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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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Sin sobre de Juan de Dios Peza
Abro tu carta y reconozco ufano Tu letra fácil, tu dicción hermosa; Tú la trazaste con tu propia mano Pues el papel trasciende a tuberosa. Al escribirla estabas intranquila Y ya estoy sospechando tus desvelos Los médicos me han dicho, que vacila El pulso con la fiebre de los celos. Veo tus líneas ...
Absorbes la vida por los ojos toda entera... de Carmen Borja
Absorbes la vida por los ojos toda entera. ¿Cómo no devolver el mundo hecho palabra? Absorbes la luz, como si nunca más fueras a ver el perfil del árbol, el pájaro que retorna del frío, el mar color cobre en la tarde que acaba. Entonces la belleza, el trazo de la nube que dibuja el sentido, ...
Abstracta de Cé Mendizábal
abstracta en la condición única de tu presencia ronca cuando caen uno a uno los rumores sobre el sopor líquido de la pena dirimiendo la vigencia de una piel armada con el óxido destilado por las memorias piel que ha dejado de ser piel manos que ya no son tales verbos...
abuela borda una sirena... de William Johnston
abuela borda una sirena mis hermanas dan cuerda a los pájaros embalsamados para que canten una vez más hacia la sombra. y el aire se condensaba en la gota de azogue de aquel espejo circular...
El Papa de Roque Dalton
Abuelo con mejillas de nube satisfecha las luciérnagas te guarden de la desnudez y su cáscara/pública. ¿Sabes que por los bares se anhela oírte blasfemar verte pelear por una mujer con cuchillería experta e/implacable? No. No lo sabes. Todo lo humano te es ajeno ...
Oración por el cuerpo de Nelly Keoseyán
Abusé de tí, malamada. Te maltraté como al peor de los esclavos. Te obligué a desnudarte ante los otros, a descender conmigo hasta los bajos fondos. Eras objeto de saciedad y de goce: Acudías como una perra obediente a mi llamado. Cuántos pasaron por encima de ti como caballos ...
Acabo de cruzar la intemperie del vino… (Ánima) de José Kozer
Acabo de cruzar la intemperie del vino. Jamás vi mayor mi pobreza. Un calvero un rojo crucifijo carnosidad del alcornoque (descortezado). Una voz confundo tres veces: la greda con mi madre; mi padre con el orín que se desprende en un único golpe de címbalos; la voz...
Paisaje de Blanca Luz Pulido
Acariciando lenta su reposo, la mirada se abre en el paisaje creado por la suma de los tonos que se miran y no se reconocen. Recoge el espesor de cada nube y la frágil sombra levemente instalada por su paso. Serena y suspendida, la luz va convocando lo que toca. Las piedras ...
Mecánica de los cuerpos de Pedro Shimose
Acaricio tus formas suaves como dunas que no hay; beso tus pezonesenhiestos y rosados como un amanecer. Tu cuerpo, emblema crepitantemi almatiembla al puro estado de belleza. Tus ojos. Reposa en ti el impulso de una corriente azul. Desciende a mí tu voz. La armonía conquista ...
Poema XII (Acaso en esta primavera...) de Dulce María Loynaz
Acaso en esta primavera no florezcan los rosales, pero florecerán en la otra primavera. Acaso en la otra primavera todavía no florezcan...
Canción de la lluvia de José Angel Buesa
Acaso está lloviendo también en tu ventana; acaso esté lloviendo calladamente, así. Y mientras anochece de pronto la mañana, yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mí. Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo, sintiendo que despierta su ternura de ayer. ...
Taller de madrigales (45) de David Escobar Galindo
Acepto que la vida sea un tránsito sin fechas descifrables. Acepto que la naturaleza se aferre a sus leyes fosforescentescon los ojos cerrados. Acepto que apostemos a la eternidad sin ninguna prueba a nuestro favor. Acepto que todas las palabras que me rodean desaparezcan depronto a la hora nona. ...
Aquellas preciosas de Sergio Badilla
Acerca de las masnarras hay poco escrito son especies que sufren de fotofobia permanente de escasa irrigación de capilares Seres vaginados como los ángeles del convento de las Jerónimas de Sevilla ejecutores genésicos de una progenie extinguida Las masnarras magman ...
los trabajos y los días de Jorge Ernesto Olivera
acerca de los trabajos y los días puedo decir que no domé tigres en el asia no cabalgué a lomo de elefantes cazando fantasmas en la niebla no obligué la voz llamando a los otros changadores, se sin embargo la exacta huella donde tocar el hombro de una mujer en solar desierto, ...
Cercano a lo que importa (III) de Angel Campos Pámpano
Acerca tu mirada a este paisaje. Que tus ojos recojan todo el verde profuso que lo habita, la luz azafranada que da vida al silencio, la plenitud posible, exuberante, del volcán, la de la luna llena... Que descubran tus ojos la vigencia vegetal que se despliega e inunda su verdor ...
Ácida luz... de José Ángel Valente
Ácida luz partida, ciudad hipócrita donde nada se anuncia duradero sino la mezquindad. ¿Sembrar aquí qué forma y qué semilla? Lento compás del día y de la noche y pulcritud amarga del amanecer. La usura. Manos petrificadas, imágenes, residuos de lo que no puede nunca ...
La muerte al otro lado de la cámara de Aurora Luque
Acodada en la barra o la terraza. me miro desde lejos como dicen que se miran los que han estado muertos: un fulgor en el vaso me resume lo helado de los años. Vértigo de un rodaje discontinuo, fotogramas vacíos que huyen.Eso sí, gastó el maquillador tiempo y pericia. ...
Jarcia de Jaime García Terrés
Acomodo mis penas como puedo, porque voy de prisa. Las pongo en mis bolsillos o las escondo tontamente debajo de la piel y adentro de los huesos; algunas, unas cuantas quedan desparramadas en la sangre, súbitas furias al garete, coloradas. Todo por no tener un sitio para cada...
Solo de Aída Elena Párraga
acompañado por los jades de la hierba llora el ciruelo su corazón roto. Allá, donde nada crece, donde la raíz es huérfana de todo, llora el ciruelo su corazón roto... ¡Cuanta lágrima de almíbar en el fondo de la copa! Igual que el hombre, el ciruelo ahoga en espíritus de granos sus heridas... ...
Otro color, otras figuras geométricas de Edel Morales
acompañando el equipaje de William Jones. Magenta o fucsia, oro, turquesa, lavanda, negro, canela, marrón, amarillo y verde en el Brasil, que mezcla iguales elementos a los nuestros. aguamarina o rosa, cuadros violeta, círculos naranja, rombos en ciruela, ocres...
El ángel superviviente de Rafael Alberti
Acordaos. La nieve traía gotas de lacre, de plomo derretido y disimulos de niña que ha dado muerte a un cisne. Una mano enguantada, la dispersión de la luz y el lento asesinato. La derrota del cielo, un amigo. Acordaos de aquel día, acordaos Y no olvidéis que la sorpresa paralizó el pulso ...
El Holgazán de Jorge Galán
Acostado en la cama miro por la ventana el cielo no es celeste ni azul es verde oscuro. Las hojas no son verdes las hojas son doradas. Las ramas donde penden están rojas. No hay nubes esta tarde ni brisa ni esa música que en el silencio habita sin que nadie la note. Allá afuera está el mundo ...
Cumpleaños de Eduardo Langagne
Acuden hoy mis treinta y tres años para exigirme que los recuerde a todos. Cuánto me conocen: han sabido de mí toda la vida. Algunos me reclaman por haberlos gastado inútilmente. Otros piensan que exageré en aquellas cosas tristes. Los más habrían querido no escribir: ...
acudir al episodio... de Héctor Rosales
acudir al episodio aliados a envolturas de infundios y a catálogos vencidos acudir como panales hurtados de miel aciagos casilleros de explosivos congénitos ranuras donde la confianza gastó sus monedas...
La alondra y los alacranes de Giovanni Quessep
Acuérdate muchacha Que estás en un lugar de Suramérica No estamos en Verona No sentirás en canto de la alondra Los inventos de Shakespeare No son para Mauricio Babilonia Cumple tu historia...
Generaciones de Antonio Aliberti
Acurrucado entre fajas sábanas bulto bajo la colcha prendido a la almohada (posición fetal)pido a mi madre: acaríciame la frente no me dejes salir. Pero están los hijos; duermen, sueñan dicen: despiértanos queremos vivir.
Eunicianas (IV) de Lil Picado
Acusada de amor imprudencial y excesos en el brillo metafórico, de no andar por el centro de los lados ni pagar el impuesto a tu belleza. De moverte con gesto desafiante y una rara cadencia libertaria. De incorrección política frente a todos los bandos. De erotismo torcaz y osadía mística. ...
Gambito de caballo en Troya de Homero Aridjis
Ad aeternam un hombre y un perro semejante a un caballo de oro; dos guerreros como esculpidos por el polvo; un rey y un yelmo donde el sol reverbera; una reina blonda cautiva tras un muro que rodea afiladas fortalezas. Ad aeternam una imagen vagarosa, que no toma forma definida ...
Pequeña isla de Margarita Paz Paredes
Adán del universo: donde pones tu planta la tierra se conmueve de ocultos paraísos. (Te anuncia una legión de brazos incendiados.) Eva soy, inmemorial y eterna, ligada a ti por el suspiro de antigua soledad, y desterrada por el frutal capricho. En el exilio estoy. El alba de mis besos ...
Gacela del amor desesperado y El poeta pide a su amor que le escriba de Federico García Lorca
ADAPTACIÓN Gacela del amor desesperado La noche no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda ir. Pero yo iré, aunque un sol de alacranes me coma la sien. Pero tú vendrás con la lengua quemada por la lluvia de sal. El día no quiere venir para que tú no vengas, ni yo pueda...
Cabellera del canto (II) de Homero Aridjis
Adelante y atrás hay sombras de árboles la hora arde en el suelo el azul y el verde instauran un reino de aire elevado y claridad extendida instante tras instante hay un brillo en el agua colores del misterio en el esplendor se hunden y se alejan en ríos de color mudo la tiniebla...
Chaparrón de Luis Alberto Crespo
Adelgazo como rabo de lagartija en el barranco donde agua de chaparrones bajan, son piedras golpeando el cuero de las calles y ya no puedo decirme cosas con la cabeza metida en los cerros. Se cae el monte, anda en quebradas. Yo no sé quién hace tanta buyaranga en los cables ...
Calderón de la Barca de Ramón Fernández - Larrea
además de las malas profesoras nos ofrendaste una amarga pupila yo vi los dedos de jim morrison apagando las velas de parís el corazón de jim morrison cayó en las cataratas del niágara no hay saliva que lleve al olvido nadie guía gratuitamente al olvido y después de aquel sueño ...
Curriculum Vitae de Silvia Elena Regalado
Además de poeta, media madre, un rato por las noches y los fines de semana costurera diplomada nutricionista empírica médica autodidacta artesana inspirada un poco bibliotecaria articulista inédita algunos estudios en letras y sociología, habría que agregar : hilvanadora de lunas coleccionista ...
Esso itt ipc gulf united fruit shell de Jorge Pimentel
adentrándonos en interrogaciones que nos llevaron a descubrir al culpable de cuanto pudiera estar sucediéndonos. Y fue como perdimos la nariz, los ojos y nos arrancaron las extremidades, y perdimos las orejas, otros extraviaron la risa en la mesa de las operaciones. A mi madre también ...
Adentro de mi vaga superficie... de Guadalupe (Pita) Amor
Adentro de mi vaga superficie se revuelve un constante movimiento; es el polvo que todo lo renueva, destruyendo. Adentro de la piel que me protege y de la carne a la que estoy nutriendo, hay una voz interna que me nombra; Polvo tenso. Sé bien que no he escogido la materia de este cuerpo ...
Yo digo adentro mío de Jorge Boccanera
Adentro hay una boca recibiendo a la lluvia y una mano queriendo penetrar en los trenes. Adentro está mi infancia con su mañana blanca, mi pueblo, allí, colgando de la lengua del día. Adentro está tu frente pero nunca los lunes, porque adentro me sombran el reloj y los...
Adiós de Manuel María Flores
Adiós para siempre, mitad de mi vida, un alma tan sólo teníamos los dos; mas hoy es preciso que esta alma divida la amarga palabra del último adiós. ¿Por qué nos separan? ¿No saben acaso que pasa la vida cual pasa la flor? cruzamos el mundo como aves de paso... mañana la tumba, ...
Cantares Gallegos (XV) de Rosalía de Castro
Adiós ríos, adiós fuentes; Adiós, arroyos pequeños; Adiós, vista de mis ojos; No se cuando nos veremos. Tierra mía, tierra mía, tierra donde me crié, huertiña que quiero tanto, higueriñas que planté, prados, ríos, arboledas, pinares que mueve el viento, pajariños piadores, casiña de mi contento, ...
Adiós de Alfonsina Storni
Adiós! Las cosas que mueren jamás resucitan, las cosas que mueren no tornan jamás. ¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda es polvo por siempre y por siempre será! Cuando los capullos caen de la rama dos veces seguidas no florecerán... ¡Las flores tronchadas ...
La isla-XXIV- (Adiós, adiós, isla secreta) de Pablo Neruda
Adiós, adiós, isla secreta, rosa de purificación, ombligo de oro: volvemos unos y otros a las obligaciones de nuestras enlutadas profesiones y oficios. Adiós, que el gran océano te guarde lejos de nuestra estéril aspereza! Ha llegado la hora de odiar la soledad: esconde, isla, las llaves antiguas ...
Adiós, amor, me despido... de José de Jesús Martínez
Adiós, amor, me despido de ti, de mí, de los dos. A los tres un mismo adiós en tres muertes dividido. Con los dedos cuento y mido lo que no tenía medida, y con el alma podrida recuerdo nuestro amor tierno. ¡Chucha, qué poco lo eterno! ¡Mierda, qué larga la vida! ...
La despedida de Eladio Cabañero
Adiós, hijo, ya no nos volveremos a ver.(De una carta de mi padre) Como el olvido es malo, nunca olvido; han pasado estos años... Ahora veo que es necesario hablar de despedirnos, de un documento extraño que se firma para dejar de ver a los que amamos. A solas pienso: ...
Adiós de Carilda Oliver Labra
Adiós, locura de mis treinta años, besado en julio bajo luna llena al tiempo de la herida y la azucena. Adiós, mi venda de taparme daños. Adiós, mi excusa, mi desorden bello, mi alarma tierna, mi ignorante fruta estrella transitoria que se enluta, esperanza de todo por mi cuello. ...
Adiós, ríos (gallego) de Rosalía de Castro
Adiós, ríos; adiós.fontes, adiós, regatos pequeños; adiós, vista dos meus ollos; non sei cándo nos veremos. Miña terra, miña terra, terra donde me eu criéi, hortiña que quero tanto, figueiriñas que prantéi, prados, ríos, arboredas, pinares que move o vento, paxariños piadores, casiña do meu...
Adiós de Idea Vilariño
Adiós. Salgo como de un traje estrecho y delicado difícilmente un pie después despacio el otro. Salgo como de bajo un derrumbe arrastrándome sorda al dolor deshecha la piel y sin ayuda. Salgo penosamente...
Frondas y glebas de Manuel José Othón
Adivino los fértiles parajes que baña el río, y la pomposa vega que con su linfa palpitante riega, desmenuzado en trémulos encajes; la basílica inmensa de follajes que empaña la calina veraniega y la furiosa inundación anega en túmidos e hirvientes...
Saber sin estudiar (Epigrama) de Nicolás Fernández de Moratín
Admiróse un portugués de ver que en su tierna infancia todos los niños en Francia supiesen hablar francés. «Arte diabólica es», dijo, torciendo el mostacho, «que para hablar en gabacho un fidalgo en Portugal...
Ciudadano ocasional de Pablo Cassi
Admito hace tiempo que una ausencia viene anunciándose a sí misma, gestos de mínimo romanticismo en la unanimidad de las pupilas. Me abandono a la emoción de sentirme solo, ávido de distancias y nuevas ciudades. Si pudiera sorprenderme con la mirada de otros ojos ...
Adolescente fui de Luis Cernuda
Adolescente fui en días idénticos a nubes, Cosa grácil, visible por penumbra y reflejo, Y extraño es, si ese recuerdo busco, Que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy. Perder placer es triste Como la dulce lámpara sobre el lento nocturno; Aquél fui, aquél fui, aquél he sido; ...