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listado de poemas en audio por primeros versos letra d

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841 poemas con la letra "d"

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Fósiles (IV) de Jair Cortés
Dicen que las alas son un instante, una mueca gris, tardía, y son quizá el destino vegetal de la libélula, los brazos de una nave antigua, los remos de la barca perdida en el fallido cálculo de su destino. Yo digo que las alas en algún tiempo fueron campanas, volaron alto y descendieron ...
El ángel del amor de Luzmaría Jiménez Faro
Dicen que llevas una venda... Otros hablan de tu total ceguera, y yo... ni siquiera podría comentarte nada de nuestro encuentro. Sí, sé de aquella tarde que cubriste de ardor mi indiferencia, que una alegría fiera saltó del corazón a la garganta, de la garganta a los inquietos labios ...
Dicen que me case yo... de Gil Vicente
Dicen que me case yo: no quiero marido, no. Más quiero vivir segura n esta tierra a mi soltura, que no estar en ventura si casaré bien o no. Dicen que me case yo: no quiero marido, no. Madre, no seré casada por no ver vida cansada, o quizá mal empleada la gracia que Dios me dio. Dicen que ...
Voces para una batalla (II) de Javier Barreiro Cavestany
dicen que nací para escuchar y recordar pero mi memoria falla a medida que me hago viejo además no sé contar la presencia de un auditorio ávido de sangre y falsas pasiones termina por ofender mi ya escasa dignidad conquistada desde niño sobre el regazo de mi madre ...
Dicen que no hablan las plantas de Rosalía de Castro
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros; lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: —Ahí va la loca soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, y ya bien...
Dicen que no hablan las plantas... de Rosalía de Castro
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: —Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera...
Dicen que no hablan las plantas... de Rosalía de Castro
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman:-Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, ...
Parafraseando a Sabines de Nora Méndez
Dicen que Nora Méndez Es una buena poeta, Vaya original, Casi refrescante Como una bebida de soda Nora se da cuenta y sonríe Su rutina tiene alas de repente Entonces llega a su oficina Y nada Y pasa por el supermercado Y tampoco Y lee el Tresmil ...
Para alcanzar la luz de Manuel Altolaguirre
Dicen que soy un ángel y, peldaño a peldaño, para alcanzar la luz tengo que usar las piernas. Cansado de subir, a veces ruedo (tal vez serán los pliegues de mi túnica), pero un ángel rodando no es un ángel si no tiene el honor de llegar al abismo. Y lo que yo encontré en mi mayor caída ...
La amante (II) de Carmen González Huguet
Dicen, suspiran, nombran, llaman, cantan. Arrullan o se agitan, iracundas, dan nombre al mundo y al nombrarlo crean la realidad feroz de su quimera. Tú te marchas. Te vas, pero se quedan tus manos en mi ser, me reconocen como dulce extensión de las caricias. Soy suya. Me poseen, ...
Un casado se ríe del adúltero que le paga el gozar con susto lo que a él le sobra de Francisco de Quevedo
Dícenme, don Jerónimo, que dices que me pones los cuernos con Ginesa; yo digo que me pones casa y mesa; y en la mesa, capones y perdices. Yo hallo que me pones los tapices cuando el calor por el otubre cesa; por ti mi bolsa, no mi testa, pesa, aunque con molde de oro...
Retrato en amatista de Antonio Porpetta
Dices muerte, y en tu palabra asoma la cicatriz, el hielo, la plenitud solemne de algún muro que nunca sabrá nadie dónde fue construido, qué jardines oculta, qué regiones ardidas aprisiona. A su conjuro acuden los pájaros más tristes, se posan en tus manos y derraman sus cánticos de luna . ...
Dices que tienes corazón... (Rima LXXVII) de Gustavo Adolfo Bécquer
Dices que tienes corazón, y solo lo dices porque sientes sus latidos. Eso no es corazón...; es una máquina que al compás que se mueve hace rüido. De: Rimas, leyendas y narraciones
No quiere pasar por olvido lo descuidado de Sor Juana Inés de la Cruz
Dices que yo te olvido, Celio, y mientes, en decir que me acuerdo de olvidarte, pues no hay en mi memoria alguna parte en que, aun como olvidado, te presentes. Mis pensamientos son tan diferentes y en todo tan ajenos de tratarte, que ni saben ni pueden olvidarte, ni si te olvidan ...
Los amantes de Luis Raúl Calvo
Dicha y ocaso, gravidez de los rituales. Línea oblicua del amor en las maletas del viajero. Los perros ladran su tormento en las trenzas de la/dama. Hueco de rencor, antiguos maleficios. ¿Quién ha robado los bastones del ciego buscando luz en las tinieblas? ...
Beatus ille de Luz Méndez De La Vega
Dichoso aquel que en otro tiempo encontraba: la casa limpia, la ropa planchada, la mesa puesta, los niños durmiendo, y la mujer a sus órdenes. Así dirán, mañana, los hombres de hoy cuando recuerden estos días de oficio sin sexo que por siglos eludieron, calificándolos, ...
Lo fatal de Rubén Darío
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de estar vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto ...
Deseo de raíces de Sergio Cordero
Dichoso el árbol que es apenas sensitivoRubén Darío Esta mañana algo se detuvo y muy a pesar mío espero en un sillón, deseoso de raíces. Quiero sentirme árbol no para dormir ni para morir menos -bastaría con echar a la basura mi endeble filosofía de la vida-; simplemente ...
Octava de Santa Teresa de Jesús
Dichoso el corazón enamorado que en sólo Dios ha puesto el pensamiento por El renuncia todo lo criado, y en El halla su gloria y contento. Aun de sí mismo vive descuidado, porque en su Dios está todo su intento, y así alegre pasa y muy gozoso las ondas de este mar tempestuoso. ...
Octava de Santa Teresa de Jesús
Dichoso el corazón enamorado que en sólo Dios ha puesto el pensamiento por El renuncia todo lo criado, y en El halla su gloria y su contento. Aun de sí mismo vive descuidado, porque en su Dios está todo su intento, y así alegre pasa y muy gozoso las ondas de este mar ...
Del viaje impostergable de Fabricio Estrada
Dichoso el hombre que lleva por equipaje un perro. No se perderá. Vagará dormido sin la brújula de los sentidos, vagará entre fantasmas levemente reales y llegará hasta donde el hambre marca con sus cruces la existencia de algo que fue pasado y sonrisa, luminiscencia de ojos...
Poema IX de Dulce María Loynaz
Dichoso tú, que no tienes el amor disperso…, que no tienes que correr detrás del corazón vuelto simiente de todos los surcos, corza de todos los valles, ala de todos los vientos. Dichoso tú, que puedes encerrar tu amor en sólo un nombre, y decir el color de sus ojos, y medir...
Poema IX (Dichoso tú...) de Dulce María Loynaz
Dichoso tú, que no tienes el amor disperso…, que no tienes que correr detrás del corazón vuelto simiente de todos los surcos, corza de todos los valles, ala de todos los vientos. Dichoso tú, que puedes encerrar tu amor en sólo un nombre, y decir el color de sus ojos, y medir...
El pájaro de Juan Gelman
Diciendo pájaro lo destruí y eso no tiene perdón. El pájaro sigue volando. Lo he destruido en mí, no más. Ya no vuela, ya no construye su nido en el árbol que no soy ni agita su pensamiento en mí. Se perdió entre la enramada y el humo del atrio. ¿Quién soy para él? Ya nada. ...
Ventana ebria de Julio Leite
Dieciocho cuadraditos de cielo con lombrices y cables... digámosle ventana azules, rojos, brillos . La noche tiene garras lentas, Algodón de pezuñas Que te matanen forma horizontal... Más allá del cerco y sus colmillos de madera, algunas jirafas tuercen sus cuellos luminosos ...
Diego... de Frida Kahlo
Diego Verdad es, muy grande, que yo no quisiera, ni hablar, ni dormir ni oír, ni querer. Sentirme encerrada, sin miedo a la sangre, sin tiempo ni magia, dentro de tu mismo miedo y dentro de tu gran angustia, y en el mismo ruido de tu corazón. Toda ésta locura, si te la pidiera, yo sé que...
A Lisi de José de Jesús Martínez
Diez años ha, me cago en Dios, que te amo cada vez con más odio, cada día con un nuevo rencor, y todavía te busco, te huyo, te maldigo y llamo. Puta madre, mamita, cómo lamo la espada de tu ausencia, larga y fría, y cómo me odian, mama, el alma mía y el cuerpo en el que a diario me encaramo. ...
Tiempo difícil con repugnancia de Tirso Canales
Difícil es el tiempo que vivimos se propone quitarnos la cadena (no podemos vivir sin las cadenas) El señor ciudadano se preocupa, la señora padece escalofríos ¿viviremos el sismo que hará temblar el valle de las hamacas? ¡Quién sabe! A ese paso con que va la cosa todos morirán ...
Establecimientos nocturnos de Pablo Neruda
Difícilmente llamo a la realidad, como el perro, y también aúllo. Cómo amaría establecer el diálogo del hidalgo y el barquero, pintar la jirafa, describir los acordeones, celebrar mi musa desnuda y enroscada a mi cintura de asalto y resistencia. Así es mi cintura, ...
Difícilmente, avanzando milímetros por año... de Octavio Paz
Difícilmente, avanzando milímetros por año, me hago un camino entre la roca. Desde hace milenios mis dientes se gastan y mis uñas se rompen para llegar allá, al otro lado, a la luz y el aire libre. Y ahora que mis manos sangran y mis dientes tiemblan, inseguros, en una cavidad...
Valle lozano de José Martí
Dígame mi labriego Otros, con dagas grandes ¿Cómo es que ha andado Mi pecho araron: En esta noche lóbrega Pues, ¿qué hierro es el tuyo Este hondo campo? Que no hace daño? Dígame de qué flores Y esto dije -y el niño Untó el arado Riendo me trajo Que la tierra olorosa En sus dos manos ...
Curriculum Vitae de Blanca Varela
Digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victoria sino tu propia sal que jamás escuchaste vítores sino ladridos de perros y que tu sombra tu propia...
Ausencia de Dios de Mario Benedetti
Digamos que te alejas definitivamente hacia el pozo de olvido que prefieres, pero la mejor parte de tu espacio, en realidad la única constante de tu espacio, quedará para siempre en mí, doliente, persuadida, frustrada, silenciosa, quedará en mí tu corazón inerte y sustancial, ...
Apuntes para una crítica de la razón poética de Mario Trejo
Digamos, por ejemplo: por un punto dado fuera de la luna sólo podrá trazarse a dicha luna una perpendicular y sólo una. O también: llámase barroco a todo aquel para quien la distancia menor entre dos puntos es la curva. Preposición: pasar de la poética de la moral a la moral poética. ...
Apuntes para una crítica de la razón poética de Mario Trejo
Digamos, por ejemplo; por un punto dado fuera de la luna sólo podrá trazarse a dicha luna una perpendicular y sólo una.. O también: llámese barroco a todo aquel para quien la distancia menor entre dos puntos es la curva. Proposición: a pesar de la poética de la moral a la moral poética. ...
Sexo cumpliendo de Manuel del Cabral
Digitales delicias gobiernan superficies. El lecho cruje, cruje de pueblo fabricado a besos. De pronto un sudor blanco roba el futuro en gota y un sabor hay de mar que busca no ser agua, sabor de ropa derrotada a clima, a ternura de plumas prisioneras, a mañana que anda por su cuerpo, ...
No escribir de Pureza Canelo
Digo No escribir y conspiro con la ausencia real donde algunos años se plegaron a otro origen de la melancolía: darme pereza seguir buscando el gemido de la creación, darme rubor volver a sembrarme el cereal que después la mano, dicen, podría cortar bajo los cielos. Preferí olvidar ...
Digo palabras frente al espejo... (Poesía Vertical XI - I - 18) de Roberto Juarroz
Digo palabras frente al espejo. Unas veces se fugan por el aire. Otras veces duplican el espejo y encuentro dos espejos mirándose. Pero algunas veces las palabras entran en el espejo. Las palabras no han aprendido a reflejarse porque reflejarse es mantenerse afuera. ...
El amor de Víctor Corcoba Herrero
Digo que la paz se reduce al respeto de los derechos del hombre y se somete a la devoción de que nadie es más que nadie y de que nadie es menos que nadie y de que todos somos alguien. La paz se reafirma en el amor, previo firmar la consideración de adoptar ...
La paz conlleva respeto de Víctor Corcoba Herrero
Digo que la paz se reduce al respeto de los derechos del hombre y se somete a la devoción de que nadie es más que nadie y de que nadie es menos que nadie y de que todos somos alguien. La paz se reafirma en el amor, previo firmar la consideración de adoptar una actitud ...
Oscuridades del amor de Gioconda Belli
Digo que nuestro amor ha sido como un crucero de lujo surcando acerados Atlánticos. Hemos recorrido sus cubiertas Y visto desde allí puestas de sol inolvidables sobre bahías donde casas ocres y naranjas absorbían la luz como cajas encantadas. Como joven pareja enamorada ...
Soneto marinero de Meira Delmar
Digo tu nombre, mar, tu nombre ardido de soles y de júbilo creciente, y el corazón enamorado siente más clara la presencia del latido. Velero que navega repetido por los quietos espejos de la frente, regresa tu paisaje lentamente como si retornara del olvido. Y surge tu comarca marinera ...
Días sin dioses de Juan Vicente Piqueras
Dije adiós y perdí los dioses lares de aquella casa con olor a tierra, de aquella aldea breve como un presentimiento, con su humo de cepas, su humedad de sábana en los huesos, su horizontes, su fábrica de paz. Las era y los olmos, las lumbres apagadas, las venas blancas ...
Las doce en el reloj de Jorge Guillén
Dije: Todo ya pleno. Un álamo vibró. Las hojas plateadas Sonaron con amor. Los verdes eran grises, El amor era sol. Entonces, mediodía, Un pájaro sumió Su cantar en el viento Con tal adoración Que se sintió cantada Bajo el viento la flor Crecida entre las mieses, Más altas. Era...
Retrato sin figura de Ana María Rodríguez
Dijiste: vendré a mirarte con ojos arrancados al olvido, pero nuevos, curada la ceguera, recobrado ya el prisma de la luz para contarte: equivoqué mi vida, tomé la curva infiel del precipicio, te abandoné en el llanto de los sauces. Y yo llevo dos lustros pesándome ...
Currículum Vitae de Sergio Cordero
Dilapidó en estúpidos proyectos el caudal de su ira y después miró ante sí una puerta. Fatigado, tuvo que recargarse en el dintel de sus cuarenta años antes de abrir la puerta y contemplar sus perspectivas.Más allá, el futuro o el destino - el nombre es lo de menos - le dieron a elegir ...
Legado de José Kozer
Dile a las niñas una u otra o vayan a posar un pie en la habitación. Entre, el notario. Dé fe: tiene permiso para escriturar con palabras al pie de la letra o tergiversarlas. Mi asunto es otro. Cuestión de reyes o cítaras y el mar que arroja tumultuosos buhoneros porteadores ...
Bébetela de Luis Alberto de Cuenca
Dile cosas bonitas a tu novia: Tienes un cuerpo de reloj de arena y un alma de película de Hawks. Díselo muy bajito, con tus labios pegados a su oreja, sin que nadie pueda escuchar lo que le estás diciendo (a saber, que sus piernas son cohetes dirigidos al centro de la tierra, ...
Diles que no me maten de Juan Rulfo
Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad. —No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti. —Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que...
Dime mujer de Tomás Segovia
Dime mujer dónde escondes tu misterio mujer agua pesada volumen transparente más secreta cuando más te desnudas cuál es la fuerza de tu esplendor inerme tu deslumbrante armadura de belleza dime no puedo ya con tantas armas mujer sentada acostada abandonada ...