Ofreceré mis ojos al paso de la yegua nocturna, ofreceré mi fiebre, al arco de la medianoche; porque tú estás al fondo, porque es tu imagen la que se oculta bajo el yelmo. Una danza mortal en el vientre blanco de los sonidos que se cruzan. Somos ángeles enraizados allí donde nadie sueña. ...

Entro en la fiebre. Desde mi ventana veo el nacimiento de los mares, colinas que la espuma reviste, novias muertas, sumergidas. Temo ser encontrada con esa visión, que descubran mi deseo de correr tras una legión de ahogados. El cuerpo se precipita, resplandece. Soy una con el todo; ...

voy a verla bajo el puente de Java Su cuerpo ya es como el cristal y su rostro amargo como el color de las ortigas Largas horas de buscarla -de buscarme en ella- me han hecho paciente Hay un reflejo de flores abatidas en el agua que la cubre Soy su memoria más cercana por eso no la abandono ...

Hoy encontré mi rostro entre lo muerto; lo guardé con espanto ¿existes? y he salido en busca de un símbolo mayor. ¿Acaso sabes quién lo ha dibujado? ¿para quién? ¿sabes lo que significa? ¿cuánto estuvo allí esperándote? ¿quién dijo por primera vez la palabra y creyó que era su destino, ...

Pan y agua surten el efecto de la claridad sobre los reyes. Es su vínculo con lo extraño. Así la ciudad construyó una celda para sus invocaciones, dibujó en las murallas formas sibilantes, fórmulas que cifrarían su corazón protegiéndole, mas, para el último relámpago, ...

se sumerge en lo imposible en la belleza de ir tras un animal que ha muerto del que sólo permanece su sombra el que encuentra nada encuentra salvo el fantasma de lo que fue antes de que se iniciara la búsqueda.

Alguien desciende una escalera, cruza un puente, abre una ventana. Laberinto vegetal que recorre mi sangre. Viento, sueño inclinado de las doncellas que hilan el rostro de sus amantes. Y el mío, una sinfonía de seres abiertos, de sustancias a punto de reventar. Reina de copas, ...