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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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A veces de Fayad Jamís
A veces, en el silencio del pasillo, algo salta, rompe alguien algún viejo nombre. La mosca enloquecida cruza zumbando, ardiendo lejos de la telaraña luminosa. Esto es así, tan solo; pero tan lleno de sorpresas. Caserón de fantasmas sin hijos, en l polvo hace nuevas ventanas, ...
A veces, en el tren que fuga de Rogelio Saunders
A veces, en el tren que fuga hacia Venusberg o las constelaciones, en pleno día tú yo tan desconocidos como siempre, giramos al uní sono las bruñidas cabezas de agónicos y arcaicos maniquíes como en un bien ensayado paso de baile sobre el desvencijado...
Apenas de Alfonso Reyes
A veces, hecho de nada, sube un efluvio del suelo. De repente, a la callada, suspira de aroma el cedro. Como somos la delgada disolución de un secreto, a poce que cede el alma desborda la fuente un sueño. ¡Mísera cosa la vaga razón cuando, en el silencio, una como resolana me baja...
A veces, un cuerpo puede modificar un nombre de Angel González
A veces, las palabras se posan sobre las cosas como una mariposa sobre una flor, y las recubren de colores nuevos. Sin embargo, cuando pienso en tu nombre, eres tú quien le da a la palabra color, aroma, vida. ¿Qué sería tu nombre sin ti? Igual que la palabra rosa sin la rosa: ...
A veces, los caballos se reúnen... de Marosa di Giorgio
A veces, los caballos se reúnen allá. Las lechuzas con sus sobretodos oscuros, sus lentes muy fuertes, sus campanillas extrañas convocan a los hongos blancos como hueso, como huevos. A veces tenemos hambre y no hay un animalillo que degollar. Entonces vamos por la escalera...
A veces, mama, te digo... de Gabriela Mistral
A veces, mama, te digo, que me das un miedo loco. ¿Qué es eso, di, que caminas de otra laya que nosotros y, de pronto, ni me oyes y hablas lo mismo que el loco mirando y sin responder o respondiendo a los otros? ¿Con quién hablas, dime, cuando yo me hago el que duerme... y...
Carta sin despedida de Angel González
A veces, mi egoísmo me llena de maldad, y te odio casi hasta hacerme daño a mí mismo: son los celos, la envidia, el asco al hombre, mi semejante aborrecible, como yo corrompido y sin remedio, mi querido hermano y parigual en la desgracia. A veces o mejor dicho: casi nunca , ...
El otro dolor de Vicente Aleixandre
A veces, sentado, después de la larguísima jornada, en el largo camino, me tiento y casi te reconozco. Dentro estás, dormida allí, madre mía, desde hace tantos años, tendida, amorosamente sepultada, intacta en tus bordes. Y ando, y no se me nota. Y digo, y tampoco. Como el casco...
Pechos de Tomás Segovia
A veces, solo en la calma de la alcoba, me estremece la evocación. En la palma, como entonces, me parece sentir el trémulo peso de tus pechos, que en el beso me ofrecen, para que muerda, todo el bulto de la vida. ¿Ves tú? La memoria olvida, pero la carne se acuerda.
Canción para un poeta viejo de Carlos Bousoño
A Vicente Aleixandre Muy cerca de la vida. Así tu hablar. Llegaste a viejo cual se llega al mar. Azotado del viento y de los años fuiste la vida, no sus desengaños. Tu voz sonaba a viento y caracolas, viejo de luz, hermano de las olas, Conocimiento fue tu reposar. Llegaste a viejo ...
La siembra de Margarito Cuéllar
A Vicente Quirarte A diario riego el árbol de mis poemas. Corto su fruto dulce, amargo o con espinas. Le podo las licencias marchitas, lo libero de larvas y quistes. Los catadores reclaman lo mal que anda mi siembra. Definitivo: retiran mis versos del firmamento. Yo miro transitar ríos de saliva, ...
Ajmaq de Johanna Godoy
A Violeta Parra Cuando la vida pesa, el agradecimiento; cuando la carga equivoca- ca llega a tu espalda, agradecimiento; cuando es día malo, agrade- cimiento. Gracias a la vida nunca fue tan cierto hasta que fue dicho por una suicida. Las llamas de la fogata suben exasperadas ...
Postal de Minerva Salado
A Vivian, en su ciudad Un negro viejo lustra sus botas en el sillón del Hotel Plaza y sabe que la ciudad yace en esas botas. Los turistas activan sus cámaras fotográficas para recoger la imagen del caminante urbano de La Habana quien sonríe con un aire desdentado que huele a la chaveta ...
Lo que dejo de Amada Libertad
A vos: Los nietos de los hijos que nunca pude engendrar, mis zapatos agujereados porque nunca amanecieron. El coraje que mi fe en vos mantiene el brillo en la almohada de la esperanza, la marcha que no pude entretener porque el cincel de oscuridad me acorralaba. ...
Lo que (el autor) ha leído acerca de una flor * de Juan Luis Martínez
a. ¿La Flor Mutable? ¿El tallo sostenido en la palabra? ¿La palabra ciega entre comillas? ¿Acaso la palabra: FLOR ? b. ¡El pequeño-oscuro-aster-lila-claro! El pequeñito. El Little, en otra lengua. El traductor de Gottfried Benn. El Poema-montaje :¡¡El informe en forma de ideograma!! ...
Holderlin soñado por Scardanelli de Ernesto Carrión
A... No es apacible un muerto, como el candil que espera obediente sobre la mesa hueso de papeles, pues nunca guardo mis cantos por la mañana, cantos de la amistad o la bondad de mayo; sea de un solo Dios o de estos dioses, que registran el recorrido de las presas, ...
aaa de A Aqui No Va
aaa...
Tarzán y el paraíso perdido de Arturo Corcuera
Aaaúuaú aaa…! ¡Aaauaúaa…! Tarzán (Johnny Weismuller) es internado en un manicomio por creerse Tarzán. Su grito, que asusta a médicos y enfermeras, no es el clarín con el que hacia su victoriosa aparición en la pantalla. El grito a Tarzán no le pertenece. Fue un collage...
La misión de Roy Sigüenza
Abalorios que jugaban con nuestra suerte eran /nuestros dioses (10 dedujimos antes de abandonarlos) Pudrían nuestra comida Quemaban el agua Echaban abajo las palabras (nuestras lenguas fueron condenadas al polvo) Cada acto lo perseguían. Eran...
Parque Central de María Eugenia Brito
Abandonada de ti te llevo en mí como la antigua Venus su belleza en los brazos rotos sabiendo que al final de mí me esperas tú para cortármelos.
Aún abandonados florecerían de Raúl Zurita
Abandonados no verían las llanuras sino sólo un vocear recorriendo los valles alucinante creciendo como si un chillido les partiera hecho añicos sobre sus pastos i. Porque un crío era Chile chillando por el pastoii. Por eso todos se partían estremecidos sintiendo sus chillidos iii. ...
Vuelo sin orillas de Oliverio Girondo
Abandoné las sombras, las espesas paredes, los ruidos familiares, la amistad de los libros, el tabaco, las plumas, los secos cielorrasos; para salir volando, desesperadamente. Abajo: en la penumbra, las amargas cornisas, las calles desoladas, los faroles sonámbulos, las muertas chimeneas ...
Abeja blanca zumbas ebria... (Poema VIII) de Pablo Neruda
Abeja blanca zumbas ebria de miel en mi alma y te tuerces en lentas espirales de humo. Soy el desesperado, la palabra sin ecos, el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo. Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última. En mi tierra desierta eres la última rosa. Ah silenciosa! Cierra tus ojos profundos. ...
Borges graba a Borges de Alvaro Castaño Castillo
Abierta la pupila a un mundo vano que sólo escoria de la luz concede, Borges recuerda a Borges, retrocede, toca antiguos olvidos con su mano. ¿Dónde estarán, en qué escondido plano, los versos de otro ayer, lo que antecede a La lluvia, a Ajedrez, lo que sucede en aquel...
Páginas en blanco (V)zinc door de Severo Sarduy
Abierta, no, entrejunta. Esa ranura mira. Detrás de lo blanco, blanco. Ahora el silencio. Las paredes se cuartean. El cuarto desmoronado, navega. Y ese brillo. La puerta transparente.
Canción de Agustí Bartra
Abolida la estrella al final de la aurora de falda forestal, abro al viento mi mano con huella de crisálida y digo la palabra más dulce de mi tiempo, la gran Sílaba que prolonga el rumor del olivo solar y brilla en el coral de los ojos de la paloma. Paz de labios de leche para el hombre mi hermano ...
Rada anímica de Oliverio Girondo
Abra casa de gris lava cefálica y conflencias de cúmulos recuerdos y luzlatido cósmico cas de alas de noche de rompiente de enlunados espasmos e hipertensos tantanes de impresencia casa cábala cala abracadabra médium lívida en trance bajo el yeso de sus cuartos ...
Trabaja de Santiago Anguizola Delgado
Abra el surco en la gleba tu misma mano; que el sudor de su rostro fecunde el suelo; lanza cada semilla con un anhelo y siembra una esperanza con cada grano. Trabaja cuanto puedas, que bajo el cielo nadie ha hecho ninguna labor en vano: hay siempre una conquista por cada vuelo ...
Celebración de la memoria (I) de Jorge Ruiz Dueñas
Ábrase camino al vientohuella erizada de sol a noche Paso al vientocincel de montaña cuando nubes arenosas sepultan todo rastro Ábrase camino al viento constructor de silos flujo mineral que no termina respiración astral dispersa ropa de mujer tenue bandera
Abre el libro... de María Enriqueta Camarillo
Abre el libro en la página que reza: Donde se ve que Amor sólo es tristeza , y con tu voz de oro que tiene sortilegios peregrinos, ¡ahuyenta, como pájaro canoro, la sombra de esa frase, con tus trinos!... Porque es tu voz tan dulce y lisonjera, que si dices que Amor tiene dolores, el dolor ...
Idioma de Cecilia Bustamante
Abre la boca Habla Hablaremos el idioma Ásperos como la miel. Abre la boca Exiliado A estas palabras no las temas No respondes por su muerte. Escucha Como se vacía La espada De su piel De: Revista de artes y letras Universidad Particular San Martín de Porres Director académico: ...
La caída de Octavio Paz
Abre simas en todo lo creado, abre el tiempo la entraña de lo vivo, y en la hondura del pulso fugitivo se precipita el hombre desangrado. Vértigo del minuto consumado! En el abismo de mi ser nativo, en mi nada primera, me desvivo: yo mismo frente a mí, ya devorado. Pierde el alma ...
Una sirena eterna (I) de Isolda Dosamantes
Abre sus fauces en la noche que despliega una luz trémula, olor a gato invade las paredes, enrojecen sus ojos por la presencia del humo de cannãbis, que asalta ya su sangre. Nada ha cambiado. El mismo pantalón de hace diez años, el agua de colonia, la barba que desliza por mis muslos. ...
Cinecittá de Carmen Pallarés
Abres el día en punto. Cruzo el dintel funámbulo del sueño y entro en tu soledad como a un estudio donde se está filmando el infinito. En nuestros ojos tiemblan las ovaciones del silencio. Diciembre es otro actor. Y nuestro abrazo el primer ademán de la mañana. Mujeres de carne y verso. ...
Abres la puerta... de Esther Zarraluki
Abres la puerta como si atrás quedara un accidente. La calle está en orden. La bondad de las acacias cae desde lo alto y deja las aceras sembradas. Mujeres limpian pescado y ríen enseñándose su presa. Mira, aún vive. Vas donde ellas explican las mañanas, el paso rápido, ...
Ábrese el fuego... de Rubén Bonifaz Nuño
Ábrese el fuego, y salta la burbuja metálica de un pez; barre los ojos una flor instantánea; doble salto mortal, ensaya el corazón. Amigos, algo mejor gocemos que un lamento. Ya, para no caerme, estoy colgado de tu clavo, alegría; de tu absorto badajo, de tu azúcar infalible...
Abrete sexo de Ana Istarú
Ábrete sexo Como una flor que accede, descorre las aldabas de tu ermita, deja escapar al nadador transido, desiste, no retengas sus frágiles cabriolas, ábrete con arrojo, como un balcón que emerge y ostenta sobre el aire sus geranios. Desenfunda, oh poza de penumbra, tu misterio. No detengas...
Un plástico transparente de Fabián Casas
Abrí la puerta y te estabas bañando. Los vidrios empañados, el ruido del agua detrás de las cortinas, las cosas esenciales instaladas fuera de la razón. Me llamaste, acercaste la cara y nos besamos a través del plástico transparente: fue un instante. Las parejas y las revistas literarias ...
Abrí la verja de hierro de Fayad Jamís
Abrí la verja de hierro, Sentí como chirriaba, tropecé en algún tronco y miré una ventana encendida, pero la madrugada devoraba las hojas y tú no estabas allí diciéndome que el mundo está roto y oxidado. Entré, subí en silencio las escaleras, abrí otra puerta, me quité el saco, me senté, ...
Nocturno sueño de Xavier Villaurrutia
Abría las salas profundas el sueño y voces delgadas corrientes de aire entraban Del barco del cielo del papel pautado caía la escala por donde mi cuerpo bajaba El cielo en el suelo como en un espejo la calle azogada dobló mis palabras Me robó mi sombra la sombra cerrada ...
Abril es ella quien habla por tus labios... de Homero Aridjis
Abril es ella quien habla por tus labios como un joven sonido desnudo por el aire En la noche ha volado con tu vuelo más alto con risa de muchacha como el fuego nocturno de los frutos del viento donde vibran los pájaros Manzana del amor su voz bajo la lluvia es un pescado rojo ...
Copa en celo de Víctor Redondo
Abril ha llegado con el atraso de las hojas el susurro del arco en la vena de la medialuna la cabeza que arde en el eco del infierno. Si llegas a saber quién soy o esperas que te nombre entre tanta ruina pondré un beso en el nadie que se existe. Partida en mi deseo, cereza de carne, ...
Presentación de los domingos de Misa de Gallo de Ernesto Carrión
abril sin recordar demasiado la historia comenzaba con la silla vacía Mi abuela preparaba en grandes ollas de zinc el festín del domingo Ella emocionada Ella domesticando palomas sobre el patio verde El ajo sobre los tallarines El arroz inflamándose doraba la techumbre de los platos ...
A pleno sol de Ana Pelayo
Abrir bien los ojos y ver el malentendido en tu mirada. Las manos tirando la tierra, arrancando raíces eternamente, separando profundidades. Las yemas de los dedos separando la humedad debajo de las uñas. La piel estirando las arrugas del mañana, la calentura de la fuerza y la fatiga. . ...
Poética de Gabriel Impaglione
Abrir los pasadizos secretos de las horas deshojadas, a tientas intentarlos, ocupando las manos, la terca voluntad de taladro, la inconsciencia empuñando el oficio de topo abecedario. En el final de cada túnel a veces, la poesía. Selección del autor
Canción que corta de Luis García Montero
Abriré las ciudades por si hay una silla vacía en los ojos cerrados del futuro. Abriré las palabras por si llego a una luz y a una mesa en los ojos insomnes del pasado. Y abriré la piel de un ruido, la bóveda de un eco, el tejdo con hierbas de mi casa. Quiero estar en nosotros, quiero volver ...
Monólogo del viudo de Alí Chumacero
Abro la puerta, vuelvo a la misericordia de mi casa donde el rumor defiende la penumbra y el hijo que no fue sabe a naufragio, a ola o fervoroso lienzo que en ácidos estíos el rostro desvanece. Arcaico reposar de dioses muertos llena las estancias, y bajo el aire aspira la conciencia ...
Abro… de David Escobar Galindo
Abro mi cuaderno en la línea donde la letra gime. De: Respiración cruzada Madrid, 2007
Juggernaut de Jorge Carrol
Abro mis gestos y tu Ausencia me crece, poro a poro.
Esperanza de Amada Libertad
Abro paciencia de la tierra, busco en ella un mar donde desembocar mi aliento porque desde que la sangre corre por las calles he perdido el mío. Nace un huracán de mirada fría. Padezco de pueblo y aún así, vuelo a cafetales para construirte desde el silencio una Biblia, Pueblo. ...