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Grabación para Palabra Virtual    
    Editora del fonograma:    
    Palabra Virtual    
por Héctor Rosales    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Los potros


Son cuatrocientos potros
trotando, trotando, trotando.
Van como una tormenta
hecha de un trueno largo
y de una nube parda;
los cuatrocientos potros
—casi todos de pelos oscuros—
van como una tormenta
con relámpagos tordillos blancos.

Jinetes en caballos ha tiempo arrocinados;
sacudiendo los ponchos de calientes colores,
mal doblados en pliegues y colgantes del brazo,
con silbidos y voces
los troperos los van azuzando.

Así marchan los potros,
trotando, trotando, trotando.
Cuando encuentran un río
lo vadean a nado,
y por unos momentos solamente se ven
las cabezas ansiosas a flor de agua boyando.

Al salir a la orilla,
jadeantes y empapados,
agachan las orejas, se sacuden las crines,
relinchan unos cuantos,
y en seguida, otra vez
son cuatrocientos potros
trotando, trotando, trotando.

Cuando llegue la noche, cumplida la jornada,
—previendo una posible disparada de potros—
los troperos harán cuatro fuegos bien grandes
que arderán a la vez en las puntas del campo;
luego, mientras vigile quien se quede de ronda,
hombres y animales buscarán el descanso;
¡y los potros salvajes dormirán sin saber
que su albedrío ha muerto,
y que lo están velando!



De: Lenguaraz



FERNÁN SILVA VALDÉS






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