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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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Endechas de Juan del Valle y Caviedes
Atiende, ingrata Dafne, mis quejas, si escucharlas te merecen mis penas, siquiera por ser tú quien me las causas. Bien sé que son al viento decirlas a una ingrata; pero yo las publico para que sepas solo a quien agravias. Escucha mis suspiros, que no porque mis ansias con sentimiento explique ...
Atraían verdades... (fragmento) de Pedro Piccatto
Atraían verdades mis ojos si miraban. Cuánta humildad y orgullo desde mi intimidad subía a ellos con intención de cielo. En ellos, azul de soledad, se movían heridas que el hombre no conoce todavía. Heridas comparables a las que sufre Dios cuando crea el dolor...
El espejo negro de Jairo Guzmán
Atraído por la visión de un árbol, camino por la sabana, hasta extraviarme en su paisaje. Su tallo, abarcable por ocho hombres en círculo. Tan alto que aves migratorias se desvían de su ruta, allá lejos, imantados por su presencia. Palacio para pájaros. Bajo su fronda me acuesto ...
envuélveme de Blanca Mateos
atrápame esta noche con la mirada dueña del paraíso y la espada que se fragua entre los muslos transfórmame quítame esta pena como si fuera un vestido envuélveme esta noche con fiero amor que me pierdo en un cuerpo azotado por el frío
Ni el cielo ni la tierra de Octavio Paz
Atrás el cielo, atrás la luz y su navaja, atrás los muros de salitre, atrás las calles que dan siempre a otras calles. Atrás mi piel de vidrios erizados, atrás mis uñas y mis dientes caídos en el pozo del espejo. Atrás la puerta que se cierra, el cuerpo que se abre. Atrás, amor encarnizado, ...
Portales de la calle Infanta de Odette Alonso
Atrás queda el mar con sus olores camino tierra adentro por los sucios portales de la calle Infanta. Ya no sé a dónde voy ya no s é lo que quiero el rumbo es una suerte de inercia involuntaria. Ah la añoranza de los tiempos idos de los viajes de abuelo y la casa de huéspedes que era casi un hotel. ...
Rutina de Mónica Albizúrez Gil
atrás quedan las luces de la oficina mis párpados signan los cansancios del día apenas si consigo acomodarme en el carro enciendo el motor me adentro en la avenida miserablemente despoblada cruzo a la izquierda y tu risa reflejada en el retrovisor se convierte ...
El apátrida de Angel González
Atrás quedaron los escombros: humeantes pedazos de tu casa, veranos incendiados, sangre seca sobre la que se ceba -último buitre- el viento. Tú emprendes viaje hacia adelante, hacia el tiempo bien llamado porvenir. Porque ninguna tierra posees, porque ninguna patria ...
Atravesábamos los campos de sorgo... de William Johnston
Atravesábamos los campos de sorgo que se movían lentamente como si fueran parte de las imágenes de un sueño. Yo deseaba hacerte el amor, proponer un viaje para ver el mar como un tigre dormido; hacerte la promesa de que envejeceríamos juntos en una casa cercana...
Evolución de Rossana Estrada Búcaro
Atravesar el túnel de las sombras con sangre en los ojos sin rasparse el corazón es re-descubrir el hallazgo del amor
de Manuel Amaya Zulueta
Atravesaste la cadena de humo de la noche, traías caracoles en la piel y negaste: “Es una espiral o es un túnel”. Y luego los abrazos a la luz del extraviado suelo, a la sombra de lo otro, de lo que no éramos ni tú ni yo. La noche presentaba su pecina quemada y su cromo de...
Atravieso el dolor... de Román Luján
ATRAVIESO EL DOLOR doy vuelta a la ola del espanto a esta página de furia carmesí porque mis venas se cansaron de invocarte porque mi frente ya no apunta sino al ángulo en que ondulas la sonrisa ese pañuelo moribundo a ciegas lo atravieso como si fuera una sustancia gelatinosa ...
Los potros de José Eustasio Rivera
Atropellados por la Pampa suelta los raudos potros en febril disputa; hacen silbar sobre la sorda ruta los huracanes en su crin revuelta. Atrás dejando la llanura envuelta en Polvo, alargan la cerviz enjuta. Y a su carrera retumbante y bruta cimbran los pinos y la palma esbelta Ya cuando cruzan ...
Al fondo de Héctor Rosales
Aturdidos por tantos barrotes, tantos suplicios en áridos climas, viajamos sobre las letras fusiladas de los cuestionarios. En los ojos se han entreverado frágiles cortometrajes donde somos una esquina lluviosa...
Al Paraná de Manuel José Lavardén
Augusto Paraná, sagrado río, primogénito ilustre del Océano, que en el carro de nácar refulgente, tirado de caimanes, recamados de verde y oro, vas de clima en clima, de región en región, vertiendo franco suave verdor y pródiga abundancia, tan grato al portugués como al hispano: ...
Augustos, en el valle... de Yolanda Pantin
Augustos, en el valle, los muros columnados. No claudicarán del roble en la senda y en los pasos. Ni una sombra entre los dientes, por ellos, el cristal. No se rinden siquiera del árbol y las ramas. Penden del filo el héroe, las lanzas, la gloria en los cabellos. El oro, los belfos y el que ruge ...
Pequeña canción de José Angel Buesa
Aún alegran tu calle los viejos mediodías y la sombra del álamo refresca tu portal, todo está como entonces, cuando tú me querías, pero ya no me quieres, y todo sigue igual. Sin embargo, no importa, yo sé que me quisiste más allá de aquel beso, de aquel que no te di, y sé que alguna noche ...
Cantos a Berenice (VII) de Olga Orozco
Aún conservas intacta, memoriosa, la marca de un antiguo sacramento bajo tu paladar: tu sello de elegida, tu plenilunio oscuro, la negra sal del negro escarabajo con el que bautizaron tu linaje sagrado y que llevas, sin duda, de peregrinación en peregrinación. ¿Para quién la consigna? ...
Bajo los ojos del amor de Javier Sologuren
Aún eres tú en medio de una incesante cascada de esmeraldas y de sombras, como una larga palabra de amor, como una pérdida total. Aún eres tú quien me tiene a sus pies como una blanca cadena de relámpagos, como una estatua en el mar, como una rosa deshecha en cortos...
El ojo de los días de Daniel Chirom
Aún humea el ojo de los días. En el templo las voces bordan los cielos y las lluvias bendicen lenguas dolientes. Un espíritu se ha levantado desde las fauces del océano y su aliento incendia jardines de piedra. El silencio tañe muérdago, un ojo ríe y cuerpos perdidos hienden la ausencia. ...
Aún no he terminado de llorar por mis muertos... de Eduardo Langagne
Aún no he terminado de llorar por mis muertos; tengo un nudo desnudo en la garganta porque no he terminado de llorar por mis muertos. El pecho acorralado, temblorosas las manos, mi respiración da cuenta de que no he terminado. En mi memoria viven todos ellos. Mi memoria...
A mi hija Teresa de José Luis Cano
Aún no sabes hablar, mas ya tu vida para mi alma canta un hondo son: Diariamente se empapa el corazón de tu palabra torpe, tan querida. Se llena el alma de tu beso, erguida para alzarte y tenerte. Una pasión diariamente la enciende, una canción que nace de la vena más herida. ...
Aún... de Ricardo Hernández Bravo
Aún no sé qué mano esconde tu sorpresa hoy que nada se parece a lo que amo. Me salva en el largo acecho la inseguridad que afirma mi pulso, cada rompimiento que incita a un nuevo embate y ese ángel justador que acude a veces en el vago placer de la antesala. ...
Aún queda el crepúsculo de André Cruchaga
Aún queda el crepúsculo(Menos mal) Rodajas de nubesPedazos de cielo Brisas de vez en cuando Ventanas aunque sin vecinos en los balcones Gatos cazando ratones Cucarachas felizmente alimentadas Con suculentas migajas Húmedos albañalesCloacas Mujeres madres solteras ...
A Larra, con unas violetas de Luis Cernuda
Aún se queja su alma vagamente, El oscuro vacío de su vida. Más no pueden pesar sobre esa sombra Algunas violetas, Y es grato así dejarlas, Frescas entre la niebla, Con la alegría de una menuda cosa pura Que rescatara aquel dolor antiguo. Quien habla ya a los muertos, Mudo le hallan...
Testimonio de Eduardo Langagne
Aun si supiera que el mundo explotará esta noche, hoy...
Renacentista de Ida Vitale
Aún sigue siendo así: icáricos, caedizos y respectivo mar uno del otro. Desde las barcas y las plantaciones trasmiten partes de rescoldo último, doblan señales de pasión y muerte los exentos, y fervorosamente huyen del aire altivo de la quema. Los que allá siguen gravitando aducen sus propias...
Penélope de Marco Antonio Montes de Oca
Aún son tus manos Las dulcísimas arañas Que suben y bajan por los hilos del arpa, Y no descansan si antes no vacían de todo fruto El nervioso follaje de la música? No quiero otra cota de mallas Ni más red aérea, Que la tejida por ti como defensa Contra las cuevas encapuchadas Con...
Canto ceremonial contra un oso hormiguero de Antonio Cisneros
aún te veo en la Plaza San Martín dos manos de abadesa y la barriga abundante blanda desparramada como un ramo de flores baratas olfateas el aire escarbas algo entre tus galerías y cavernas oxidadascaminas aún te veocaminas más indefenso que una gorda desnuda entre los faunos ...
Aun, si me fueras fiel... de Angel Ganivet
Aun, si me fueras fiel, me quedas tú en el mundo, sombra amada. Muere el amor, mas queda su perfume. Voló el amor mentido, más tú me lo recuerdas sin cesar... La veo día y noche. En mi espíritu alumbra el encanto inefable de su mirada de secretos llena. Arde en mis secos labios ...
Aunque bien sé que no me extrañas de Rubén Bonifaz Nuño
Aunque bien sé que no me extrañas, aunque tengo la razón, me acuerdo: el cáncer terminó; te ausentas por todo lo mal que supe amarte. Ya fui desventurado cuando estuviste aquí, y en el momento donde te vas, me desventuro. La sola ventaja de estar ciego es acaso ...
Cuartetos de Francisco González Léon
Aunque el uno es insomne, y el otro un somnolente, el gato y el grillo se parecen en que buscan del fogón la ceniza caliente. Ron, ron del gato; del grillo el cri, cri persistente; límpida noche en enero temblando en estrellas. Cruzado de brazos el gato medita; y el grillo parece que está ...
Lanza arrojada por un dios justiciero de Otto Raúl González
Aunque es cierto que el dondiego de día cierra los ojos antes de que caiga la lluvia Comandante y que príncipe alberto y laura victoria son los bellos nombres algunas flores aturdidas en más de la mitad del mundo sigo seguimos escuchando el golpeteo de los viejos y rotos...
Isla de Virgilio Piñera
Aunque estoy a punto de renacer, no lo proclamaré a los cuatro vientos ni me sentiré un elegido: sólo me tocó en suerte, y lo acepto porque no está en mi mano negarme, y sería por otra parte una descortesía que un hombre distinguido jamás haría. Se me ha anunciado que mañana, ...
Augural de Lubio Cardozo
Aunque la gran verdad se llama arcilla, greda. Aunque ligeros guijarros presagian de la abisal noche el secreto el azar del molinete de los días valga tal vez por lo del juego. Porque toda la sorpresa cabe en el invento armado por un niño. Cornucopia vertida desde un sin comienzo confuso ...
Palabras sin sentido de Francisco González Léon
Aunque la mañana está soleada, tiene algo de una celda abandonada. Habla la casa porque está callada; y en un encogimiento del espíritu, se me forma algo intrínseco... ...por nada. Palabras sin sentido; ecos de quién sabe qué ruido se repiten las cámaras desiertas ...
Happy ending de Jaime Gil de Biedma
Aunque la noche, conmigo, no la duermas ya, sólo el azar nos dirá si es definitivo. Que aunque el gusto nunca más vuelve a ser el mismo, en la vida los olvidos no suelen durar.
La Plaza Mercurio (IV) de Luis Eduardo Rendón
aunque me sienta invulnerable cada cierto tiempo soy atropellado por payasos con megáfono y me hundo en anuncios como arena movediza anuncios que abaratan abarrotes barajan babeles cotizan calambombos chorrean chismes delimitan domicilios ecualizan enanos ...
Cartas interdimensionales (1) de Juana Rosa Pita
Aunque parezca tierra lo que piso, bajo mis pies el mar baila unos aires de no sé qué país desconocido. La vida nos propone cada cosa! Y nosotros optamos por dejar que el arte -desde su fino alero volado sobre los precipicios- responda por nosotros. Hay quienes creen ser libres ...
Venus dormida (I) de Fanny Rubio
Aunque pinceles amarillos rodaron ya en la tierra sobre las bóvedas caídas, mi pie protesta entre las sábanas. No hay carros llameantes tras el desfile de carrozas al sol de mediodía sino un corcel empecinado y verde que dispersa, cual viento, plumas de ave degollada y el río del revés ...
A quien sabrá perderme y acabarme de María Sanz
Aunque siempre viviste con préstamos de amor, por cuenta ajena, tú también necesitas mirar alguna vez la luna llena a través de los árboles; perder el poco tiempo que te queda buscando esa palabra que significa todas las respuestas. Te hace falta un milagro, pero ¿en brazos de quién, ...
Der Kleine Vampir de Yolanda Pantin
Aunque sin hambre debo comerme todo llenar mi estómago de frutas y de pasto mi sed toda beber las jarras de agua que me fueran ofrecidas los refrescos Debo saciar mi pensamiento de muchas maneras engordarlo darle lumbre al fuego que me alumbra pollo las mesas de la casa ...
Aunque te rompas… de Pedro Garfias
Aunque te rompas, frágil bóveda, en mil pedazos esta noche estrellada yo tengo que gritar en este bosque inglés de robles pensativos y altos pinos sonoros. He de arrancar los árboles a puñados convulsos he de batir el cielo con mis manos cerradas y he de llorar a voces este dolor...
Todo está lleno de ti de Miguel Hernández
Aunque tú no estás, mis ojos de ti, de todo, están llenos. No has nacido sólo a un alba, sólo a un ocaso no he muerto. El mundo lleno de ti y nutrido el cementerio de mí, por todas las cosas, de los dos, por todo el pueblo. En las calles voy dejando algo que voy recogiendo: pedazos...
Sonetos de los cantares - Aunque tu nombre... de Concha Urquiza
Aunque tu nombre es tierno como un beso Y trasciende como óleo derramado, Y tu recuerdo es dulce y deseado, Rica fiesta al sentido y embeleso; Y es gloria y luz, Amor, llevarlo impreso Como un sello en el alma dibujado, No basta al corazón enamorado...
aura en ráfaga de caligrafía... de William Johnston
aura en ráfaga de caligrafía zumbido bacanal despierta talismán poemita en revelada idolatría atroz para los sentidos los idus de febrero erosionan al pensamiento miento al decir que todo lo que toco es oro o piel como vuelo oropelado del manatí para ti la palabra es sal...
Auschwitz no fue el jardín de mi infancia de Fayad Jamís
Auschwitz no fue el jardín de mi infancia. Yo crecí entre bestias y yerbas y en mi casa la pobreza encendía su candil en las noches. Los árboles se cargaban de nidos y de estrellas, por los caminos pasaba asustándose una yegua muy blanca. Auschwitz no fue el jardín de mi infancia. ...
Eva de Daniel Chirom
Ausencia eterna, hiere mi voz, dame la palabra del rubí, un canto del arpa, la belleza del trueno. Que en cada oración encuentre mi reino. Bendita sea tu desnudez enceguecedora, tus frutos luminosos, tu oro extremo. Soy polvo, sangre, hiel y nada en tu oculto lecho. Ausencia eterna, ...
La isla (XII) de Pablo Neruda
Austeros perfiles de cráter labrado, narices en el triángulo, rostros de dura miel, silenciosas campanas cuyo sonido se fue hacia el mar para no regresar, mandíbulas, miradas de sol inmóvil, reino de la gran soledad, vestigios verticales: yo soy el nuevo, el oscuro, soy de nuevo el radiante; ...
Automóvil de Concha Méndez
Automóvil Una cantata de bocina. Gusano de luz por la calle sombría. Los ojos relucientes bajo la noche fría. Reptil de la ciudad que raudo se desliza. (Fuente: Jill Robbins)