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palabra virtual

La voz de Olga Orozco    
    Editora del fonograma:    
    Poesía en la Residencia    
por Olga Orozco    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Desdoblamiento en máscara de todos



Lejos,
de corazón en corazón,
más allá de la copa de niebla que me aspira desde el fondo
                    del vértigo,
siento el redoble con que me convocan a la tierra de nadie.
(¿Quién se levanta en mí?
¿Quién se alza del sitial de su agonía, de su estera de zarzas,
                    y camina con la memoria de mi pie?)
Dejo mi cuerpo a solas igual que una armadura de intemperie
                    hacia adentro
y depongo mi nombre como un arma que solamente hiere.
(¿Dónde salgo a mi encuentro
con el arrobamiento de la luna contra el cristal
                     de todos los albergues?)

Abro con otras manos la entrada del sendero que no sé adónde da
y avanzo con la noche de los desconocidos.
(¿Dónde llevaba el día mi señal,
pálida en su aislamiento
la huella de una insignia que mi pobre victoria arrebataba al tiempo?)
Miro desde otros ojos esta pared de brumas
en donde cada uno ha marcado con sangre el jeroglífico de su soledad,
y suelta sus amarras y se va en un adiós de velero fantasma
                              hacia el naufragio.
(¿No había en otra parte, lejos, en otro tiempo,
una tierra extranjera,
una raza de todos menos uno, que se llamó la raza de los otros,
un lenguaje de ciegos que ascendía en zumbidos y en
                              burbujas hasta la sorda noche?)
Desde adentro de todos no hay más que una morada
                              bajo un friso de máscaras;
desde adentro de todos hay una sola efigie que fue
                    inscrita en el revés del alma;
desde adentro de todos cada historia sucede en todas partes:
no hay muerte que no mate,
no hay nacimiento ajeno ni amor deshabitado.
(¿No éramos el rehén de una caída,
una lluvia de piedras desprendida del cielo,
un reguero de insectos tratando de cruzar la hoguera del castigo?)
Cualquier hombre es la versión en sombras de un
                    Gran Rey herido en su costado.
Despierto en cada sueño con el sueño con que Alguien
                    sueña al mundo.
Es víspera de Dios.
Está uniendo en nosotros sus pedazos.




(De: Los juegos peligrosos)



OLGA OROZCO






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