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ÁNGEL CRUCHAGA SANTA MARÍA

 

   La seda de tus hombros La seda de tus hombros de Ángel Cruchaga Santa María   


En la voz de Francisco Portillo    

primeros versos

Ya no temo a la muerte. Me defienden tus manos y tus ojos. Estoy tranquilo como un prado verde donde sonríen los infantes de oro. Ya no temo a la muerte; Dios empieza en el canto de tus ojos. Mi corazón se duerme como un ciego en la llama de un sollozo. Se alza la luna siempre más allá de la seda de tus hombros...