HORAS DE JUNIO 2014. TRIBUTO A SAÚL IBARGOYEN
PROGRAMA FINAL. HORAS DE JUNIO 2014.
Programa del 19 Encuentro hispanoamericano de escritores. Horas de Junio 2014. Un tributo a Saúl Ibargoyen. Lecturas, conferencias, presentación de libros, música, performance, body paint, exposiciones.
Universidad de Sonora, Hermosillo, Sonora. Del 4 al 7 de junio, 2014
EN HORAS DE JUNIO "RINDEN TRIBUTO A SAÚL IBARGOYEN"
|
Llevan a cabo el Encuentro de Escritores con gran participación local, nacional e internacional.
Lecturas, conferencias, presentaciones de libros, música, performance, exposiciones y un reconocimiento a Saúl Ibargoyen se llevaron a cabo en el 19 Encuentro Hispanoamericano de Escritores Horas de Junio.
Esta edición, que se realizó del 4 al 7 de junio, contó con la presencia de escritores locales, así como de otras partes del país y del extranjero; hubo eventos en varios espacios del interior de la Universidad de Sonora y en el exterior, como el auditorio del Cereso 1 de Hermosillo y el restaurante Peccata Minuta.
En la organización participaron estudiantes y académicos de los departamentos de Letras y Lingüística, de Economía y de Bellas Artes.
En ceremonia especial, realizada en el Auditorio del Centro de las Artes, Manuel Ignacio Guerra Robles, director de Vinculación y Difusión, puso en marcha los trabajos del evento, acompañado del coordinador general
de Horas de Junio, Raúl Acevedo Savín, así como el homenajeado Saúl Ibargoyen, uno de los escritores e intelectuales más influyentes de Hispanoamérica.
Guía literario
Julieta Cortés-Martínez, escritora y discípula de Ibargoyen, resaltó que "Saúl es un poeta que vive en muchos tiempos y espacios poéticos en los que hay constantes. Es maestro y es poeta, es maestro y es narrador, es maestro y es viajero, es maestro y es humano".
Dijo que el trabajo que él ha realizado a lo largo de su trayectoria incluye el oicio de guía literario, y que lo llama oicio porque la manera en que el escritor enseña la poesía es artesanal y, a su vez, aplica el método del no método.
Caliicó a su maestro como uno de los creadores más prolíicos de poesía, con más de 100 títulos publicados hasta el momento. Asimismo, indicó, su "método no método" de creación ha sido el responsable de formar
a cientos de nuevos escritores a lo largo de décadas de carrera literaria en talleres y escuelas.
Cortés-Martínez señaló que es el primer catalogador de revistas de arte y cultura en México, y que su trabajo fue punta de lanza para la catalogación posterior de las publicaciones periódicas.
"Saúl Ibargoyen es el poeta de su historia futura y pasada, escribe su propio tiempo que en los demás podría ser un cúmulo de atemporalidades", apuntó.
Por su parte, Raúl Acevedo Savín, a nombre del comité organizador de Horas de Junio, agradeció la presencia de los asistentes en el festival de las letras, de la escritura, de la creación; en especial, al homenajeado.
Añadió que a quienes acuden al encuentro los une la pasión por la literatura, el hecho literario, el acto de escribir, de leer o editar, y resaltó que la poesía del homenajeado es una obra de amor revolucionaria.
Posteriormente, como parte del sencillo, pero signicativo tributo que el Encuentro Horas de Junio decidió otorgarle, le entregó un águila de palo fierro, en cuya placa decía: "A Saúl Ibargoyen, poeta revolucionario, porque la palabra en él es su respiración para siempre".
Uruguayo-mexicano
No podían faltar las palabras del escritor homenajeado. Para comenzar, Saúl Ibargoyen reveló que ésta era su segunda visita a Hermosillo, que la primera vez fue en la época del exilio, cuando solamente era uruguayo. "Ahora soyuruguayo-mexicano, México es mi segunda patria y América Latina es la patria grande".
Indicó que en esa primera vez en la "Ciudad del Sol", se hizo una actividad solidaria con el exilio de algunos latinoamericanos, y él acudió en representación del exilio uruguayo, y que quienes organizaron el evento fueron los estudiantes de la Universidad de Sonora, a quienes reconoció por lo de antes y lo de ahora.
Agradeció la distinción, y destacó que es un tributo que compartía con todos, al igual que la amistad, la solidaridad y la poesía.
Comentó que hablaba en nombre de todos los autores que hay en él, pues considera que hay una pluralidad de visiones en cada escritor. Dijo que ser autor es para él una gran responsabilidad, y que a lo largo de su carrera ha tratado de hacer algo, no para que mejore la literatura, sino que lo mejore a él y poder compartirlo con los demás, porque un hombre solo no es nada.
Para finalizar su participación, el prolífico escritor leyó algunos párrafos de su libro "Perro en soledad", así como fragmentos de los poemas "Tango negro" y "El escriba otra vez".
Me está gustando esto
Al inalizar el tributo en su honor, Ibargoyen confesó que no está acostumbrado a este tipo de reconocimientos. "Y lo que pasa es que me está gustando esto", dijo sonriendo.
Añadió que es muy significativo para él recibirlo de la Universidad de Sonora, casa de estudios donde siempre se ha manifestado un espíritu muy irme en cuanto a determinados valores democráticos, progresistas, cuestionadores, en el buen sentido del término, y en permanente lucha por la verdad y la justicia.
"Para mí tiene un signiicado especialísimo, porque no es sólo un ritual académico, es mucho más que eso, tiene un contenido de afecto, de solidaridad y de complementación de muchos valores que yo comparto completamente", declaró.
Saúl Ibargoyen dijo que este tributo fue un honor para él y que pronto viajará a El Salvador a recibir un reconocimiento Honoris Causa por parte de la Universidad Monseñor Óscar Arnulfo Romero. "Nunca me habían dado eso, pero yo me someto (ríe). Cuando me nombraron miembro correspondiente de la Academia de Letras de Uruguay, para mí fue una sorpresa, porque yo soy muy ignorante, ni siquiera acabé la preparatoria, se puede decir que tuve otras universidades".
Confesó que llegó a México en 1976, y antes de los años 80 vino a Hermosillo, cuando estaba en pleno exilio, en un momento complicado de su vida, sin saber qué iba a pasar con ellos ni cuánto iba a durar la dictadura en Uruguay. "Una cosa es que te vayas de tu país por tu cuenta, a ver qué pasa; que seas un migrante como pasa con millones de personas, y otra cosa es que te expulsen amenazado de muerte, después de estar preso. Yo soy un ciudadano con ciertas ideas; en especial, que hay que acabar con el capitalismo en todas sus formas y ver qué sociedad alternativa se puede plantear para las próximas décadas, porque esto no se va a resolver en un día. Y por medio de la palabra hice lo que pude, como hacemos todos los que tratamos esas cosas", comentó.
El también presidente de la Asociación de Escritores de Uruguay reveló que aunque prácticamente dejó la docencia, todavía mantiene un taller que se llama "Juntaversos", que maneja desde hace tiempo junto con algunos alumnos, que ya son conocidos de años atrás.
El artista y creador dijo que siempre está escribiendo algo, y que aunque no escriba está escribiendo, porque la escritura no es solamente la expresión física de un pensamiento, de un sentimiento.
"Estamos en la elaboración permanente, en la medida en que la propia vida cotidiana lo permite, yo sigo en la búsqueda de una definición de lo que es la poesía y de lo que es el lugar del poeta en el mundo, así como lo que puede aportar la poesía en este momento tan difícil para la humanidad en su conjunto, no sólo para México. Esa misma preocupación es lo que me obliga a seguir escribiendo", indicó.
¿Y el papel del poeta, entonces?
"Quién sabe si tiene un papel ahora. Lo que sí sé es que son inevitables, siempre surgen otros, podemos ver que en el mundo hay miles de poetas en todos los idiomas; incluso, hay poetas que no saben escribir y practican la poesía de la oralidad, la popular. En mi recorrido por América Latina he visto algunos de ellos, no saben escribir pero improvisan una décima fabulosa, y yo me quedo congelado escuchando eso que yo no he podido hacer nunca
entonces, creo que la poesía es algo más que la poesía", finalizó.
GACETA. Órgano informativo de la Dirección de Comunicación de la Universidad de Sonora. Mayo - junio 2014 | número 292
TRIBUTO A SAÚL IBARGOYEN
Debería escribir más rápido, pero no puedo, me ha tomado un tiempo pensar en lo qué escribiré para esta noche. Decidir cuál será la mejor forma de presentar los mundos paralelos de un poeta entrópico. Es decir, un poeta que escribe de entropiones, que al decir por él mismo, "son las partículas, de aún no comprobada existencia, que permiten medidas inestables de desorden verbal, rítmico y sonoro, de un conjunto de poemas, a partir de un mismo centro creativo".
El avión va lento cuando la prisa por desahogar la vejiga apremia. Alcanzamos los 10 mil pies, la campanita suena, es hora de pararse al baño. Veo a Saúl Ibargoyen leyendo en los asientos de atrás y me pregunto, ¿cuántas veces lo he visto leer en silencio? Paso junto a él y no me ve, Mariluz tampoco.
Mientras orino
pienso que el verbo orinar no debería incluirse en una presentación de Tributo al poeta, en este 19 Encuentro de Escritores "Horas de Junio" 2014, Hermosillo, Sonora.
Hago una pausa y rememoro la poesía de Saúl, versos donde están presentes los fluidos corporales, las salivas, los sudores, la anatomía de sus poemas: cuerpos, vivos, repletos de excrecencia pura y humana. La fisiología nítida que nombra la otra cara del amor y el desasosiego, los placeres, la carnalidad del verbo sustancial que construye una semántica personalizada por el poeta.
"Porque la sed se alimenta
de todas las aguas de tu ombligo
de todos tus poros y pelos
tocados por la sal
de todo sudor que cruje
de tus nalgas transparentes
de todos los vinos y cervezas
y licores que mojan la tensada lengua
de tu boca más exacta".
Termino de vaciar mi vejiga ya no tan hiperactiva, lavo las manos en lo que mi pensamiento recorre la posibilidad de abordar a Saúl a la salida del baño. No quiero distraerlo, ni que rompa su silencio, ese silencio en el que anidan todos los signos que orbitan indescifrables. Regreso a mi asiento y comienzo a escribir.
Saúl Ibargoyen, el maestro y yo
Parafraseando el título de uno de sus libros, pienso en él como lo que hasta ahora han sido sus vidas paralelas. Así es, Saúl es un poeta que vive en muchos tiempos y espacios poéticos en los que hay constantes:
Es maestro y es poeta
Es maestro y es narrador
Es maestro y es viajero
Es maestro y es humano
El trabajo que Saúl ha realizado a lo largo de su trayectoria, incluye el oficio de guía literario. Lo llamo oficio porque la manera en que Saúl enseña la poesía es artesanal y a su vez aplica el método del no método. En cada cátedra, clase o taller, podemos observar cómo toma cada átomo del lenguaje y lo posa entre sus manos creando con cada una de sus partículas una muestra que si se materializara, sería tridimensional, ingrávida y brillante. Así, en una especie de alquimia y ciencia, forma uno tras otro, versos y estrofas como nebulosas, dándonos a uno de los creadores de poesía más prolíficos: con más de 100 títulos publicados hasta el momento. Asimismo, su método, no método de creación ha sido el responsable de formar a cientos de nuevos escritores a lo largo de décadas de carrera literaria, en talleres y escuelas.
Es inefable para inocular en nuevos escritores el oficio de escribir.
"Árbol en llamas", antología de reciente edición, compila a algunos de los poetas, cuarenta, que hemos sido discípulos de Saúl.
Fue en un aula de la escuela de escritores de la SOGEM que la poesía nos presentó al poeta y yo.
Continuamos fuera con un par de talleres, y creamos un vínculo familiar de amistad, de escritura y trabajo.
De alguna forma mis primeras "Horas de Junio" se las debo a este vínculo, y es un orgullo compartir estas experiencias vividas con él y con los junieros, aquí esta noche en su tributo.
Si la historia no me falla, Saúl Ibargoyen es el primer catalogador de revistas de arte y cultura en México. Jurado en varias ocasiones del premio "Edmundo Valadez", la casa de Ibargoyen albergaba un número considerable de revistas de dicho concurso. Recuerdo que iba a trabajar a su casa, cuando una mañana me sorprendió con la noticia de elaborar un catálogo de revistas de arte y cultura de todo el país. Comenzamos con la catalogación del material presente en su casa, convertida en nuestro bunker de trabajo, el cual estaba equipado con un teléfono, teléfono de Saúl, fax, fax de Saúl, máquina de escribir de Saúl y muchas fichas de trabajo.
El primer paso para la catalogación fue darnos cuenta que la mayoría de las publicaciones no incluía la información requerida. Así, comenzaron las llamadas, los faxes y las no respuestas, la frustración
Para no ahondar más en ello, la infraestructura resultó insuficiente. Pasamos de la casa a la oficina, ya con el proyecto sostenido por una institución cultural. Entramos en la era de la red, no sin pasar por las llamadas telefónicas en busca de los directores o editores de las revistas que no se daban a la tarea de aparecer, entre ellos Raúl Acevedo Savín que lideraba "Oasis Literatura." Después de la recopilación de datos y crear el vínculo, surgió la invitación a una de las emisiones del encuentro "Horas de Junio".
El trabajo realizado por Saúl respecto a las revistas culturales de México fue punta de lanza para la catalogación posterior de las publicaciones periódicas de nuestro país. Marcó un precedente, una base de datos que actualiza el SIC de Conaculta, así como la creación de una hemeroteca que alberga dichas publicaciones.
En el vuelo, las bebidas ya fueron servidas. Escribo. Pienso en Saúl sentado atrás; creo que sabe que desde que soy madre tengo poco tiempo para sentarme a escribir, sigue siendo mi maestro, no sé qué pensaría de que voy haciendo la tarea en el avión
todavía le debo la de hace seis meses.
El escriba de pie
Aunque nacido en país de mar, Saúl tiene algo de beduino. Diría, bifacético, tiene sustancia de mar y desierto.
Más allá de sus viajes a puertos de arena, Saúl es un lector recurrente de la poesía milenaria del Medio oriente. En sus talleres no falta la lectura de poetas persas como Omar Khayyam, o el poema de Gilgamesh. No obstante las humedades, fluidos y salivas, sus versos denotan sequedad, por la fuerza con las que estás escritos. Cada poema cae en el lector como cántaro seco que rompe tradiciones, cuyos guijarros son imágenes que le cortan a uno el aliento. Como el libro de insondables arenas "El escriba de pie", al que pertenece uno de los poemas más representativos en la obra de Saúl. El poeta como un escriba humilde y entregado, más no sentado como la figura de respeto después de los faraones. Un escriba con sus plantas sobre el suelo, con toda su esfinge corporal sosteniendo versos. En una actitud que denota hacer frente a la vida, a la vida de placer, de dolor, al acecho de musas y seres míticos, de nuevas órbitas que lo acojan.
De pie y de frente ante la tarea de escribir. De pie y frente al éxito, a la derrota, a la persecución y a la libertad que nunca llega completa.
Los versos de Saúl Ibargoyen rompen el silencio, cualquier silencio. Canta a la amada como los poetas provenzales, canta su propia épica, sus batallas personales; erotiza lo cotidiano. La poesía de Saúl erotiza a Eros, pacta con él y atrapa musas. Ellas no lo abandonan. Canta el poeta en tremendo "grito de perro", de pájaro, de esdrújulas bienvivientes, que dan eco a sus fonéticas.
Canta a través de tangos y todos sus cantos y sus versos son de frente y de pie.
"No soy el escriba
ni sentado ni en cunclillas,
apenas balbuceante
apenas de pie.
Simplemente no pude mentir."
Jóvenes poetas, vaya concepto, algunas veces me cuestiono esta etiqueta, ¡por dios! No habrá más otro Rimbaud. Hoy estamos ante un poeta que no está en ciernes, que ha creado su muy particular estilo de versear, que juega a la física cuántica con el yo poético. Un escritor que "pertenece a la estirpe de los poetas verdaderos", en palabras de Juan Gelman.
Dice Brodsky: "La verdadera historia del aferramiento de nuestra especie a la inmadurez, es mucho más triste, tiene que ver no con la renuncia del hombre a saber de la muerte sino con su no estar dispuesto a oir hablar de la vida, sin embargo, la inocencia es lo último, que puede sostenerse naturalmente, por eso es que los poetas -especialmente los que han vivido mucho- deben ser leídos en su totalidad no en selecciones. Los poetas nos cuentan toda la historia, no sólo en términos de su propia experiencia y sentimientos, sino - y esto es lo más importante para nosotros- en términos del lenguaje mismo, en términos de las palabras que escogen finalmente".
Saúl Ibargoyen es el poeta de su historia futura y pasada, escribe su propio tiempo que en los demás podría ser un cúmulo de atemporalidades.
Comenzó el descenso, necesito orinar de nuevo.
Quizá esta vez sea inevitable que Saúl me voltee a ver.
(JULIETA CORTÉS) Texto leído el jueves 5 de junio de 2014, Hermosillo, Universidad A. de Sonora.
|