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MEMORIABIERTA


por Jorge Carrol

Recuerdos y tributos a los poetas, novelistas, músicos, pintores, etc. conocidos de Jorge Carrol.




 
 

Fiesta de las letras

comenzaba en la playa y terminaba en...

Por Jorge Carrol

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Colagge del programa de actividades de la Fiesta de Letras.


Viviendo en Necochea, una ciudad balnearia de intensas playas de suave declive e importante puerto cerealero en la desembocadura del río Quequén, tuve ocasión de participar en un evento literario que me permitió trabar amistad o simplemente relaciones con algunas de las figuras literarias argentinas de aquel entonces, en lo que se llamó la Fiesta de las Letras, realizada del 18 al 25 de enero de 1964.

De alguna manera esa Fiesta marcó la vida de otros escritores, por ejemplo el poeta Oscar Hermes Villordo recordaba en el prólogo de La señora Lynch, bibliografía de una escritora controvertida, de Cristina Lynch, minuciosa y prolijamente una fiesta en esa Fiesta, valga la redundancia, donde el centro de atracción no era Borges ni Mujica Lainez, sino Marta Lynch. También otro poeta, Horacio Salas recordaba en ese mismo libro que su relación con Marta empezó a incrementarse en la Fiesta, donde había llegado acompañado de Graciela Isnardi, su linda y talentosa esposa: En enero de ese año (1964) se celebró la Fiesta de las Letras en Necochea y pasamos una semana junto con otros cincuenta escritores. Yo era muy joven y fui con mi mujer. Estábamos recién casados y Marta nos tomó como protegidos.

No recuerdo el nombre de todos los escritores, pero rescato de mi memoriabierta: Borges, Ernesto Sabato, Córdoba Iturburu, Mujica Lainez, Villordo, Alfredo Veiravé, Lisandro Z. D. Galtier, Silvina Bullrich, León Benarós, Guillermo Whitelow, Ulises Petit de Murat, Marta Lynch, Javier Villafañe (el inolvidable poeta-titiritero), Carlos Alberto Erro, José Luis Lanuza, Alfredo Vignatti, Inés Malinov, Estrella Gutiérrez, Osvaldo Svanacini, Nicolás Cócaro, Germinal Nogués, y Juan Filloy.

Las mañana comenzaban en la playa, a donde algunos escritores llegaban trasnochados y otros, como Sabato tenían tiempo para jugar con mi hijo Ramiro. Pero lo agradable era ver como los veraneantes aprovechaban la cercanía de sus escritores para hacerle todo tipo de preguntas. Después del almuerzo y la reconfortante siesta, las tardes y las noches se sucedían entre eventos que recordé después de releer el programa de la Fiesta: Córdoba Iturburu hablando en la inauguración de una bella exposición del pintor Castagnino; Borges disertando sobre Literatura fantástica universal y argentina; una estupenda mesa redonda sobre El escritor, el cine, la radio y la TV, presidida por Petit de Murat; el recital de danza moderna de la inolvidable María Fux, sobre poemas del chaqueño Horacio Veiravé; la conferencia de Mujica Lainez, sobre su novela Bomarzo, que nunca me perdonó la butade de haber titulado en el programa Cómo escribí Bomarzo en lugar de Como escribí Bomarzo; con ese acento me persiguió hasta un fortuito encuentro en Florencia, años más tarde. Rescato también de mi memoria abierta, otros eventos importantes: las exposiciones de los libros del editor Colombo y la de revistas literarias argentinas, y un asado en la playa de Costa Bonita, donde la amistad y la camaradería reinó sobre la literatura.

Miro mis manos y en lugar del teclado de mi iMac, siento la fina arena de Necochea, por la que una mañana caminamos con Borges, hablando del general Mariano Necochea y del coronel Francisco Borges:

          Francisco Borges va por la llanura.
          Esto que lo cercaba, la metralla,
          Esto que ve, la pampa desmedida,
          Es lo que vio y oyó toda la vida.
          Está en lo cotidiano, en la batalla.
          Alto lo dejo en su épico universo
          Y casi no tocado por el verso.


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Marta Lynch y Manuel Mujica Lainez.

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María Fux (bailarina y coreógrafa de danza moderna) y su elenco con Jorge Carrol.

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