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Héctor Rosales


listado de poemas

 

Acróstico inicial

Límite impreso larva del símbolo ilimitado En ti el sonido del alma queda blindado Trinchera en el papel de la emoción escrita Recluta en tus hilos de tinta esta breve cita Antes que la olvide y antes que sea olvidado...

Actitud

la actitud adversa de no visitarme hizo que viniera tu ausencia con más sinceridad que nunca por eso comprendí y le cerré la puerta...

Acto de magia

me quedé recostado en el sur con el ceño arqueando distancias y precipicios abracadabra repetí por decenas en los cristales empañados la lengua de la burla escribía desafío y un duende metía la magia bajo los colchones...

acudir al episodio...

acudir al episodio aliados a envolturas de infundios y a catálogos vencidos acudir como panales hurtados de miel aciagos casilleros de explosivos congénitos ranuras donde la confianza gastó sus monedas...

Al fondo

Aturdidos por tantos barrotes, tantos suplicios en áridos climas, viajamos sobre las letras fusiladas de los cuestionarios. En los ojos se han entreverado frágiles cortometrajes donde somos una esquina lluviosa...

Armarios (fragmento 9)

Y te doy el hechizo de las eras en las doradas fechas de placidez fecunda. Y también el sello donde un ciervo salta entre dos cartas enviadas a regiones contrarias, equívocas. Los documentos están aquí; puedes incluir cualquier crepúsculo en estas fotos rancias...

Bar, ese hombre

En el mostrador anudó su actualidad, y el mar del tenebroso recipiente lo llevó, remo a vaso, vaso a remo, hasta la isla de marca similar. Las aves traían restos de navios, leves escudos de rutas diluidas. Para el infierno sobraban pasaportes, sobraban días...

Brisa

Tijeras, tallos, pétalos, primer vals rosado de la brisa. Aquel perfume. Y lo que tanto amé sin salvación. El aire respirándome hasta hoy, sin saberlo...

Corona

La llovizna partió. En el cuarto, viejo baúl de la noche, nicho, mi vida se amontonaba. (Allí, recuerdos de sol nunca llegaron). Nadé hasta la última sombra donde el nombre no soporta su ventura: esperar lo imposible despacio. Hallé una corona...

Cuando faltaban fusiles

He dormido un poco, abuelo, casi dos horas y conservo mi fusil. Me hice grande, según dicen las tinieblas. Estuve, estoy peleando como enseñaste y tengo los puños en tus puños todavía. Combatí contra el dolor cuando te fuiste, pero lo maté mal...

De lo lejano

ciudad lejana ésta incalculable la risa de la nieve colindando viviendas y verdes montañas del amanecer mondadas tañen campanas horarias perforando el entorno de un bancoinvierno en el que tirito levemente a la espera de trenliteralargorrecorrido...

Debe ser

Debe ser el trigo. La parálisis de los caballos en la pradera inaccesible. Suena, resuena una voz fusilada en la carrera. (Nos llaman). No sé quién está escribiendo: cuidado con el arroyo, puede matar cual espejo. Debe ser el trigo. Las vencidas cortezas del viento...

Del ciprés

Del ciprés enhiesto en la llanura los días afilan las sombras. La soledad, agachada, lo ve. Y huye sin querer que se lo nombren...

El de los versos

vinculado al espionaje bajo letras motivos del ser y el no ser descerraja con lápiz carcomido a madrugadas le pone lentes al espejo le pregunta rostros recurre al vértice oculto de la esfera y se sienta en el giro y escribe conmueve la pupila del crater...

El diploma

Destacaba el fulgor desafiante del río en la noche clara Llevaba en su lomo luces camino a la escuela del alba Qué lacio trayecto de cristal desarraigando las sombras de la quebrada Llevaba en su lomo luces camino a la escuela del alba Mañana de luminosa ceremonia...

El fervor

Puede ser la humilde vibración de las hojas del parral de un patio al sur, las hojas de un otoño que también amarillea la negada sonrisa de un cantor colgado de su sombra. Puede ser el humo de los viejos barcos escribiendo adioses en los cielos de plomo...

El incendio

Escuché los gritos de los árboles en el incendio, el reseco bramido de la humareda, la coral fundida del bosque fraterno. Quedé solo. Nada pude hacer. Ni la primavera, oyente de luto, viuda inesperada. Años, aves, albas, vientos, todos fuimos hojas...

El paraguas en el piso...

El paraguas en el piso, desmayado en su estatura negra, me había dicho: lo siento . Advierte el cristal un ave que con ademanes blancos vuela persignando el cielo. Por demolidas parcelas del alma llueven plumas tiznadas de quejas...

ese señor el de allí diseña lápidas...

¿Y qué verdad es posible si existe la muerte? André Bretón ese señor el de allí diseña lápidas también esculpe mármoles hasta darles durables ornamentos donde otros seres colocarán memorias trituradas y ramos y rocíos...

Esta llave rota

Esta llave rota en el velero. El agua, tromba mutilante. Evocadoras nubes derramadas. Talado trayecto. Esta cerradura de mi alma...

este balbuceo de las hojas...

este balbuceo de las hojas puede ser excusa de lo que hay tras la nuca del monte y no se deja mirar puede ser boceto del epitafio de algo que no se podrá evitar este balbuceo de las hojas...

Experiencia de mancha

Transpiró una hoja sobre el muro de las horas: quedó escrita una gota de lápiz. Fue una mancha gris, una figura estrellada sin universo, de las miradas de los caminantes ajena. Iba en un ómnibus. A mi lado surgió la mancha, en el vestido con flores de una mujer...

Faget en las plazas nuevamente

uno ya sabe que estos colores de mañana traen tersos arroyos donde tu rúbrica orilleando augurios se traslada hay verdeoscuro que contigo habló de otros tallos con hojas flores frutas que amaste antes de que talaran los estíos...

Gaviotas

Esa larga bufanda de arena que calienta mi andar, estirada junto a los líquidos umbrales, tiene alas. Ellas se llevan los pesares somnolientos que verano ha reunido en su casa. Anónima entonces el alma, libre, más liviana. ¿Qué quedó de mí en esta franja?...

Inscripción en el muro

en la cárcel de la memoria no existe lavabo...

Insecticida

Ocurrimos cuando vencía el dilema, el acoso del desorden, las malas noticias. Nos bautizaron con un signo de interrogación en la frente baldía. En algunos casos amor encendió los signos por unos u otros extremos y el humo que se formó en el espiral...

La cita y el filo

Sonríe la doncella del palacio de mosaicos de nácar. La belleza asomada al infinito. A la espalda, mal dormida, porta mi deseo una daga que no acepta orden ni espejo, que amenázame también, como si yo fuese otro, un muelle ciego donde atracar su sino. La sonrisa dice sí, comencemos tras la patria ...

La demora

La demora, enhiesta en su altivez torturante, cuidadosa perfora, una a una, las hojas del instante. Es como si niños con un control remoto estuviesen jugándome al desgaste. Arrollarse en el frío ademán del aire; comprimirse en la esencia de la angustia y ver desde muy lejos mustia la ilusión ...

La fiesta

las nubes perforan la lámina de la bóveda y raptan algunos objetos de valor con ellos financian a la dama vestuario provisorio simulando alba Hermosa...

La grieta

hacia dentro de ti, hacia dentro de ticanto la grieta del mástil de los huesosPaul Celan Parte la punta el lápiz en el pulcro papel. La llanura blanca, de oscuro relámpago atravesada, calla doblemente. A tientas la montaña oyente se mueve hacia el huerto. Cabañas distantes sepultan al corazón de ...

La pausa

en la segunda puerta de casa de brazos cruzados y de pie esperando la muerte le telefoneo y aviso que llegaré tarde que no se preocupe que duerma me contesta: no me moveré de aquí mi pausa temblorosa y prolongada no sabe qué dec(...)ir...

La poesía

De un signo en el espacioscuro, acercar la lámpara que bese los ojos y enmudezca. De un sonido a otro, el abrazo victorioso sobre aullidos y materia insuficientes. De un pájaro (tan sólo una pluma entintada en las tormentas) matar dos, tres, todos los tiros...

La(r)va

Sin mediar modelo, aunque con visos de rumor antiquísimo, he oído rezar en el fondo de algunos volcanes extinguidos. Escorados haciallí, los ángeles entendían sin extender traducción. Taimados, seguían mostrando haciabajo cálices desprovistos del alivio...

Lección

Lo mismo

y atenazado a los rituales cuando el pregón de la existencia se instala en la cúpula del proceder repetido sin análisis volveré a decir buenos días cómo está Ud. y me responderán más o menos lo mismo de las opciones exteriores que rondarán mi navío epidérmico...

los ciclistas en marte...

los ciclistas en marte adquieren grandes velocidades sus robustas anatomías gozan perenne juventud persistentes carreteras de estos marcianos deportistas cuentan que algunos constantemente corren fuga inusitada según superstición...

Museo

En este espacio quedó el dolor citado, en esta misma arruga cultivó la muerte su itinerario. Aquel cuadro pertenece al Suicidio, el famoso pintor que vivió en tantos estados. Si miran a la derecha encontrarán la cocina del pánico...

Negra vocación del agua

Ciego, escucho al mar extendido en tu ausencia. Las voces de la noche se suman a la negra vocación del agua. (Creo que están raspando a los astros mayores con el eco punzante de tu nombre). Dicen que un trapecista sin piernas apenas se mantiene en una cuerda...

No hay señales

Estuve barriendo los emblemas del otoño en la antesala de este lunes. Aroma de un clima tuyo agrupaba hojas en orquesta. Ocres letanías a la manera de un destierro. Le crecían barrotes al jardín donde te amé. ¿Quién permanece en el jadeo que la fuente rememora?...

Se prohíbe

Se prohíbe pegar carteles en la tarde. (Proclama el cartel, pegado a un poste también imperativo). En los portales yo escribo lunas nuevas y viejas. Prominentes paredes, oscuras siempre, cubren a los postes con la dificultad de hallar mis letras...

Sentencia

Emana de la espera un clamor acompasado a delito La condena es quedar en el mismo sitio...

Sólo sueñan cuando duermen

Mi padre tiene mil años que reverdecidos se posan en mi hombro. Yo soy mi hijo y he nacido un poco más tarde. Acabamos de llegar a la sustancia vivificadora del invierno, al reducto de arroz que impulsa nuestro vuelo alimentándolo. No reposamos...

Souvenir

Al costado de la estación, alborotados, los grillos expresan cánticos ancestrales, legados de la hierba. Los viajeros llegarán y se irán explorando madrugadas polvorientas, donde una compañía les seguirá sin que la vean. (El sonido verde de la espera)...

Tango

Canto con voz de tez dañada en esta soga de papel, canto a los puertos imposibles donde vive lo que tanto nos falta, y canto para vos, hermano timonel del mismo rumbo inmundo en que nos tocó perder. Canto con la rebeldía diezmada en los versos...

Temprano dolor

Precocidad maldita, dijera bajo el parral, en el patio dominado por lucero el anciano interpretando mi tensa vigilia. Las luces vegetales eran niños durmiendo arriba, en redondas gravedades negras. Precocidad maldita, tenía razón. El otoño ya me estaba doliendo...

terminará el frenesí de neón....

terminará el frenesí de neón los lagartos incendiados la exigencia y el mudo programa de radio terminará la coreografía del chubasco el libro sin letras la escalera el diálogo violeta entre rayuelas y quedará algo que decir y habrá una desazón soldada muy adentro...

Tiempo encendido

Para que la incisiva lontananza retornara a siestas de adoquines y encontrase de mis ojos aquellos acuosos asilos de jazmín y bandoneón. Allá, en la madrenuestra calle que enfocó al firmamento a través del tajo de un muro abatido. Donde toman todavía sales extranjeras los días sin vivaces ...

Trayecto

Levantaste la copa de vino. De tu sed vinieron uvas que bebieron de lluvias y noches engordando racimos color azabache; uvas que ahora son ríos que cantan su muerte presurosa en tus labios...

un caracol ya basta

un caracol ya basta para contagiar de lentitud el tallo por el que viaja y además expandir su influencia paulatina en ramas hojas corolas la planta toda hay situaciones en que por rostro de extraño viandante hallamos un rictus forzado atajando el malestar...