Biedma) |
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En un viejo país....acaso emocionante, algo así como Rusia entre dos revoluciones un grito de vida aflora en este instante al recordar los días de las ejecuciones. La hilera de indecisos se acrecienta y se amplía el dolor de la melancolía como una imagen vil y cenicienta que se vendió ... |
| La Zarza de Moisés (El anti-ciprés) |
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Una vez planté un ciprés. De mi tamaño. Verja le dí, no tapia. Agua y luz. Malvarrosa cobijo en las adelfas y sobre el ficus verde compañía. Lo ví crecer llamado a ser más alto que mis generaciones, varón y hembra a la vez capaz de autoengendrarse. Le ví mirarme por las rendijas de la luna ... |
| La Zarza de Moisés (Electroshock) |
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Antes de meter la cabeza en el horno de gas te conocí una tarde en que cortabas leñas menudas para encender el fuego en el invierno. Estabas reclinada con el hacha que reposaba encima de la minifalda y eras la obscenidad del paraíso más deliciosamente hecha serpiente. ... |
| La Zarza de Moisés (Envejecemos juntos) |
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(A Sufi) ¿Y qué decir ahora de aquel valor atolondrado que disputaba al viento su propia primacía haciendo todo en uno el presente, el pasado, la misma libertad? Las Lejanas hogueras brillando en los parajes en tanto que tú y yo, solitarios, resurgimos como lobos hambrientos tras los verdes ... |
| La Zarza de Moisés (Homenaje sencillo a la belleza) |
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A nada se parece la belleza: su mundo es raro y propio. Es la escama de un pez sobre la piedra, es la sedienta ortiga: un despertar de párpados hinchados. Deja siempre los dedos en la niebla, marca hondamente el barro. Es única y desnuda. Nunca se queda donde estoy. ... |
| La Zarza de Moisés (Hotel) |
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Sepamos que estos días, estas noches felices son un engaño breve. Y el amor un hotel donde nos hospedamos. De(S) Apariciones . (Ed. Huerga Fierro. l994) |
| La Zarza de Moisés (La muerte de Dios) |
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Medito a veces al recordarte vivo sobre la cruel naturaleza de la muerte. Seis años ya, y aún permanece tu rostro sereno y sonriente en la fotografía que adorna mi despacho. Nada ha desmenuzado esa sabia apariencia de la felicidad de un fugitivo instante. ... |
| La Zarza de Moisés (La vida es como un viaje ¿sin retorno?) |
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Te dirán muchas veces que la vida es como un viaje sin retorno. Que aproveches el tiempo - carpe diem - y no mires ni atrás ni hacia delante. Esos no saben nada, créeme. La vida es ciertamente como un viaje al que siempre volvemos, en el que siempre estamos regresando, ... |
| La Zarza de Moisés (Las diosas derrotadas) |
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Lo Dios sería la palabra más justa. Porque también hay diosas derrotadas. Valerosas mujeres que han abierto caminos: ¡qué espléndido coraje para afrontar la vida!. La mujer es arroz sembrado en la ribera, verde crece y de pronto, ya sazonado el grano, absorbe toda el agua ... |
| La Zarza de Moisés (Locura y belleza) |
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Por algún raro hueco destila la locura su belleza. No sólo la belleza del deseo, la del amor y las intensidades más escondidas y soñadas, sino esa otra belleza de lo incierto, esa locura del bien inasible, esa perplejidad ante lo estúpido de que la vida sea real y no los sueños. ... |
| La Zarza de Moisés (Los caaballos) |
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La niebla es los caballos cuando respiran: de sus ardientes pechos sube a sus bocas, como una nube blanca se eleva y gira por los cortados picos, sobre las rocas. El sol es los caballos cuando te miran, el sol son los caballos cuando los tocas después de ese galope en que traspiran ... |
| La Zarza de Moisés (Los druídas) |
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Si están verdes los prados, si lozanos los trigos ¿Temeré yo al invierno, me enfriarán las nieves? Los bosques misteriosos que ocultan las deidades ¿podrán quitarme el goce de luminosos días? El salto de las ranas del cenagoso estanque ¿será menos alegre cuando sople otro viento? En la mística rosa del libro de los sabios... |
| La Zarza de Moisés (Mapamundi) |
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Recorro con el dedo los parajes lejanos, los glaciares del norte, las pampas argentinas, las soberbias montañas y las arenas finas donde tienden su sueño los cansados humanos en busca del sosiego de las playas marinas; y de pronto me veo tocando con las manos el paraíso ... |
| La Zarza de Moisés (Normas novísimas) |
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La fiel caballería fue invitada, casi en bloque, al gran baile de la duquesa rusa. Al repicar del alba, los húsares y ulanos se armaron confiados para la cruenta lucha. Coraceros y dragones les envolvieron por sorpresa en una escaramuza sagaz como la niebla. Relinchaban los potros, ... |
| La Zarza de Moisés (Un enano con una naranja) |
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A Toulouse-Lautrec. Casualidad ninguna. Era él y lo encontré donde más esperaba: en el salón, bajo los bulbos de ceniciento azul del gas, pelando una naranja que era rosa en sus manos y con olor a rosa. Su grotesca cabeza destacaba en el amplio espejo del local. ... |
| La Zarza de Moisés (Un guerrero decide encaminarse a una muerte segura) |
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Pensaba ya en marcharme de mi casa harto de gentes tibias e indolentes capaces de aceptar la tiranía. Estaba ya en camino, mas de pronto con el único amigo que poseo -reflejos de caldero por sus crines y todo el corazón puesto en la boca- decido volver grupas y enfrentarme a una muerte ... |
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