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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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La materia que insiste persiste en el vacío de Pedro Gandía
Adolescente virgen ofrenda su desnudo Al sueño y la pasión de sus idólatras, Y blancos astros signan el corazón del Cosmos Como esperma de un dios que enciende la ceniza. Príncipe-Mago alígero, de sombra refulgente, Lo conforma con ruinas de espejos abisales En los que...
Idilio de Jaime García Terrés
Adolezco de fútiles cariños unos con otros ayuntados. Bebo no sin ternura mi taza de café. Conservo retratos azarosos y animales domésticos. Me absorben los rumores de la calle, Los muros blancos al amanecer, la lluvia, los jardines públicos. Mapas antiguos, mapas nuevos, ...
Palabras (1), (3), (4), (5), (6), (7) y (11) de Carlos Trujillo
Adónde cae la hoja que cae de la hoja? ¿Adónde, la hoja que se suelta de sí misma como mirando lejos y hacia adentro, como mirándose desde lejos igual que si fuera otra hoja la que cae mientras ella la mira? 3 ¿Qué hace la palabra...
Adoro las ciudades... de Andrés Trapiello
Adoro las ciudades que son viejas ciudades de provincia y los puentes de piedra y los de hierro y los puentes en ruinas, viejos puentes de piedras solitarios invadidos de ortigas.Pero también me cansan esas viejas ciudades de provincia y todo lo que un puente sobre un río oscuro ...
Sonetos a mi padre de Carilda Oliver Labra
adre entonces que hacías la esperanza empeñado de hijos, de hipoteca: resucito tu mano nunca seca que no supo de piedra ni de lanza. Te enfermaba el insomnio cuando juez pues querías salvar tantos ladrones... ¡Que ya siempre te píen los gorriones y que tengas...
Adrenalina en el sabor... (IX) de Alina Galliano
Adrenalina en el sabor de mangos, te voy a seducir, envés de esas ausencias de estarle a los contigos, abecedario deshabitando el marco de vivir al múltiple. Quiero encontrar espacios que van a fabricarse: antiquarium a ritmo de presencias en calles por llegar; quiero imaginarias tiendas, ...
Oración de Albert Einstein de William Ospina
Advierto con profunda perplejidad que el hermoso guijarro que abandono en el aire se precipita recto hacia la tierra. Tal vez para una hormiga que fuera en el guijarro seria más bien la tierra lo que cae, verde planeta que se precipita. Para el soldado inmóvil antes de halar la cuerda ...
Recóndita espiral de Aurora Reyes
Aérea faz de roca construida, suspendida en la noche de la infancia. Recuerdas idolátricos perfiles de inarmónica danza. ¿Eres diáfana sombra o luz caída, anticipada muerte rescatada, perímetro de ausencia o invadida forma de realidad acumulada? Entre muros de angustia ...
El David de la Catedral de Salisbury de Marià Manent
Aeri, en la grisor de la pedra, en el vent, entre els crits de les gralles iròniques, t’inclines, abstret damunt de l’arpa, a la música ardent. Però una herba se’t mou sobre les cordes fines. Ara és verda i menuda aquesta arpa, que duu al teu cos mineral una trèmula saba del juny...
Afán para no separarme de ti de Pedro Salinas
Afán para no separarme de ti, por tu belleza, lucha por no quedar en dónde quieres tú, aquí en los alfabetos, en las auroras, en los labios. Ansia de irse dejando atrás anécdotas, vestidos, caricias, de llegar atravesando todo lo que en ti cambia, a lo desnudo y a lo perdurable. ...
Afuera de Alfonso Quijada Urías (Kijadurías)
Afuera el río arrastra las corrientes del tiempo: hojas, flores y animales muertos. En su rumor despierto. Lejos escucho los gritos de la gente, aquellos que discuten de finanzas; aquellos que van de un pasillo a otro pasillo señalando el gran día que nunca llegó. No soy yo quien regresa, ...
Ventanas de otros días (12) de John Freddy Galindo
Afuera en el cielo de otros días la vida pasa el anciano ciego insiste en ver lo que no quiere Entre los rincones el misterio secreto de los hombres y en mis manos el temblor que nos persigue desde siempre De: Ventanas de otros días
Mujer cosiendo de Eliseo Diego
Afuera está el escándalo del sol, y la garganta de la cal desollada que responde bramando de terror: la zarabanda maníaca de la luz -la quema grande. Y adentro, fresca, la penumbra como un baño de paz -agua del bosque de la eterna delicia- la penumbra en que tu aguja salta ...
Orillas de Hugo Mujica
Afuera ladra un perro a una sombra, a su eco o a la luna para hacer menos cruel la distancia. Siempre es para huir que cerramos una puerta, es desierto la desnudez que no es promesa la lejanía de estar cerca sin tocarse como bordes de la misma herida. Adentro no cabe adentro, ...
Nosotros de Antonio Álvarez Bürger
Afuera llueve noches frías como los muertos, acongojadas en los rincones; y nosotros con los pies tibios, perpendiculares sobre otros cuerpos, los ojos entreabiertos de culpa y ávidos de menesteres. Afuera caen profundamente heridos los incorruptos y mujeres que marchitas se prometen; ...
Lamentos en el espacio de Clementina Suárez
Afuera ruge el viento. Tu cabeza está en mis piernas. la noche se entretiene en ronda de fantasmas. Aguas desbarrancadas cortan narcisos y nieblas, para adornar la tumba de tanto pájaro muerto. Tú peinas y despeinas mi cabello mientras el mar arrastra sangre y lodo. La sombra parece ...
Cloto de Silvia Guerra
Afuera, en el cóncavo espejo que es Ahora un fino entretejido se suspende: alguien habla de dos, otros de cifras que son inmensas cantidades. La ascendencia se pierde en estratos que no tienen demasiada importancia. Se nombran los caminos, los pazos los pequeños jilgueros. ...
Juan Migaja de Norma Segades Manias
Afuera, en el linaje de la noche, las fauces de la luna desangran transparencias en las arterias místicas del agua y suspende en la urdimbre de las hierbas filamentos de escarcha. Adentro, en la tibieza, el leño trasfoguero fosforece su vigilia quemada -duende azul de ceniza enlutando ...
Confusión (II) de Alfonso Quijada Urías (Kijadurías)
Afuera, en la palma del día : cabezas de faunos y faunas de ensortijados rizos en la calle; en un zaguán, mujeres y frutas doradas por el sol gritos de hombres ceñudos y desconfiados, entre ellos los amantes, uno que offrece a las sirenas un vaso de agua dulce y otro que inundado de amor, ...
Una sirena eterna (XI) de Isolda Dosamantes
Afuera, un hombre rondará con su olfato por los cajones de la morgue, por la fosa común, por las tumbas de tierra fresca, por las olas del mar. Selección del poemario inédito UN GRITO EN EL ARCA de Isolda Dosamantes
Otoño de Gonzalo Osses – Vilches
Afuera; en las calles hay olvido de vehementes tormentas. Afuera; desde las ramas de un árbol sigue brillando el sol. Afuera; sopla el viento revolviendo las hojas apagadas y el silencio se torna más mudo todavía. Hay un gris que despierta en el aire deshojando mi aliento, ...
Ágatas de Julieta Dobles
Ágatas en mi cuello, tajadas de un arbusto prehistórico, azules manos duras, voces cristalizadas que se vuelven monedas trasluciendo en mi piel. Las amo porque son testigos de una historia que nunca presenciamos. Con sus capas concéntricas de arbolillo que canta...
Tercer regreso de Julio Torres Recinos
Agónico fuego de la tarde, triste, sediento; camino despedazado, viento de luna, nocturno pájaro tenue, obelisco de lo fugaz, filosa piedra de rápido golpe. Aquí estoy. He llegado hendiendo el silencio de estas calles, horadando con mi sombra cada pecho de aquellos hombres ya idos. ...
Agora que soy niña de Cancionero y Romancero Tradicionales Ii(siglo XI a Siglo XV)
Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Dios de mi monjía. Agora que soy niña, niña en cabello, ¿me queréis meter monja en el monesterio? ¡Que no se sirve Dios de mi monjía! Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Dios de mi monjía.
Agora que soy niña de Cancionero y Romancero Tradicionales I (siglo XI a siglo XV)
Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Diosde mi monjía. Agora que soy niña,niña en cabello, ¿me queréis meter monjaen el monesterio? ¡Que no se sirve Dios de mi monjía! Agora que soy niña quiero alegría, que no se sirve Dios de mi monjía.
Buzón de quejas de Jorge Ortega
Agosto es un mes cruel. Nos abomina con tórridos calores, con tifones saturados de polvo callejero que el frente tropical ha removido. La humedad cava túneles secretos bajo la confidencia de la blusa, disgrega su hormiguero de sudor en hilos presurosos. Padecemos la asfixia de la carne, ...
Agosto, agosto, la vaga... de Blanca Andreu
Agosto, agosto, la vaga reverencia del tintero demiurgo, el claustro manuelino de la palabra gótica, la luna y la hojarasca del tintero empañado, el lenguaje escultor que nos ha herido pronunciando el idioma de la piedra. No te hablé, nunca te hablé del acento emboscado del mármol, ...
Agosto... de Federico García Lorca
Agosto. Contraponientes de melocotón y azúcar, y el sol dentro de la tarde, como el hueso en una fruta. La panocha guarda intacta su risa amarilla y dura. Agosto. Los niños comen pan moreno y rica luna. De: Canciones
Nostalgia del puerto de Jaime Augusto Shelley
Agotado por la furia, estaba en mí cantar alegría, traer al papel un paseo después de los mariscos con cerveza y el café de la Parroquia, aspirar los olores del puerto cuando cae el sol, entre las risas y los gritos de los niños en el malecón; pero vinieron las lluvias, el norte. Y nos fuimos a México. ...
Agradezco a los árboles sus sombras de Jesús López Pacheco
Agradezco a los árboles sus sombras, la protección delgada de sus troncos. Al banco la amistad de su respaldo y a los faroles su bombilla rota. Agradezco a las calles sus esquinas, sus rincones oscuros como nidos, sus portales sin nadie, resguardados de la lluvia y el viento...
Al dejar un alma de Carlos Pellicer
Agua crepuscular, agua sedienta, se te van como sílabas los pájaros tardíos. Meciéndose en los álamos el viento te descuentan la dicha de tus ojos bebiéndose en los míos. Alié mi pensamiento a tus goces sombríos y gusté la dulzura de tus palabras lentas. Tú alargaste crepúsculos en mis manos ...
Agua dormida de Francisco González Léon
Agua dormida de aquel pilón: agua desierta; agua contagiada del conventual silencio de la huerta. Agua que no te evaporas, que no te viola la cántara, y que no cantas, y que no lloras. Tu oblongo cristal es como el vidrio de una cámara fotográfica que retrata un idéntico paisaje de silencio y de paz. ...
Balada de Concha Méndez
Agua pura corría por el piano. Dulcemente salía del cauce de sus manos. La nostalgia dormía. Y dormía el Ocaso. La Música bebía el agua de su vaso.
Manantial de Dulce María Loynaz
Agua recién nacida, que brotas de la piedra sin tocar el suelo todavía... Agua pura y sutil en el instante gozoso del alumbramiento: No te ha anunciado el Ángel, pero puedes limpiarnos el Pecado, y apagar nuestra sed. Sólo que aún no lo sabes... Agua en latir de espumas y de vuelos, ...
El proscrito de Alí Chumacero
Agua reverdecida, la palabra que fue apariencias turba nuevamente: catástrofe encima de la cal, ávida vid que apresurada cae de vuelo a onda a eterna superficie hendiendo el demorado ardor de la quietud. Donde el hastío los naufragios cubre, su exhalación levanta en vendaval...
Ante el arroyo de Max Jara
Aguas que multiformes y turbulentas entre las rigideces de los peñascos, con nostálgico vértigo de tormentas, ruedan en un sonoro tropel de cascos; aguas de claridades hondas y quietas, traidoras en su ignota melancolía, aguas, todo belleza, de los poetas, aguas, todo tristeza, ...
Ah corazón, deja que tus luces siembren... de Pedro Piccatto
Ah corazón, deja que tus luces siembren otras estrellas sobre el cielo. Deja corazón que tus luces vayan prendiendo rosas sobre la soledad y sean ellas el dulce puente por donde cruzará la claridad del hombre. Deja corazón que tus luces se abracen a la hierba que sostiene el rocío con amor, ...
Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió de Francisco de Quevedo
Ah de la vida...
La casa de Cintio Vitier
Ah de mi casa, este navío a tumbos siempre en el mismo sitio navegando quién sabe hacia qué luces y qué rumbos, anocheciendo, madre, navegando: yo que te vi agrietada en los retumbos de la tormenta, y que te oí aullando quién sabe hacia qué luces y qué rumbos, amaneciendo, madre, ...
Ah el doble, el doble oscuro del poema de Leopoldo María Panero
Ah el doble, el doble oscuro del poema sombra de sombras, nada del ayer filo de una navaja sobre el poema que a la vida ensucia y vierte de estiércol el río: y que la nada brille esto es el poema. De:Poemas para un suicidamiento 2001, Madrid
Ah galanas, no os caséis... de Juan de Timoneda
Ah galanas, no os caséis por más que el galán os ame que el buey suelto, bien se lame. Mirad que os digo verdad, qué más el cuerno del toro, pues sabéis que libertad, no se paga con tesoro. No troquéis placer por lloro por más que el galán os ame que el buey suelto, bien se...
Los amores cobardes de Marilyn Bobes
Ah los amores cobardes Son como las canciones finlandesas: deben tener su encanto. Amables instruidos a veces hasta conversan. Reciben los miércolesde 7 a 10 y descansanlos fines de semana. Guardianes de la cordura piensan que hacen el bien y son inteligentes porque son incapaces. ...
Malevitch en su ventana de Blanca Varela
ah mon maitre me has engañado como el sol a sus criaturas prometiéndome un día eterno todos los días de lo inexacto me alimento y toda el agua de los cielos es incapaz de lavar esta ínfima y rebelde herida de tiempo que soy polvo rebelde sí con los cabellos de polvo desordenado...
Píntame angelitos negros de Andrés Eloy Blanco
Ah mundo! La negra Juana, ¡la mano se le pasó! Se le murió su negrito, sí, señor. ¡Ay compadrito del alma!, tan sano que estaba el negro! Yo no el acataba el pliegue, yo no le miraba el hueso; como yo me enflaquecía, lo medía con mi cuerpo, se me iba poniendo flaco, como yo...
Cautiverio de Cristina Peri Rossi
Ah qué mórbida te mueves puma pugnas por atravesar la jaula del jardín donde te he encerrado entre espejos fríospara que no te vayas,para hacer poesía.
Lo imposible de Juana de Ibarbourou
Ah si pudiera ser de piedra o cobre Para no sufrir! Para que así dejara de fluir La cisterna salobre De mi corazón. Para que así mis ojos se apagaran Cual dos trozos mojados de carbón. ¡Convertir en metal la greda viva, La greda miserable y sensitiva...
Oda a la soledad de José Ángel Valente
Ah soledad, Mi vieja y sola compañera, Salud. Escúchame tú ahora Cuando el amor Como por negra magia de la mano izquierda Cayó desde su cielo, Cada vez más radiante, igual que lluvia De pájaros quemados, apaleado hasta el quebranto, y quebrantaron Al fin todos sus huesos, ...
Ah vastedad de pinos... (Poema III) de Pablo Neruda
Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria, crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, caracola terrestre, en ti la tierra canta! En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye como tú lo desees y hacia donde tú quieras. Márcame mi camino ...
Misterios gozosos de Rosario Castellanos
Ah, nunca, nunca más la conocida ternura, la palabra pequeña, familiar, que cabía en mi boca. Nunca ya mi cabeza segada dulcemente por la mano más próxima. Nunca la juventud como una casa espaciosa, asoleada de niños y de pájaros. Adiós para la tierra que en mi torno...
Nociones elementales y algunas elegías (60) de Fina García Marruz
Ah, sabias cucharas, tenedores de madera, nobles jarros, aprenda vuestras texturas, vuestras fieles y viejas amistades con el fuego de la tarde y los aposentos más íntimos de la casa, ah, mis sobrevivientes, os miro, extrañamente consolada por esa fidelidad que nos ...