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ROBERTO IBÁÑEZ

 

   Soliloquio de la desconocida Soliloquio de la desconocida de Roberto Ibáñez   


En la voz de Héctor Rosales    

primeros versos

Hacia una soledad que no lastime, desando con mis lágrimas el viento. Inocente y odiada, me prohíbo la pequeña alegría de un jilguero o el rumor de una abeja distraída, ya nunca más abeja entre mis dedos. Un caballo me mira para siempre. Lacra en mis pies su lengua un perro ciego. Me ve una hoja y piensa en el otoño...