☰ menú
 


listado de poemas en audio por primeros versos letra a

a-b-c-d-e-f-g-h-i-j-k-l-m-n-o-p-q-r-s-t-u-v-w-x-y-z

1358 poemas con la letra "a"

. < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 > .

Amantes (IV) de José Antonio Cedrón
Al cerrar el botón del monedero esa mujer hablando de los otros tropieza con los nombres que apretaron el brillo de su vestido rojo. La interrumpen reproches en voz baja golpes de la otra vida papas apio cebollas que guarda el mosquitero una mano que cuenta las pastillas ...
Como manda la ley (Fragmento) de Elsie Alvarado de Ricord
Al clausurar el sueño, cuando cerré la carta y volví a la rutina, descolgué el corazón para no recibir llamadas. Me puse el rostro sereno, eché al bolsillo las llaves, los saludos y las gracias. Con anteojos oscuros me protegí contra la realidad quemante, porque en el clima ...
To see I de María del Carmen Colombo
al compás de ese blues la mujer se desnuda le sale de la voz un viejo armiño turbio y deshuesado el sol de algún zapato brilla como seno de lava revolverá la noche con un pubis violáceo frente al pezón opaco de su espejo
Souvenir de Héctor Rosales
Al costado de la estación, alborotados, los grillos expresan cánticos ancestrales, legados de la hierba. Los viajeros llegarán y se irán explorando madrugadas polvorientas, donde una compañía les seguirá sin que la vean. (El sonido verde de la espera)...
Antártica I de Juan Pablo Riveros
Al crepúsculo de la última edad de hielo quise ir lejos de los límites, y reunir la quietud, lo pacífico en la soledad de un tiempo inexpugnable. Eso era. Cogido por vientos contrarios, necesité asilos por ocasionales y precarios que ellos fuesen. No era el polo, el recorrido ...
Al cruzar el portal de David Escobar Galindo
Al cruzar el portal de la Ciudad Prohibida, recuerdo a mis amigos, los poetas de siempre. Y sobre todo a ellas, las tenues amazonas: a usted, Claudia, asomada al rumor de su Oriente; a ti en paz, Dorisella, después de tanto duelo; a ti, azul Juana Rosa, la del marfil sonámbulo. ...
El llanto de Alfonso Reyes
Al declinar la tarde, se acercan los amigos; pero la vocecita no deja de llorar. Cerramos las ventanas, las puertas, los postigos, pero sigue cayendo la gota de pesar. No sabemos de donde viene la vocecita; registramos la granja, el establo, el pajar. El campo en la tibieza del blando sol ...
Código del alba de Raquel Huerta - Nava
Al descifrar el laberinto habrá que reparar el canto de las aves resguardado en los postigos del umbral para encender el fuego de la aurora. De: Tramontana Poema proporcionado por la autora
La sombra de Luis Cernuda
Al despertar de un sueño, buscas tu juventud, como si fuera el cuerpo del camarada que durmiese a tu lado y que al alba no encuentras. Ausencia conocida, nueva siempre, con la cual no te hallas. Y aunque acaso hoy tú seas más de lo que era el mozo ido, todavía Sin voz le llamas, ...
Ofrecer flores de Lucero Alanís de Gurrola
Al entrar al templo está el agua salvadora de pecados fuente de perdón Más allá el asombro de una virgen también bendita quisiera redimir a todas las mujeres Bajan los santos y mártires en los cirios que prometen azucenas a las niñas De: Gualbet dans le rêve des autres / Gualbet en el sueño ...
Ocurrencias de Floriano Martins
Al escultor Fernando Casás Parte de lo que somos nos recuerda tan sólo si un accidente le importa: pórtico redecorado por polillas o sátira del azar al reinscribir al hombre en su trayecto. Parte de lo que somos solamente el desgaste reaviva: proeza concreta de carcomidos ciclos de la humanidad ...
Improvisaciones en babel de María Negroni
al estilo de cendrars o del franco alsaciano arp que posaban de políglotas enamorada de las palabras que acentúan lo inentendible o verosímil en aras de pequeñas desorientacionesimprescindibles querida: exponerse por ahí es verdad que luce el gesto ...
Masa de César Vallejo
Al fin de la batalla y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!” Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle: “¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!” Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él...
Masa de César Vallejo
Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo ¡No mueras; te amo tanto! Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron, dos y repitiéronle: ¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida! Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él, veinte, ...
Demolición de Cintio Vitier
Al fin se consumó, después de tantas perfecciones tan equívocas, de tanta precaución y cálculo, probando que nada fuera inútil, ni lo nimio, ni los más delicados pulimentos: al fin se consumó lo improyectado por la mano, al revés de la materia. La mano reconoce que otra mano más poderosa ...
Canto con importancia de Tirso Canales
Al fin y al cabo Cantar a toda hora es de buen juicio Aunque siga en un hilo nuestra vida Cuando la luz hace parir las flores de la tierra Cuando la lluvia desangra en los tejados su caballería Cuando el hincha comprime con sus manos al ídolo que aplaude Cuando vamos en bus nalga con nalga y ...
Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de Don Guido de Antonio Machado
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor de mozo muy jaranero, muy galán y algo torero; de viejo, gran rezador. Dicen que tuvo un serrallo este señor de Sevilla; que era diestro en manejar el caballo ...
Coplas y llanto por la muerte de don Guido de Antonio Machado
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dánl Murió don Guido, un señor de mozo muy jaranero, muy galán y algo torero; de viejo, gran rezador. Dicen que tuvo un serrallo este señor de Sevilla; que era diestro en manejar...
Al final de la tarde de Ernestina de Champourcin
Al final de la tarde dime tú ¿qué nos queda? El zumo del recuerdo y la sonrisa nueva de algo que no fue y hoy se nos entrega. Al final de la tarde las rosas siguen lentas abriéndose y cerrándose sin caer aún en tierra. Al final de la tarde no vale lo que queda sino el impulso mágico ...
Al fondo de esto duerme un caballo de Gonzalo Rojas
Al fondo de todo esto duerme un caballo blanco, un viejo caballo largo de oído, estrecho de entendederas, preocupado por la situación, el pulso de la velocidad es la madre que lo habita: lo montan los niños como a un fantasma, lo escarnecen, y él duerme durmiendo parado ahí en la lluvia, ...
Idea de José María Hinojosa
Al fuego lento templé la guitarra de mi pensamiento. Al fuego lento hice una girándula de cohetes nuevos. Al fuego lento oreé su espalda a los cuatro vientos. Lancé las semillas a que germinaran en llanos de cielo. Segué con la brisa campos florecidos bajo el fuego lento. ...
Peces voladores de José Juan Tablada
Al golpe del oro solar estalla en astillas el vidrio del mar.
En la espera del gesto de Lídice Alemán
Al golpear la puerta el miedo asoma el olfato presiente la historia la oscuridad que emana Soy margen a la escucha del tropel estatua que reposa en el parque mientras sube la hierba Van a tatuar mi cuerpo dejándome atrapada en una ciudad sin valles ni flechas Mis ojos deletrean...
A Florinda en invierno de Andrés Eloy Blanco
Al hombre mozo que te habló de amores dijiste ayer, Florinda, que volviera, porque en las manos te sobraban flores para reirte de la Primavera. Llegó el Otoño; cama y cobertores te dio en su deshojar la enredadera y vino el hombre que te habló de amores y nuevamente le dijiste: Espera. ...
Al infinito Amor... de Manuel Ponce
Al infinito Amor no duelen prendas, y por eso quiso que un ladrón le robara el Paraíso. Yo, triste pecador, sé que en amor divino no hay mudanza, y en ser...
Al íntimo cuadrante del Nosotros... de Waldina Mejía Medina
Al íntimo cuadrante del Nosotros la Vida nos reclama,imposible imposible oponerse, nuestros cuerpos se atraen con la fuerza del Cosmos, en medio del plasma primigenio sabores luz olor sonidos bordes se mezclan imprecisos dedos boca pezones pene vulva se encuentran ...
Un remanso del Arno de María Sanz
Al llegar a Florencia, se entrelazan luminosos recuerdos con vivencias de cercana ebriedad. Transcurre el día plasmado en asimétricos espejos que un remanso del Arno desdibuja. Al llegar o al partir, qué importa entonces si atraviesan el tiempo las palomas del alma... ...
Mirada retrospectiva de Guillermo Blest Gana
Al llegar a la página postrera de la tragicomedia de mi vida, vuelvo la vista al punto de partida con el dolor de quien ya nada espera. ¡Cuánta noble ambición que fué quimera! ¡Cuánta bella ilusión desvanecida! ¡Sembrada está la senda recorrida con las flores de aquella primavera! ...
El establo de Gabriela Mistral
Al llegar la medianoche y al romper en llanto el Niño, las cien bestias despertaron y el establo se hizo vivo. Y se fueron acercando, y alargaron hasta el Niño los cien cuellos anhelantes como un bosque sacudido. Bajó un buey su aliento al rostro y se lo exhaló sin ruido, y sus ojos fueron tiernos ...
Entrada en materia de Juan Domingo Argüelles
Al mar dije que no. Dije también ya no más cielo, ya no más canto al manantial ni al eco grácil y purísimo de sus aguas que bajan de la más alta inmensidad. Ahora solamente nombraré la desgracia, dije y le puse nombre. Para que arda más la herida le puse sal y miel silvestre, ...
La pasión según san juan sebastián de Mario Noel Rodríguez
al mayor de todos, a 250 años del viaje. Escribió una sonata de 19 hijos y nos amarró a su corazón eléctrico, al vuelo de un pájaro besando el sol. Juan Sebastián Bach, aquí mi corazón lame su misma sal, agobiado como está de siglo destripar. No es posible el mar sin tus manos sujetándolo, ...
Al mediodía, las ásperas magnolias... de Marosa di Giorgio
Al mediodía, las ásperas magnolias y las peras, los topacios con patas y con alas; azucenones, claros, rojos, semiabiertos; la casa de siempre, el patio familiar, parecían el paraíso, por el brillo de las ramas, los racimos, las estrellas en las hojas, cuyas figuras de cinco picos ...
Testigo de Eduardo Zambrano
Al menos aquí en medio del desamparo tuve un testigo: me tuve a mí mismo sin ser la marioneta colgada de una historia, ni la parafernalia literaria entre concursos y limosnas. (De: Reincidencias)
Reflexión de Julio Leite
Al mirar que nos queda ese gris horizonte de galpones, con sus techos de victoria invertida avergonzando al río, me pregunto qué se han hecho las ilusiones de este niño que nunca quiso remontar un barrilete por respeto al viento. De: Límites y militancias Selección: Guido ...
Afecto 45 (II) de María F. Josefa del Castillo - madre Castillo
Al monte de la mirra he de hacer mi camino, con tan ligeros pasos que iguale al cervatillo. mas ¡ay Dios!, que mi Amado al huerto ha descendido, y como árbol de mirra suda el licor más primo. De bálsamo es mi Amado, apretado racimo de las viñas de Engadi: el amor le ha cogido. De su cabeza ...
Padre de Enriqueta Ochoa
Al montón de polvo que te cobija bajé esta tarde; la sal de la llanura ardía bajo el árido resplandor del silencio y un tifón de soledad golpeaba contra la flor caliza de los cerros. Yo te hablé con esa ternura indómita que rompe dignidades, y me quebré de bruces en la tierra; ...
Laberinto de fortuna de Juan de Mena
Al muy prepotente don Juan el segundo, aquel con quien Júpiter tuvo tal zelo que tanta de parte le fizo del mundo quanta a sí mesmo se fizo del cielo; al grand rey d España, al César novelo, al que con Fortuna es bien fortunado, aquel en quien caben virtud o reinado; a él, la rodilla fincada ...
Visión juvenil desde otros años de Vicente Aleixandre
Al nacer prodigan las palabras que dicen muerte, asombro. Como entre dos sonidos, hay un beso o un murmullo. Conocer es reír, y el alba ríe. Ríe, pues la tierra es un pecho que convulsivo late. Carcajada total que no es son, pero vida, pero luces que exhala algo, un...
Billete de ida o vuelta de Juan Vicente Piqueras
Al nacido en aldea lo cría el horizonte y se lo lleva un tren cualquiera cualquier tarde. Su sencillo equipaje es una certidumbre: que la vida está lejos. Pasa su adolescencia mirando mapas, nubes, gimiendo geografías, arrodillado ante la diosa Irse. Hasta que un día dado toma un tren y se va ...
Augurios de Octavio Paz
Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica sin pesadillas griegas; bálsamos bíblicos o dialécticos, sedantes contra las erosiones, decadencias históricas, siniestros...
Abril en Velda Dairy de Margarito Cuéllar
Al norte de Tallahassee está Velda Dairy. En Velda Dairy se extinguieron las vacas. En Velda Dairy, cuando la noche asombra el rostro de los pinos, suceden cosas extrañas. Habitan pacíficamente cocodrilos y ardillas, alebrijes y patos, ranas y pescados. No es temporada ...
Isla en la tierra de Sara de Ibáñez
Al norte el frío y su jazmín quebrado. Al este un ruiseñor lleno de espinas. Al sur la rosa en sus aéreas minas, Y al oeste un camino ensimismado. Al norte un ángel yace amordazado. Al este el llanto ordena sus neblinas. Al sur mi tierno haz de palmas finas, Y al oeste mi puerta y mi cuidado. ...
Ubicación de Francisco Magaña
Al norte hay niños que esperan la madrugada para ponerle una raya más al tigre. Al sur, las nativas bailan descalzas sobre la arena, al mediodía. Al este, la tarde es un bostezo que se consume a sí mismo. Al oeste, el amanecer encuentra a los viejos con el libro sagrado entre sus manos. ...
Cul de Sac Valley (IV) de Derek Walcott
Al oeste de las estrofas escritas por el amanecer, las plantaciones de plátanos responden a su luz; por encima, un halcón que describía círculos con mi corazón en su pico hasta el borde del mundo, lo trae de vuelta al puente que se desvanece, al río que se revuelve en su lecho, ...
A un olmo seco de Antonio Machado
Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo algunas hojas verdes le han salido. ¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento. ...
Caperucita roja de Amalia Bautista
Al otro lado de este bosque inmenso me espera el mundo. Todo lo que he visto sólo en mis sueños tiene que esperarme al otro lado de este bosque. Es hora de ponerme en camino, aunque el viaje se lleve varios años de mi vida. De pronto escucho aullar la voz de siempre, ...
Al otro lado de Alvaro Cunqueiro
Al otro lado me dijeron los viejos se van convirtiendo en árboles viejos también sin hojas en el lado del sol aguardando sin saber qué, mudos. Pero súbitamente un árbol cualquiera siente subir dentro de él la savia de un sueño al borde de la muerte ya, pero todavía tibio ...
Borges y yo de Jorge Luis Borges
Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. ...
Cabo Sounion de Luis García Montero
Al pasar de los años, ¿qué sentiré leyendo estos poemas de amor que ahora te escribo? Me lo pregunto porque está desnuda la historia de mi vida frente a mí, en este amanecer de intimidad, cuando la luz es inmediata y roja y yo soy el que soy y las palabras conservan el calor del cuerpo ...
Ciudad dormitorio de Graciela Baquero
Al pasar las construcciones la retrasan la distraen sonándose unas contra otras. Y ahí está el aire dispuesto a arrastrarla. El otoño nunca vuelve esta temperatura ayuda a morir sin espanto. La mujer busca dónde dormir en las puertas de las grandes sucursales y sueña que realmente duerme. . ...