Alegre novia mía, cuando llegas se llena el corazón de mariposas, de puras narraciones jubilosas, del fondo de los ojos que me entregas. Mirándote en la fama de mis ciegas canciones preferidas las rebosas, llenando mi lamento con las rosas recientes del amor que me revelas. ...
El cielo aquel pintado con tizas de colores; el sol que se empozaba tantos jueves para los largos temporales Cuando se empoza el sol en jueves, antes del domingo llueve... Aquellas calles largas con carros y viñeros; el pregonero del Ayuntamiento y el tío del rabiche ; el carro del ...
El mar y tú. Tu dicha con su duro lento verter de espumas rescatadas. El mar y tú: mis playas frecuentadas por este afán de mar en que perduro. El mar me trae el ayer. Tú mi maduro presente enamorado. Tú enlazadas la dicha y la congoja. El mar trenzadas la gloria y la agonía de ser puro. ...
El verde almendro en flor de tu mirada en flor de gozo y luz cambia la muerta balada de la dicha recubierta por nuestra mejor sangre fracasada. Ganándose en su paz desentrañada, contenta paz suprema, orilla cierta, descubre el corazón su descubierta fragancia por la pena marchitada. ...
Me canta el corazón como le canta la savia fiel al árbol florecido; me canta porque llego al presentido cendal de tu ternura. No quebranta la angustia mi canción, que nada espanta a un corazón que canta prometido. Me canta el corazón como invadido de la tibieza fresca que te encanta. ...
Mujer, mujer, espacio de mi vuelo! ¡Criatura eternamente merecida!... ¡Búscame más, adéntrate en mi vida como en la tierra el mar, como el desvelo! Trata de perseguirme, brinda el cielo concreto de tus manos a mi herida; no incumplas por frecuencia la rendida costumbre de avivar ...
¡Otra vez Dios! ¡Otra vez Dios!... De nuevo la mañana. De nuevo su pureza conseguida. De nuevo en mi tarea, la encendida propuesta de una estrofa soberana. Florece el corazón. Cunde la sana canción de lo que nace. Todo olvida. La luz cae sobre el alma esclarecida ...
Tengo un amor tan hecho, tan sentido, que pesa como un cuerpo recordado; es sombra, apenas sombra; es un delgado consuelo día a día comprendido. A veces cuando llego a estar vencido yergue lo que hay en mí desamparado; a veces, cuando vivo desolado siembra su ley ...
Una palabra busca mi desvelo, tan pura como el llanto amanecido, tan joven como un ciervo perseguido, tan honda, flor de flores, como el cielo. Una graciosa salve cuyo vuelo celebre, mayo ileso, tu rendido sosiego; una palabra sin olvido que nombre de rodillas tu consuelo. ...
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