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listado de poemas en audio por primeros versos letra a

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1358 poemas con la letra "a"

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Y el Buda de basalto sonreía de Amado Nervo
Aquella tarde, en la Alameda, loca de amor, la dulce idolatrada mía me ofreció la eglantina de su boca. Y el Buda de basalto sonreía... Otro vino después, y sus hechizos me robó… la di cita, y en la umbría nos trocamos epístolas y rizos. Y el Buda de basalto sonreía... Hoy hace...
Divino amor (II) de Raúl Contreras
Aquella tentación, aquel sendero Abierto en cruz a la visión dorada, Aquel trino de alondra en la alborada Y aquel embrujo del primer lucero... Hollar de rosas con el pie ligero, Temblor lunar entre la fronda... En cada Repliegue del enigma, tu mirada Alumbrando los ojos del viajero. ...
Homenaje de Jesús Munárriz
Aquella veinteañera de hace un cuarto de siglo, marcada antes de tiempo por la vida, aún reciente la herida y en los ojos las sombras del peligro, es esta compañera, esposa, amada, amante, cómplice, madre, musa y copiloto, cuyo control remoto anima al mundo entero a ir...
Aquella vez y allá cuando solía... de Juan Cunha
Aquella vez y allá cuando solía Allá y aquella vez tengo presente Pero es sólo un recuerdo solamente Lo que se dice fue quíen lo diría Un tiempo nadie nunca lo sabría Una vez y un allá que hay en mi frente Un allá y una vez lejanamente El entones y el donde que decía Sucede alguna vez ...
Suburbio de Carmen Ollé
Aquélla, la más perversa nunca amó. Se enredó en mis brazos entre sábanas. Sabia, los pies hacia la puerta... Irascible, su único defecto era su única virtud, al placer amó más que al dinero, a una cicatriz que a un collar de perlas. Yo que frecuento las tabernas cerca al mar sé que ella piensa ...
Aquello ocurrió... de José Carr
Aquello ocurrió en este sitio de duros oficios contra el sueño. Amargo país donde los muertos son alimento y licor para el olvido: polvo para el polvo de la historia. Sabemos demasiado de lo perdido, y de lo hallado recordamos poco. Háblame tú, ¡silenciado gigante de lo vivo! desde...
Cero de Saúl Ibargoyen
Aquello sucedió rápidamente. Tan de pronto ocurrió que no hubo tiempo de cerrar los ojos de mirar de tener miedo. Quedaron manos detenidas en actos de amor de piedad de furia los gritos fueron rígidas flechas absorbidas por el viento el sol un diente helado comiéndonos los nervios ...
Malditos bailarines sin cabeza de Roberto Sosa
Aquellos de nosotros que siendo hijos y nietos de honestísimos hombres de campo, cien veces negaron sus orígenes antes y después del canto de los gallos. Aquellos de nosotros que aprendieron de los lobos las vueltas sombrías del aullido y el acecho, y que a las crueldades adquiridas ...
Comunicaciones desmentidas de Pablo Neruda
Aquellos días extraviaron mi sentido profético, a mi casa entraban los coleccionistas de sellos, y emboscados, a altas horas de la estación, asaltaban mis cartas, arrancaban de ellas besos frescos, besos sometidos a una larga residencia marina, y conjuros que protegían mi suerte ...
Los cristales fingidos de José García Nieto
Aquellos lejanísimos cristales ¿se han roto, oh Dios, o se han oscurecido? Entre sombras camina el que ha perdido del cielo azul las únicas señales. Ayer de mis más altas catedrales; ayer del corazón y su sentido; ayer de un sueño hermoso y compartido, con Él siempre asomado ...
Intermedio de Federico García Lorca
Aquellos ojos míos de mil novecientos diez no vieron enterrar a los muertos, ni la feria de ceniza del que llora por la madrugada, ni el corazón que tiembla arrinconado como un caballito de mar. Aquellos ojos míos de mil novecientos diez vieron la blanca pared donde orinaban las niñas, ...
Señales de Ana Emilia Lahitte
Aquellos padres hondos de que habla Valery siguen interrogándonos. Nuestra orfandad responde desde su alta mudez. Eterno diálogo. Quizá el más cercano de nuestros habitantes sin rostro el más cauto sabe que traficamos con la idoneidad de un Judas que sonríe ...
Canto (VIII) de Mario Bojórquez
Aquellos tus amigos Extenderán sus manos Como quien tiende un recibo por cobrar Una minuta detallada de todas tus traiciones Pero nunca sabrán Que tú has pagado ya todas las deudas Que no hay nada que valgas Ni siquiera el resuello que te mantiene erguido ...
sed de Eleonora Requena
Aqueste la verdad no hay voz ni oreja Boca sentenciosa ronda angustias Córrete franquicia del dolor manido Sala cicatrices Mora en un silencio quebrantado Borde del vocablo no nacido hinca tu colmillo excreta Dicta con murmullo al peregrino canto aletargado la querencia ...
Ala que no vuela de Efraín Bartolomé
Aquí la selva Larga la soledad con que nos nutre Hora de lentos pies donde el puñal se hunde Raíz de luna helada sus venenos más fuertes Aquí el árbol anclado en el asombro: lagunas congregadas al silbo de serpientes El saraguato rasca su viejo cuerpo El quetzal...
De algún tiempo a esta parte de José Emilio Pacheco
Aquí está el sol con su único ojo, la boca escupe fuego que no se hastía de calcinar la eternidad. Aquí está como un rey derrotado que mira desde el trono la dispersión de sus vasallos. Algunas veces, el pobre sol, el heraldo del día que te afrenta y vulnera, se posaba...
El largo Angelus de José Lupiáñez
Aquí aguardo sentado cerca del sol, sin prisa, contra el muro de luz que es parte de mi casa. Aguardo a que termine lo terminable un día; mi sombrero me cubre, apenas si levanto los ojos hacia el cielo: prefiero la victoria mil veces de la cabeza baja, y el corazón quebrado en un sinfín de partes. ...
Altazor o el viaje en paracaídas (canto V) de Vicente Huidobro
Aquí comienza el campo inexplorado Redondo a causa de los ojos que lo miran Y profundo a causa de mi propio corazón Lleno de zafiros probables De manos de sonámbulos De entierros aéreos Conmovedores como el sueño de los enanos O el ramo cortado en el infinito ...
Epitafio para mi tumba de Alfonsina Storni
Aquí descanso yo: dice Alfonsina El epitafiio claro al que se inclina. Aquí descanso yo, y en este pozo, Pues que no siento, me solazo y gozo. Los turbios ojos muertos ya no giran, Los labios, desgranados, no suspiran. Duermo mi sueño eterno a pierna suelta; Me llaman y no quiero darme ...
Libro de Buen amor (Aquí dice de cómo fue hablar con doña Endrina)) de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
AQUÍ DICE DE CÓMO FUE HABLAR CON DOÑA ENDRINA EL ARCIPRESTE ¡Ay! ¡Cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza! ¡Qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garza! ¡Qué cabellos, qué boquita, qué color, qué buena andanza! Con saetas de amor hiere cuando los sus ojos ...
Catedral vieja de Coimbra de José Saramago
Aquí donde estas piedras martilleadas En forma de conjuro y de trampilla, De estatuas y columnas disfrazadas, La luz me prometieron, con el pan. Aquí, donde el silencio más profundo Bajo el paso del hombre se tornó: Ni primero aquí hubo ni segundo, Fue Dios llamado aquí y no habló. ...
Cuestionario de Consuelo Tomas
Aquí donde he crecido cargando mis piedrecitas de conciencia y falsa valentía los niños me preguntan por la historia. Hablan de tumbas y desconocidos de guerrilleros fusilados y mártires ignotos de huelgas de inquilinos y epidemias varias de barcos y tratados. Me preguntan ...
Al finao de Rockha de Floridor Pérez
Aquí donde usted me ve, en medio del potrero y en mitad del camino de la vida, veinte o más años antes de pegarme como usted un tiro, emberrado, enrabiado gritándoles ¡carajo! a los pájaros que me arrancan el trigo, cojo un grano pensando en la espiga, en las trillas...
Giovanni Battisa Piranesi de Guillermo Carnero
Aquí el espectador se ve forzado a una actitud esencialmente equívoca pues la calzada que allá abajo cruza el valle, nebulosa, lejanísima, arranca de sus pies.Y así es menor que exista un obelisco alzado sobre cuatro columna que corona un tritón con cabeza de lince, o un arco de triunfo ...
Isla Mujeres de Agustín Labrada Aguilera
Aquí el mar violenta sus azules contra los arrecifes y se siente un dolor de lejanías. Los náufragos que vienen de mi tierra conocen esa soledad, una vuelta de tiempo hacia el sueño de quienes no llegaron a encontrar sus flores. Por estas costas caminó José Martí y fragmentó su corazón ...
Aquí empieza la historia de Carlos Sahagún
Aquí empieza la historia. Fue una noche en que se habían puesto las palomas más blancas, más tranquilas. Como siempre salí al jardín. Alrededor no había nadie: la misma flor de ayer, la misma paz, las mismas ventanas, el sol mismo. Alrededor no había nadie: un árbol, un estanque, ...
El lado izquierdo de Juan José Alcolea
Aquí en el lado izquierdo, donde duele la herida con más fuerza y el ruido de la muerte es más intenso: me ha crecido una flor esta mañana. Aquí en el lado izquierdo, donde, a veces, la sombra me entreteje con sus ramas de hiedra y de silencio: me ha crecido una flor esta...
una brisa nocturna... de Esteban Moore
Aquí en el silencio,/ oigo * una brisa nocturna ---atraviesa los campos roturados agita las hojas del eucalipto -el crecido follaje de los cañaverales/ roza sonora ---las grandes ruedas de un tractor detenido * Aquí en el silencio/oigoEugenio Guasta, Papeles sobre ciudades, 1995. ...
Aquí en esta orilla blanca... de Pedro Salinas
Aquí en esta orilla blanca del lecho donde duermes estoy al borde mismo de tu sueño. Si diera un paso mas, caerla en sus ondas, rompiéndolo como un cristal. Me sube el calor de tu sueño hasta el rostro. Tu hálito te mide la andadura del soñar: va despacio. Un soplo alterno, ...
La despedida de José Lupiáñez
Aquí en lo oscuro quedo pulsando mi dulcémele, mientras veo que te alejas feliz, contra la línea del horizonte. Mueves el cuerpo al son de mis acordes, cada vez más distante, más cómplice, y un ritmo de secreto te hace tan diminuto. sí, te alejas de esta pequeña hoguera que hemos prendido ...
Meciendo el mar de Juan Vicente Piqueras
Aquí en mi mecedora hablando en soledad con el que fui escribo lentamente cualquier cosa, escucho cualquier disco y miro mis zapatos rotos de caminar hacia ninguna parte. Nadie llama a la puerta. Me levanto y me lavo las manos otra vez, síndrome de Pilatos, de qué crimen estoy ...
Adverbios de lugar de Juan Vicente Piqueras
Aquí es donde estoy yo. Esté donde esté yo siempre estoy aquí donde me ves. esta casa, estas caras, estas cosas cansan, porque aquí cansa aquí hace sed de irse, sed de allí pero allí es el lugar donde jamás podré estar, donde yo soy imposible. Vaya adonde vaya, allá donde yo llegue ...
Aquí está el pecho, mujer... de José Martí
Aquí está el pecho, mujer, Que ya sé que lo herirás; ¡Más grande debiera ser, Para que lo hirieses más! Porque noto, alma torcida, Que en mi pecho milagroso, Mientras más honda la herida, Es mi canto...
En el deseo del sueño, 1.5 de Francisco Magaña
Aquí está todo: el humo a medianoche la mano rencorosa de la soledad y el olvido de agosto Aquí está todo: el transcurrir insomne de los vientos la oración que quién escucha y el sueño abandonado Aquí está todo: la común tinta del hastío que despliega sus dones ...
Aquí estamos de Raquel Jodorowsky
Aquí estamos las madres negras petrificándonos como un raro ejemplar de otras edades. Sin que estas palabras puedan cambiar las decisiones de los hombres que mantienen los pueblos en la sombra. Aquí estamos las mujeres poderosas rodeadas de atormentadores reducidas a cenizas ...
Olvidar de David Huerta
Aquí están los nervios que envuelven, como un papel fragante, las melodías obtusas del rencor. Y aquí la risa como un pájaro ebrio Escuchar. Olvidar. Dos neblinas. La espuma del sufrimiento cala en el encaje náufrago de mi silbido matinal. Aquí están los sonidos olvidadizos, ...
Al lector de Juan Domingo Argüelles
Aquí están los rencores. Los escribí pensando en ti. Creí por un momento que eran flores que amanecían en abril. Pero al poner la mano me han herido, ¡puta, si me han herido!, me han lastimado hasta sangrar, hasta aullar de dolor, hasta quejarme inmensamente en la noche del lobo ...
Para Emilio en su cielo de Olga Orozco
Aquí están tus recuerdos: este leve polvillo de violetas cayendo inútilmente sobre las olvidadas fechas; tu nombre, el persistente nombre que abandonó tu mano entre las piedras; el árbol familiar, su rumor siempre verde contra el vidrio; mi infancia, tan cercana, en el mismo...
Camino de Carlos Bousoño
Aquí estás, camino de siempre, hacia adelante, rota la aspiración rosada, luna que empalidece toda cosa. Aquí estás y debes andar, caminar como el agua absorta por el torcido cauce, altos los muros rojos, y a deshora. Como el agua inmóvil transcurres hacia un lejos, playa...
Consejos de un padre a su hija de Poesía náhuatl
Aquí estás, mi hijita, mi collar de piedras finas, mi plumaje de quetzal, mi hechura humana, la nacida de mí. Tú eres mi sangre, mi color, en ti está mi imagen. Ahora recibe, escucha: vives, has nacido, te ha enviado a la tierra el Señor Nuestro, el Dueño del cerca y del junto, ...
Aquí estoy de nuevo de Luis Antonio Chávez
Aquí estoy de nuevo ansioso buscando la palabra uniendo sílabas mudas ante un mar de lágrimas que me estremecen empapándome descubriéndome sin esperar a que me defienda o que encuentre respuestas perdidas en el silencio. Aquí estoy de nuevo descubriendo pergaminos ...
Cantiga dolorosa de Lil Picado
Aquí estoy, aguardando por tu herida, donde pulsa el amor laúd de horas, con mi dolor de sol y primavera, con mi dolor de flor a la deriva, con mi dolor de espera.
Venecia, 1983 de Nadia Consolani
Aquí estoy, ya dispuesta al sacrificio. Al preludio se abrieron los salones, bandos de aves volaron y pasaron, Los reflejos verdosos de la laguna en los tapices y el ruido de la seda color antiguo, los retratos helados, las paredes salobres, la luz azul de un diamante. El vacío del pasado. ...
Detrás de las urdimbres de Norma Segades Manias
Aquí estoy, zurciendo con esmero este andrajo de amores eventuales que encontré dobladito entre la impunidad de los bolsillos donde encierras los sueños. Oculto en punto atrás cada mentira, cada caricia y luna y juramento. Cubro la luz de su mirada herida con filamentos negros, ...
Gozos cibernéticos de Gioconda Belli
Aquí estoy: venada sobre el pasto azul. Los horizontes son planos luminosos por los que cursan ríos secretos arroyuelos por donde corren inquietas descargas eléctricas -cifras digitales preñadas de cotidianos pensamientos. Podemos hablar. Zambullirnos en formas geométricas. ...
Cómo escribir con erizo (1) de Octavio Armand
Aquí fue el reflexionar de Eustaquio sobre su mala suerte: aquí el maldecir del fatal favor que el prestidigitador le había hecho distrayendo uno de sus miembros a la natural autoridad de su cabeza, lo cual origen a toda clase de des- órdenes que forzosamente tenían que sucederle. ...
El hueco de Ernesto Langer Moreno
Aquí hay nada Una calle muda medio alumbrada por la luna Ni fantasmas, ni ruidos, ni futuro. La noche es un viejo barco a la deriva por donde sólo el vacío se pasea. Tiembla el silencio y las sombras se retuercen en este pozo en que he caído Y mi acongojado corazón no se acostumbra ...
El pródigo de Olga Orozco
Aquí hay un tibio lecho de perdón y condenas -injurias del amor- para la insomne rebeldía del Pródigo. Sí. Otra vez como antaño alguien se sobrecoge cuando la soledad asciende con un canto radiante por los muros, y el aliento remoto de lo desconocido le recorre ...
Palabra aquí de Saúl Ibargoyen
Aquí hay una palabra deshabitándose de sí: cinco vocales que fulguran quince consonantes entre la madera sagrada y el agua siete vocales invencibles trece consonantes entre el fuego y el frío. Aquí hay una esa tal palabra desigualándose de sí nutrida de astros sonora...
Las montañas azules de Francisco Tobar García
Aquí he llegado, a la edad en que el hombre se detiene; la cumbre entre la niebla es desafío y debiera rendirme. ¡Cansancio de buscar irrazonablemente tanto sin saber qué buscamos! Pero he aceptado el tiempo; los árboles son sombras y las hojas orecidas resbalan en la estación...