☰ menú
 
palabra virtual

Platero y yo    
    Editora del fonograma:    
    KITARA    
por Laura Castanedo    
Música: Mario Castelnuovo-Tedesco Arreglos y guitarra: Alberto Ubach    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Melancolía


Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.

Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo.

Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas.

—¡Platero amigo! —le dije yo a la tierra—: si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí?

Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio.




(CXXXV) De: Platero y yo



JUAN RAMÓN JIMÉNEZ






regresar