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Anacreóntica

Unos pasan, amigo,
estas noches de Enero
junto al balcón de Cloris
con lluvia, nieve y hielo.

Otros la pica al hombro
sobre murallas puestos
hambrientos y desnudos
pero de gloria llenos.

Otros al campo raso
las distancias midiendo
que hay de Venus a Marte,
que hay de Mercurio a Venus.

Otros en el recinto
del lúgubre aposento
de Newton o Descartes
los libros revolviendo.

Otros contando ansiosos
sus mal habidos pesos
atando y desatando
los antiguos talegos.

Pero acá lo pasamos
junto al rincón del fuego
asando unas castañas,
ardiendo un tronco entero.

Hablando de las viñas,
contando alegres cuentos
bebiendo grandes copas
comiendo buenos quesos.

Y a fe que de este modo
no nos importa un bledo
cuanto enloquece a muchos
que serían muy cuerdos
si hicieran en la Corte
lo que en la aldea hacemos.


JOSÉ CADALSO




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