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RICARDO CASTRORRIVAS


listado de poemas

 
Canción del hermano menor

Yo tenía un hermano. A pesar de todo, era un buen hermano. Amaba la poesía y odiaba lo injusto. Por eso lo amaron las muchachas del barrio. Un día dijo: Hermano, hay que luchar... Hoy cumple años (no tiene cruz su tumba) y llevo una flor. Roja, como él la quería. ...

De la locura azul

Canciones llegaban desde lejos cuando mordí tus muslos la vellosidad del durazno. Y bebí en tus senos como un hijo malo. Y besé tu boca y tus dientes de tigresa. Y sorbí la bella muerte de tu copa. Qué de nocturnidad y qué de delirio cuando descendí campana. Espejo mil astillas. ...

El arroz con frijoles

¡Qué alianza tan hermosa! ¡Cerealera! La del negro frijol con el nevado arroz, que muestra ufano piel de cera, contraste de un charol engalanado. Fraternidad de moros y cristianos en común religión alimentaria. Abecé de condumios ciudadanos. Alfabeto total del hambre agraria. ...

La flor de izote

El izote, a que llaman bayoneta, ¿Qué anuncia o qué defiende Con su explosión de espadas? Francisco Gavidia Catedral de marfil petalecido, campanularia emerges entre espadas... Triunfo de la blancura, tus nevadas corolas que el rocío ha bendecido... Territorio de albura protegido ...

La taza de café

Es la musa que anima a los poetas que van al cafetín de tarde en tarde. Mientras hablan de versos y cometas, la cafeína en sus cerebros arde. Allí Mendoza, Suárez, Castrorrivas, -fumadores, humosos, tabacales- concentrando sus fuerzas volitivas construyen mil cajitas musicales. ...

Las conchas negras

Concha negra sensual. Cuando profano el misterio de tu cajita negra, mi apetito de sátiro se alegra, fáunicamente, con tu sexo indiano. En cópula ritual de amor pagano, tu cuerpo de ostra india, pelinegra, suavemente en mi boca desintegra su temblor virginal y cortesano. ...

Las pupusas

¿De qué las quiere? ¡Ardientes, perfumadas con loroco! ¡Con queso, chicharrón y con frijoles! ¡Las mías, tan calientes como ausoles! ¡Por las revueltas, yo me vuelvo loco! Así te celebramos tus virtudes, pupusa popular. Pan vehemente, horneado con aplausos, que candente a las manos ...

Mi soledad

Mi soledad es una virgen desnuda. En la niña de sus ojos se refleja mi nudez de ermitaño. Mi soledad me sirve café y tabaco de húmicas promesas. Me eleva en aromadas volutas y me acaricia con cualquier pretexto. Oficia un santo silencio cuando empiezo a cantar y cuando callo ...