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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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Aves de paso de Nora Méndez
A pesar del espantapájaros siguen llegando de todas las direcciones aves de lenguaje y plumas deslumbrantes Vienen convencidas de poblar el vasto humedal y con su trino alerta despertar a la mujer en el fondo de un volcán cautiva Aves que emigraron hambrientasde trigo y luz ...
Avenida Héroes de Juan Domingo Argüelles
A Pilla y Efraín Bartolomé, en compañía de Celina y Balam La ola de Dios del mar de Dios azota. En la playa de Dios, clavado, hundido,hijo y padre de Dios, migaja suya,azotado y cansado y malherido. JAIME SABINES I Aquí estaban los muertos dijo mi padre y el rugido del viento ...
Arte de Ramón Fanelli
A propósito de la hiedra a la merced del hueco, a muro de las costillas excavando sensaciones, a pala, sin medir su insolencia vaciando la noche de tierra negra. Poema seleccionado por el autor
Vanagloria o alabanza en boca propia de José Emilio Pacheco
A pulso A fuerza Infatigablemente y sin prisa ni pausa he conquistado para siempre un sitio a la izquierda del cero El absoluto cero el más rotundo irremontable resbaloso cero Obtuve un buen lugar en la otra fila Junto a los emigrantes...
El banco del suplicio de Julio Herrera y Reissig
A punto de dormirte bajo el ledo suspiro del arcángel que te guía, hirióme el corazón tu analogía con una ingrata que olvidar no puedo. Reclinada en el banco del viñedo, junto al tilo de exánime apatía, al iluso terror de que eras mía me arrodillé con tembloroso miedo. Partido por antiguo ...
Despedida de Gabriel Zaid
A punto de morir, vuelvo para decirte no sé qué de las horas felices. Contra la corriente. No sé si lucho para no alejarme de la conversación en tus orillas o para restregarme en el placer de ir y venir del fin del mundo. ¿En qué momento pasa de la página al limbo, creyendo aún leer, ...
En consideración a la alegría de Piedad Bonnet
A qué llorar, me digo, todo estaba previsto me muerdo las falanges los asombros por qué miro la luna ajena y sola y sobria en su talante si desde siempre desde el nacer, desde el morir, y en cada hora pacientemente crece el hilo, crece, y también crece la baba del gusano y la piedra atravesada ...
A qué región... de Ada Salas
A qué región me llegaré a buscarte ahora que reposas a mi lado en forma de deseo hombre cuya belleza apenas conocía. Cada día me ciñe su cilicio de ausencia. Me has herido de vida desde toda tu muerte y no hay sueño bastante a tu vacío. (De: La sed)
Ah, que tú escapes de José Lezama Lima
A que tú escapes en el instante en el que ya habías alcanzado tu definición mejor. Ah, mi amiga, que tú no quieras creer las preguntas de esa estrella recién cortada, que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño, cuando en una misma agua ...
Himno a la juventud de Jaime Gil de Biedma
A qué vienes ahora, juventud, encanto descarado de la vida? Qué te trae a la playa? Estábamos tranquilos los mayores y tú vienes a herirnos, reviviendo los más temibles sueños imposibles, tú vienes para hurgarnos las imaginaciones. De las ondas surgida, toda brillos, fulgor, sensación pura ...
Himno a la juventud de Jaime Gil de Biedma
A qué vienes ahora, juventud, encanto descarado de la vida? ¿Qué te trae a la playa? Estábamos tranquilos los mayores y tú vienes a herirnos, reviviendo los más temibles sueños imposibles, tú vienes para hurgarnos las imaginaciones. De las ondas surgida, toda brillos, fulgor, sensación pura...
A qué de Gabriela Mistral
A qué? ¿A qué? La casa y la huerta, nueva mañana, a qué el mar aunque me embriague, aunque él hable y ella cante, a qué el sueño y la vigilia, y la puerta acostumbrada. Quiero dormir sin soñar a menos de que por gracia en esta noche sin horas sin Casiopea ni Sirio vayan llegando...
Años después de Floridor Pérez
A quien llamar en la casa vacía. Sólo a las puertas doy la mano. Ellas dan la manilla y se abren par en par. Una silla me dice tome asiento. La mesa puesta espera los amigos que nunca regresaron. Tanto tiempo hace que la escalera va y viene por sus peldaños, que ya no...
Alero de Diego Dublé Urrutia
A quién, Mercedes, sino a ti, lucero de este mi dulce atardecer, pudiera pedir, para mi añosa Primavera de lágrima y canción, benigno alero?... ¡Si todo es tuyo en mi ensoñar primero y en mi queja viril, si estás entera en las tribulaciones de mi espera, y en mis ansias de nauta...
Al lector de Juana Rosa Pita
A quienes disimulen tus milagros y se laven el alma: a quienes siembren lanza entre tus páginas Hijo nuestro perdónalos clavados en la cruz de la Palabra ¡no saben lo que nacen! (De: Manual de magia)
Alegratura de Margarito Cuéllar
A Rafael Courtoisie La alegría puso un huevo. Romper su cáscara es un reto: a un huevo alegre no lo abre piedra ni martillo. Humor y sal, en dosis sutiles. No siempre tiene la superficie de un ovoide. Suele haber huevos cuadrados y en forma piramidal, barra de hielo o de esferas ...
Memorial / Septiembre (XIII) de Galvarino Plaza
A ras de la vigilia el sueño que se anega; desbordado canjilón/ vasija de la noria, vaso grande / moribundo clima recobrado, desvelados brocales; anónimos rastros, cerradas cuencas traicionando la oscuridad o ese su más enfebrecido ramaje que es la muerte. Osario el colmado . ...
Hay un día feliz de Nicanor Parra
A recorrer me dediqué esta tarde las solitarias calles de mi aldea acompañado por el buen crepúsculo que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño y su difusa lámpara de niebla, sólo que el tiempo lo ha invadido todo con su pálido manto de tristeza. ...
Hay un día feliz de Nicanor Parra
A recorrer me dediqué esta tarde Las solitarias calles de mi aldea Acompañado por el buen crepúsculo Que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño Y su difusa lámpara de niebla, Sólo que el tiempo lo ha invadido todo Con su pálido manto de tristeza. Nunca...
Hay un día feliz de Nicanor Parra
A recorrer me dediqué esta tarde Las solitarias calles de mi aldea Acompañado por el buen crepúsculo Que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño Y su difusa lámpara de niebla, Sólo que el tiempo lo ha invadido todo Con su pálido manto de tristeza. Nunca...
Monólogo de José Asunción Silva de Juan Manuel Roca
A Ricardo Cano Gaviria La ciudad que me rodea Y se duplica en los charcos de la lluvia Tiene un ropaje de sombras. El viento que viene del páramo de Cruz Verde Con su negro levitón nocturno Rasguña los vitrales de la casa, Se cuela en los campanarios, ...
Los Patriarcas de Nora Méndez
A Roberto Cea y compañía. De nuevo vienen los patriarcas Con sus pantuflas de polvo Y su diarrea falaz Vienen temerosos Su aldea es asaltada por mujeres Vienen sorprendidos RabiososTemblando Vienen a sellarme con su desprecio A convidarme la hostia de su mordaza ...
Instrucciones para dibujar un ángel de Jorge Esquinca
A Roberto Márquez No debes hablar con los hombres, sino con los ángelesSanta Teresa de Ávila Para dibujar el Ángel incida con violencia sobre su silueta en mo- vimiento. Atáquelo en pleno vuelo, jamás cuando duerme; todo Ángel duerme siempre con los ojos abiertos. ...
Saludo al amigo de Antonio Aliberti
A Roberto Santoro No es que a veces me olvide, sólo que hoy te recuerdo más, y no resisto a la vieja costumbre de saludarte; decirte por ejemplo que aquí estoy, con mis castillos de arena intactos (cuando sopla fuerte el viento, uno sopla más); ...
Estatuillas de Floriano Martins
A Rolando Toro Ser la imagen tuya sin causarte aflicción, figurando en tu ser como el fuego. Pasas por mí y no me ocultas un dolor, en paz como el dios de tu morada. Tú me diste el espíritu y me diste el ojo, la caverna profunda en que me pongo para que luches con toda la fuerza del nombre. ...
El desierto de Leticia Luna
A Rosalba Llegamos a la estación Catorce después de un concierto de Santana era el año del dragón y tu sonrisa una enciclopedia leíamos a Simone de Beauvoir y los duendes efectivamente eran verdes Los duendes y la mezcalina no se llevan dijiste cuando en la estación encontramos ...
Las hojas en el cine de Rafael Alcides Pérez
A Rufino Fernández y María Luisa Mardones, mis suegros. Yo recuerdo, cuando muchacho, que las hojas de los árboles caían rápidas en el cien para significar el paso de los años. Un gran viento las batía, algunos copos de nieve, y las hojas caían sin angustia. Completamente inverosímiles. ...
El pan de Eladio Cabañero
A Salvador Jiménez(Puesto sobre la mesa el pan premia y bendice.) Poned el pan sobre la mesa, contened el aliento y quedaos mirándolo. Para tocar el pan hay que apurar nuestro poco de amor y de esperanza. Mirad que el pan, entre el mantel, más blanco que el mantel de hilo blanquísimo, ...
Regreso de Igor Barreto
A San Fernando quiero ir en el vapor Delta. Desde las escalerillas ver cómo el barco separa las cargas de troncos de los aserraderos y los lomos florecidos de los caimanes. Llegar a su puerto de tablones donde el río entrega las aguas de cien barrancas y el recuerdo de algún pueblo orillero. ...
El nuevo orden de Nora Méndez
A Saúl Ibargoyen El poeta no congenia con los zapatos Esos negros arribistas Solo buscan el beso de la loza El rumor pujante de la cera Y la amistad promiscua con los desinfectantes El poeta ¡Ama sus alas! Pero el nuevo orden prohíbe A los poetas alados Sus vuelos han sido cancelados ...
Convocación a ser de Gustavo Osorio
A semejanza de la espina Lejos sobre el ser turbado Como la espina exactamente Fija sobre el ojo ausente En atmósfera de ir He aquí mi iluminado lirio Muerte completa Por la lengua pasa a veces El nombre o su sonido Solamente él casi creciendo Para alcanzar a doler ...
Rendija de Mario Noel Rodríguez
a Silvia Krystel Tufo a vida eterna tiene la amante del Príncipe, olor a cuello después de la entrega. No hay métrica para decir sus caderas trabajadas en jade. El sudor del corazón vibra y huye. Música barroca entra a su pelo, querubines entonan lenguas muertas en su soñado ombligo. ...
Reino de vértigos de Floriano Martins
A Socorro Nunes Tu cuerpo y el mío cayendo sobre el mundo: noche saqueada por una caravana de relámpagos. Despojos del tiempo fugitivo de su fuente, minando abismos a la deriva, pérdidas fluctuantes. El deformado rostro de la belleza que las ruinas cultivan, lenguaje extraviado ...
Reflejos de Francisco Nájera
A solas y ya en mi habitación lo recuerdo. Lo veo a mi lado nuevamente, la sonrisa cálida y dulce la mirada. Recuerdo el olor a tabaco que escapa de su boca y sonrío. Cómo quisiera poder, al extender los brazos, tomar- le la cintura, sentir el calor de su cuerpo contra el mío, ...
Las vírgenes caídas de Manuel Ponce
A su primer suspiro, nadie tendió la mano; sólo el abismo. Después mil brazos corrieron al auxilio, pero ya entonces ella no quiso. Corría ya. Se deslizaba por el ventisco glaciar abajo, lanzada, pero guardando el equilibrio. Siempre reflujo abajo, más aprisa, siempre en vuelo, casi en vilo. ...
Las vírgenes caídas de Manuel Ponce
A su primer suspiro, nadie tendió la mano; sólo el abismo. Después mil brazos corrieron al auxilio, pero ya entonces ella no quiso. Corría ya. Se deslizaba por el ventisco glaciar abajo, lanzada, pero guardando el equilibrio. Siempre reflujo abajo, más aprisa, siempre en vuelo, casi en...
Monólogo del superviviente de Jesús Munárriz
A Susana y Ángel González TANTOS coches pudieron arrollarme, pude haberme estrellado tantas veces contra un pretil, un poste, un muro, un árbol, pude haberme ahogado en tantas aguas, Arga, Néckar, Cantábrico, Caribe, pude haberme quedado en el quirófano, pudo volarme la granada aquélla, ...
Errancias de Odette Alonso
A Teresa Melo Sobre estos mares extendieron nuestras redes eran la oscura puerta y el oscuro pasillo para avanzar a tientas santo y seña para retroceder buche de sangre para bailar lo noche que ríe como niña. Noches aquellas de la isla en que el viento colaba su dolor por las hendijas y el hedor ...
El nombre que nos crea de Luis Rosales
A ti quisiera yo ponerte nombre. Te pondría un nombre de ciudad, un nombre de país en donde no se hablase lengua alguna; te pondría un nombre que pudiera habitarse y no decirse; a ti que eres humilde y consiguiente como el sobre de la carta de despedida que al cerrarle se pega ...
Ironía de Gonzalo Osses – Vilches
A ti te gustaba el hecho que yo dijera ser poeta Pensabas que así me tendrías y yo -baboso- te escribiría largos y encendidos versos. Versos que exaltaran tu belleza que hablaran al lector de tus virtudes para que no existieran dudas sobre la grandeza de tu alma y la firmeza de tus...
Bolero para Jaime Gil de Biedma de José Agustín Goytisolo
A ti te ocurre algo yo entiendo de esas cosas hablas a cada rato de gente ya olvidada de calles lejanísimas con farolas a gas de amaneceres húmedos de huelgas de tranvías cantas horriblemente no dejas de beber y al poco estás peleando por cualquier tontería yo que tú ya arrancaba ...
A al-Hakam I con motivo de la muerte de su padre Abúl-l-Majsí de Hassana At-Tamimiyya Bint Abu-I-Masi
A ti vengo ¡oh al-Hakam! doliente por Abu-l-Majsi. ¡Dios riegue su tumba de lluvia perenne! Yo vivía en la abundancia, amparada en su bondad, hoy me refugio en la tuya ¡oh al-Hakam! Tú eres el guía al que toda la gente sigue y al que todas las naciones dieron las llaves ...
Arbol del Bálsamo de Lilian Serpas
A ti vuelvo y en ti buscando aliento; -Isla del sol- o de mí noche de estrellas, si heridas me restañas y alma sellas es techo y heredad, tu sentimiento. Un átomo de amor en las centellas, o la virtud más dulce, yo presiento: diosecillo de luz, mi pensamiento en ti árbol grabó, sus tiernas huellas. ...
Melancolía de Eduardo Marquina
A ti, por quien moriría, me gusta verte llorar. En el dolor eres mía en el placer te me vas. Selección: Luis María Anson
Siempre a ti de Manuel Gutiérrez Nájera
A ti, tan solo a ti, canta mi lira: ahogar quiero la voz de mi garganta, pero es en vano que por ti suspira, y trémula de amor tu nombre canta. Perdona , sí, mi sueño y mi delirio; perdona tanto amor, tanta ternura; mi alma expira en los brazos del martirio y canta, como el cisne, su amargura. ...
Jardín con niño de Octavio Paz
A tientas, me adentro. Pasillos, puertas que dan a un cuarto de hotel, a una intersección, a un páramo urbano. Y entre el bostezo y el abandono, tú, intacto, verdor sitiado por tanta muerte, jardín revisto esta noche. Sueños insensatos y lúcidos, geometría...
A todos los que al mirar... de Marina Romero
A todos los que al mirar véis algo, os saludo.A todos los que al nacerlleváis yerba buena en la bocaos saludo. Y a los que os dejásteis la hiel en la tórtola, la carne en la garra del buitre, el musgo en el hueco del árbol, y la moneda en el bolsillo ajeno os saludo.Bienvenidosa ...
congratulaciones de Javier Payeras
a todos los que no se angustian desde temprano no comen en media hora y piensan que la felicidad es un trabajo estable congratulaciones DE:AUSENCIA ES UN CUARTO VACÍO (1998)
Bodegón de Carmen Pallarés
A Toni Quintana y a María Argyriou En el espejo los bordados, las sillas, la inútil chimenea, las naranjas amarilleando, Ja camomila, el libro. En la hipérbole del espejo el extraviado, ella, los dos marinos, la anciana, Pinemía, el gran gato. Todo: la miel, el pan y la pimienta, ...
La Zarza de Moisés (Un enano con una naranja) de Pedro Jesús de la Peña
A Toulouse-Lautrec. Casualidad ninguna. Era él y lo encontré donde más esperaba: en el salón, bajo los bulbos de ceniciento azul del gas, pelando una naranja que era rosa en sus manos y con olor a rosa. Su grotesca cabeza destacaba en el amplio espejo del local. ...