ROBERTO OBREGÓN | |
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Variadísimas son las orejas del hombre: largas, redondas, pegadas, separadas y orejitas. Un pétalo húmedo es la oreja del niño y concentradamente erógena la de la mujer. Toda oreja guarda en su rosada cavidad el lloroso discurrir de las lluvias, el silbo delgado del viento y la bala... | |
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El flautista del Parque de la Concordia supura a inmediaciones del país para que Guatemala no se olvide de sí misma. ¡Y de ajuste, que mero enfrente de la Policía!... |