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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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Canción del despojado de Vicente Basso Maglio
Alísame el oleaje; la dura sal aparta Del suelo de la mar... Abiertos sobre músicas Llevemos estos rudos días de grandes mástiles Hacia donde abrazamos las alegres cinturas! Marineros llegados a los pozos azules Se ponen a soñar sobre el viejo ancladero... Y después...
Remedio para melancólicos de José Luis García Martín
All you have to do is take your clothes offFrank O Hara Cuando me veas deprimido, ansioso, malhumorado, todo lo que tienes que hacer es quitarte la ropa, y entonces brilla el sol y se revela el secreto: que somos carne y respiramos y estamos cerca el uno del otro. ...
Poema de Francisco Nájera
Allá donde el sol es su sombra y la tierra ya no es sino imagen; donde el cielo refleja al abismo y los mares se llenan de estrellas. Allá donde la memoria calla y la imaginación cesa. Donde la palabra muere. Allí ¡Poema!
Allá donde las lagunas son el cielo... de Juan Cunha
Allá donde las lagunas son el cielo Tuve mi vacación de vacas verdes El viento era un caballo sin escalas Y yo me le sentaba firme al flete El sol Era un melón La tarde Una sandía Y la vida La vida una pura gana De morder y morder manzanas Pero de esto hace mucho tiempo ...
Allá en el centro del mar de José Saramago
Allá en el centro del mar, allá en los confines Donde nacen los vientos, donde el sol Sobre las aguas doradas se demora; Allá en el espacio de fuentes y verdor, De mansos animales, de tierra virgen, Donde cantan las aves naturales: Amor mío, mi isla descubierta, Es de lejos, ...
Allá en mis años... de Gilberto Owen
Allá en mis años Poesía usaba por cifra una equis, y su conciencia se llamaba quince. ¿Qué van a hacer las rosas sin quien les fije el límite exacto de la rosa? ¿Qué van a hacer los pájaros (hasta los de cuenta) sin quien les mida el número exacto de su trino? Ahora pájaros y rosas ...
Alma de Alejandro Aura
Allá hace un pájaro sus ruidos siempre lejos y cerca del oído allá debe de estar de allá viene el sonido hacia allá va toda la alegría de...
Globalización de Néstor Martínez
Allá lejos de tu patria decidieron la muerte de tu raza no vieron tus lágrimas de impotencia centenaria ni tu bolsillo vacío de aspiraciones perdidas ni la desesperanza frente a la muerte de los niños hambrientos ni oyeron tus ruegos de paz y justicia ni el protestar de tu estómago ...
Un cuchillo en el Norte de Jorge Luis Borges
Allá por el Maldonado, que hoy corre escondido y ciego, allá por el barrio gris que cantó el pobre Carriego, tras una puerta entornada que da al patio de la parra, donde las noches oyeron el amor de la guitarra, habrá un cajón y en el fondo dormirá con duro brillo, entre esas cosas que el tiempo . ...
Riesgos del equilibrista de Eliseo Diego
Allá va el equilibrista, imaginando las venturas y prodigios del aire. No es como nosotros, el equilibrista, sino que más bien su naturalidad comienza donde termina la naturalidad del aire: allí es donde su imaginación inaugura los festejos el otro espacio en que se vive de milagro...
Hierba de Carmen Boullosa
Allá va la hierba que creció sin tocar tierra. Va la que no conoció el lodo ni el seco craquelar sin lluvia. Pasa en flor, sobre la ráfaga. Pasa silbante. Blandida o aventada como arma o herramienta. No sabe pesar porque nunca ha pesado. Al volar no duerme ni descansa. Hierba sin...
Anteparaíso III (Fragmento) de Raúl Zurita
Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle si ya ni mis gemidos conmueven a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras. Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no era nadie y aún están los muros contra los que llorando aplastaba su cara mientras al verla la gente se decía ...
Desmayo (I) de Max Jara
Allá, cuando las lomas reverdecen, donde hay almas que viven de esperanzas y arreboles de fuego que florecen en las inacabables lontananzas; allí donde mi madre me ha llorado con melodioso corazón de fuente, por más que digan que los sueños mienten, quisiera ser feliz y lo he soñado. ...
Donde acaba el silencio (Del I al VI) de Carmen González Huguet
Allá, donde los caminos se borran, Donde acaba el silencio, Invento... La mente que me concibe, La mano que me dibuja, El ojo que me descubre. Invento al amigo que me inventa, Mi semejante... Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, Libertad que se inventa ...
Retorno a Hollywood de Juan Luis Panero
Allá, en la sala de la funeraria, rodeado de poca gente, maquillado y teñido, Se diría que está vivo -sólo en sus manos se notaba el estrago del alcohol y los años-, Scott Fitzgerald esperaba el tren de regreso al hogar. Pobre hijo de puta , sentenció Dorothy Parker delante del ataúd. ...
Allá, en las tierras altas... de Antonio Machado
Allá, en las tierras altas, por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, entre plomizos cerros y manchas de raídos encinares, mi corazón está vagando, en sueños... ¿No ves, Leonor, los álamos del río con sus ramajes yertos? Mira el Moncayo azul...
Allá, en las tierras altas... de Antonio Machado
Allá, en las tierras altas, por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, entre plomizos cerros y manchas de raídos encinares, mi corazón está vagando, en sueños... ¿No ves, Leonor, los álamos del río con sus ramajes yertos? Mira el Moncayo azul y blanco; ...
Umbral (I) de Daniel Chirom
Allí aquí al borde en el camino lejos de casa cerca del cielo una sombra el mar una sombra costa verde agua dulce un sueño una duermevela ojos rasgados ojos pasmados ojos sedientos El viento una encrucijada el viento una estela el viento aire nuevo río ancho...
Bosque de rosas de José Martí
Allí despacio te diré mis cuitas; Allí en tu boca escribiré mis versos! Ven, que la soledad será tu escudo! Pero, si acaso lloras, en tus manos Esconderé mi rostro, y con mis lágrimas Borraré los extraños versos ...
Eres el anochecer de Alfonso Calderón
Allí donde comienza el silencio, estás tú, toda deseo, toda extensión como hierba o álamo solo que recoge el instante puro de unos sueños en la triste, tan triste presencia de unas manos sin venas, blancas y solitarias como el dolor, blancas y pausadas como el olvido mismo. ...
Ciudades de Javier Sologuren
Allí donde Venecia vierte en sus canales el iris vespertino y Roma empolla la forma blanca y dorada de la edad, Florencia mira con fatigados ojos un horizonte de laureles. Brujas, la recogida, donde el silencio aún es cisne. Perenne colmenar de Salamanca, y clara, derramada...
María de Ignacio M. Altamirano
Allí en el valle fértil y risueño, do nace el Lerma y, débil todavía juega, desnudo de la regia pompa que lo acompaña hasta la mar bravía; allí donde se eleva el viejo Xinantecatl, cuyo aliento, por millares de siglos inflamado, al soplo de los vientos se ha apagado, pero que altivo y majestuoso ...
My father eyes de Regis Iglesias Ramírez
Allí estaba Elí desde siempre observándome. Con amor me seguía sin yo saberlo. Ahora ha caído, rasgado, el velo del corazón y se derrumba el templo antiguo con esas puntas atravesadas en mis manos. Ha sido un lanzazo en mi costado pero corre agua y sangre bajo sus costillas. ...
Ratas en el jardín de Rosa Romojaro
Allí estaba entre ramas. Sigilosa. Oscura sobre el blanco de la cal. Luego, corriendo en la cornisa. Luego, el cerco de su ojo, amarillo en la sombra, saliendo del macizo. Y allí, otra vez, los dos, con las manos cogidas, sabiendo que una rata sola no hace septiembre, mirándonos perplejos. ...
Los míos de Hebert Abimorad
allí estaban con la brisa de diciembre entre manos y pañuelos allí estaban allí estaban los míos un corto silencio pedí disculpas por la demora y retomamos la conversación De: Poemas Frugálicos
Salvación de la palabra (3) de Carlos Bousoño
Allí estamos nosotros. Allí dentro del hálito. Tú que me lees estás allí con un libro en la mano. Y yo también estoy. Tú de niño, cual hombre, como anciano, estás allí. Tu corazon está con su amargura, ennoblecido y muerto. Y vivo estás. Y hermoso estás. Y lúcido. ...
Alma bella... de Fernando de Herrera
Alma bella que en este oscuro velo cubriste un tiempo tu vigor luciente en hondo y ciego olvido gravemente fuiste escondida sin alzar el vuelo; ya despreciando este lugar, do el cielo te encerró y apuró con fuerza ardiente, y roto elmortal nudo, vas presente a eterna paz dejando en guerra el suelo; ...
Danza de/lirio de Jorge Castillo Fan
alma del fuego : el canto fuego del canto : el alma canto del alma : el fuego fuego del alma : el canto canto del fuego : el alma alma del canto : el fuego De: Lámpara de Fiebre, Editorial Delirio, Lima, 2003 Selección : Miguel Ángel Zaldívar
El misterio de Claudia Lars
Alma encarnada en mi seno ¿de qué mundos has llegado? ¿Por qué entre miles de madres a mí has buscado? ¿Qué lección dura o sencilla has de aprender en la Vida? ¿Habrá más risa y más canto por tu venida o debo de tener lista carga de fe y de valor, para hacerle frente, juntos, al Amo Dolor? ...
Alma mia gentil, que partiste... de Luis de Camoes
Alma mia gentil, que partiste tan pronto de esta vida descontenta, reposa allá en el Cielo eternamente, y viva yo aquí en la tierra siempre triste. Si allá en el asiento etéreo, en donde subiste, memoria de esta vida se consiente, no te olvides de aquel amor ardiente que yá en los ojos ...
Alma mía de Manuel Magallanes Moure
Alma mía, pobre alma mía, tan solitaria en tu dolor. Enferma estás de poesía, alma mía llena de amor. Crees que la vida es un cuento, crees que vivir es soñar... Pobre alma sin entendimiento, hora es esta de razonar. Ve que la vida no es aquella que te forjaste en tu candor: ...
Alma que mueres de amor de María Antonieta Le-quesne
Alma que mueres de amor, dime lo que es despertar en la alborada de Dios, cuando se muere de amor. Yo sé lo que es enfermar y agonizar de pasión, pero no he sabido amar para morirme de amor. Alma que mueres de amor, dime lo que es enfermar para morirme de amor... ¡Yo sólo sé agonizar! ...
Letanías enfermas de Juan Egaña
Alma romántica, alma inquieta , Deja tus sueños sin hilar; Deja tus sueños... su silueta Ya no da sueños que soñar. Alma, despierta, y sé discreta Y sé secreta en tu llorar... Amor, que como en fatuo fuego Me iluminaste el corazón Y me llevaste como a un ciego Por tus senderos de ilusión... ...
Encajes de Manuel Machado
Alma son de mis cantares, tus hechizos... Besos, besos a millares. Y en tus rizos, besos, besos a millares. ¡Siempre amores! ¡Nunca amor! Los placeres van de prisa: una risa y otra risa, y mil nombres de mujeres, y mil hojas de jazmín desgranadas y ligeras... Y son copas no apuradas, ...
Canción de Juan Guzmán Cruchaga
Alma, no me digas nada, que para tu voz dormida ya está mi puerta cerrada. Una lámpara encendida espero toda la vida tu llegada. Hoy... la hallarás extinguida. Los fríos de la otoñada penetraron por la herida de la ventana entornada. Mi lámpara estremecida dio una inmensa llamarada. ...
Milonga de los morenos de Jorge Luis Borges
Alta la voz y animosa como si cantara flor, hoy, caballeros, le canto a la gente de color. Marfil negro lo llamaban los ingleses y holandeses que aquí los desembarcaron al cabo de largos meses. En el barrio del Retiro hubo mercado de esclavos; de buena disposición y muchos salieron bravos. ...
Cara y cruz de Claudia Lars
Alta visión de un sueño sin espina, honda visión en realidad clavada; ansia de vuelo en recta que se empina, miedo del paso en curva accidentada. Rosa de sombra, rosa matutina, una caída y otra levantada; ángeles invisibles en la esquina donde el presente cambia de jornada. ...
Parió la luna de Luis Llorens Torres
Altamar del Mar Caribe. Noche azul. Blanca goleta. Una voz grita en la noche: -¡Marineros! ¡A cubierta! Es el aullido del lobo capitán de la velera. Aúlla porque ha parido su novia la luna nueva. Y todos yen el lucero que en el azul va tras ella: ven el corderito blanco detrás de la blanca oveja. ...
Celebración de la memoria (IX) de Jorge Ruiz Dueñas
Altamar inunda pastizales acuáticos pone en retirada a los cangrejos
altar de luna... de Javier Payeras
altar de luna penetración cervical visión envejecida por mis ojos la luz celebra tus ceremonias en este cuarto en ruinas DE: LA HORA DE LA RABIA (1999)
Mas no vosotras de Alfonso Costafreda
Altas estrellas sin respuesta, también oscuro transcurrir, vida acaso también indagadora. (Por esta ausencia sufro, sufro su presencia era tuya y era nuestra.) Algo brilla sin fin, mas no vosotras, mientras ansioso yo pregunto La muerte brilla cegadora en el aire que apenas ...
Altazor o el viaje en paracaídas (canto I) de Vicente Huidobro
Altazor ¿por qué perdiste tu primera serenidad? ¿Qué ángel malo se paró en la puerta de tu sonrisa Con la espada en la mano? ¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios? ¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser? ...
El hombre sombrío de Alfonsina Storni
Altivo ese que pasa, miradlo al hombre mío. En sus manos se advierten orígenes preclaros, no le miréis la boca porque podéis quemaros, no le miréis los ojos, pues moriréis de frío. Cuando va por los llanos tiembla el cauce del río, las sombras de los bosques se convierten...
Barriletes de Luz Méndez De La Vega
Alto y polícrono gozoso y ágil, diáfano y leveincauto soñadorflotando lentamente en dulce éxtasisentre el frío azul de noviembre ingrávido y altoo en rápido giro sobre sí mismo hacia arriba siempre hacia arriba sobre clarosescalones de aire imantado de azules profundidades despreocupado ...
Mar por la tarde de Octavio Paz
Altos muros del agua, torres altas, aguas de pronto negras contra nada, impenetrables, verdes, grises aguas, aguas de pronto blancas, deslumbradas. Aguas como el principio de las aguas, como el principio mismo antes del agua, las aguas inundadas por el agua, ...
Agua azul de José Saramago
Altos secretos dentro del agua se esconden El reverso de la carne, cuerpo aún. Como un puño cerrado o un bastón, Abro el líquido azul, la espuma blanca, Y por fondos de arena y madreperlas, Bajo el velo sobre los ojos asombrados. (En la medida del gesto, la anchura del mar Y el nácar ...
La reconciliación de Julio Herrera y Reissig
Alucinando los silencios míos, al asombro de un cielo de extrañeza; la flébil devoción de tu cabeza aletargó los últimos desvíos. Con violetas antiguas, los tardíos perdones de tus ojos mi aspereza mitigaron. Y entonces la tristeza se alegró como un llanto de rocíos. Una profética efluxión de miedos, ...
Los monasterios más ocultos de Luis Antonio de Villena
Aludra dejó aquel inédito: Viajes solares... ¿Era un sueño ese sur sarraceno y sarraceno? ¿Guardaba un mundo acre la íntima piel del durazno? En compañía de aquel pintor mexicano penetramos los vastos reinos ilimítrofes del Sahel... Y aunque aquel mundo de sol y serpientes se volvía ...
Alumno adelantado... de Juan Gelman
Alumno adelantado en la carrera de ser todo corazón, Carrol se acuesta con la la vida, tornando claros los oscuros motivos. Con esa jodida forma de ternura que ejercitan los porteños –disimular, disimular- la, con dignidad y hombría ?Carrol pasea...
Yo le decía a Álvaro de Alvaro Figueredo
Álvaro ¿quién es Álvaro qué turno qué delirio qué número qué dulce vez qué agria vez qué un transformándose en él en este en otro en ambos sí pero no y mi mundo mi alvaridad fluyendo de calle en calle usándome sobre mi voz girando su hoja turbia de grada...