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El alma se demora…

El alma se demora
en las gimnasias pródigas del cuerpo.
El cuerpo se solaza
en los juegos homéricos del alma.
La intimidad, por ello,
se vuelve una metáfora perpetua
en la que el aire inmemorial transpira
perlando los espejos desvelados.
Y entonces la agonía se despliega
como una mariposa incandescente.




De: Respiración cruzada
Madrid, 2007


DAVID ESCOBAR GALINDO




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