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palabra virtual


IV Encuentro Internacional de Poetas. 2007. ChilePoesía    

    Editora del videograma:    
    La Belleza de No Pensar        
por Daniel Samoilovich    
Colaboración: Ignacio Muñoz Cristi y Víctor Campbell Saffie
productores de La Belleza de No Pensar    
La Belleza de No Pensar en YouTube    
  

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

El Despertar de Samoilo (fragmento)


Antes podríais
prohibir al mar que obedezca a la luna.


Shakespeare


Escena IX: La kansió de la prisión


Una suerte de entreacto musical. La prisió. Corifeo, Coro y Prisioner.


CORIFEO

Ni la mala maleza sobrevive
ni la piedra ni la breña son inmunes
a la vida terrible.
¿Cómo se sabe que a la puerta
de aquella gruta una boka se abre
del infierno? ¿Acaso no se ve
agostarse los árboles allí
y hasta palidecer el pedernal?
¿Se capta o no se capta
el infausto siseo de nocturnas aves
de andar pesado y de vuelo grave?
Sólo estas agoreras allí medran
y alguno que otro arbusto se retuerce
a fin de que ninguno pueda
negar que fue advertido del peligro
de apropincuarse a esta lóbrega prisión:
y la discreta, lacónica inscripción,
pintada en negro, en grandes mayuscúlas,
sobre el muro perimetrinencial:
LA KONTXA DE TU MADRE PUTA.
Es posible pensar esta oración
cual exvoto de alguno que partiera
de esta cárcel y antes de marcharse
grabó su adiós con el extremo ennegrecido
de un rencor que ardió muy lentamente;
empero, me parece más probable
que este la concha de tu madre etcétera
sea un verso que rezuman las paredes,
algo que se escribe por sí mismo
en el muro cuando dentro cantan
-borón bon- la kansió de la prisión.


CORO

La kansió
de la prisión:
borón bon bon,
de tu madre puta la kon.


CORIFEO

¿Por qué esta notable afición,
esta casi devoción por la madre ajena?
¿Por qué escribir morosamente
el nombre y demorarse en el oficio
en que usado se habría el supuesto orificio?
¿No es un desatino tomarse tal trabajo
por el pinche carajo
de la progenitora del vecino?


PRISIONER

¿Quiere saber el motivo afectivo,
el motivo de la mi kansió?
Atención, yo te voy a splicar.


CORIFEO

Ah, buen senyor si tiene tiempo
sí, por favor, espliquemé.


PRISIONER

Tiempo es lo que me so
braquí. Evocar de tu madre la kón
es maldecir el putujero,
el mágico sombrero,
de donde el coneprójimo salió:
es maldecir la kueba
dondel destín del vecino fraguó.


CORIFEO

Diríase forma ublicua, sutil,
de maldecir del propio destino.


PRISIONER

¡No me vengas con cuentos, cretino!
Mi destino es mi propio destino,
y es distín bien distinto del tuyo.
Tú has tenido masuerte, cocuyo,
has tenido masuerte queyó:
mas no te salvas, no,
de venir de un aujer profanado:
no me quejo que soy desdichado
mas proclamo que tu gaya fortuna,
manchada está desde la kuna:
cogiéronse a tu madre un millón
de millón de cretinos percebes
y de esa incierta turbamulta vienes:
lo que invoko es el aujero la gruta
que más que entrada a tu madre puta
es entrada al infierno:
¿o qué crees que hacen en torno
a esta cárcel, a este buco podrido,
sos arbustos chaparros, sas taradas
y nocturnas y nefastas aves,
de andar pesado y de vuelo grave?
¿De ké sirve que guarden ahora
mil garitas mil perros la puerta
el roído portón del aujero
donde todo el que quiso entró?
Obvio es que no cuidan la entrada
— pues ya todo el que quiso, entró—:
lo que cuidan es que no se rebalse
la infausta progenie de tu madre
so toda la orbe. Y yo, ¿qué hago,
qué hago quiadentro? ¿Así
que robé, que maté, que rompí
las senyals del transisto, asesté
un martiyo de ocho tonladas
sobre la cabezo de un becino?
¿Rojé mi novia del piso trecero?
¿Misoginia armada, incomprensible saña?
¿Con violación de cerradura y en campaña
y en banda y en poblado? ¿Motosierra? ¿Levosía?
¿Menoscabé la honra,
el capital, la propietatis privadública,
sobedecí lautoridad, lesiones medias
y eskoriasiones graves?
¿Desacato, misisidio en rinia,
en concurso real con perjujurio? ¿Pude haberme
perfecto figurado las ecuencias
de mis actos y si se descuidan
hasta explicado las causales? ¿Husé
desaprensiva y alegrosamente
catorce credijetas Monstercard
que me ajensié urgando los bolsillos
ajenos en Lemetro Deparís? ¿Ah, oui?
¿Y qués que sá tiene que ver?
La problema no es ese, la problema
fue que me garraron, hideputas. La kulpa
es de Fortún, que no sonrió.
Consider cuántos cientos ficieron
lo mimismo que yo y ahora gosan
de lindas negritas pintadas
con Revlon y Crisdior y Paloma
Picasó, por lo demás desnuditas
en paisaje tropic, y buen Sena
en un fonda de lux près du Pont del Almá.
El problem evidement ne sont pas les crimes
que j´aurai commis, el problem es la sonrisa
absente de Fortún: ¡Fortún,
porké me fuiste tan esquiva!
¡Ah, Fortún, qué puteres!
¡Ha tatantos tantísimos sonriste
y a mí me malakara pusiste!
¡Hidepú, ketriste,
que irrevocablemén
tetrís
testoy!
¡A mí justo a mí no quisiste!
Una pena me embarga, un ideo amarga
y es justo la única ideo
que no puedo no debo pensar:
que no meresí mejor suerte, ¡qué!
Pero no puedo no debo no puedo
darme el lux de tal cosa pensar:
no se puede sumar más desgraz
al desgraz de ser un prisioner.
Ya saldré, saldré al cielo estrellado
de noviembre donde bate sus alas
pelusudas el alegre murciélago:
saldré
y en saliendo daré el súpergolpo,
y vengaréme de todos ustedes.
¡De un golpo! ¡De todos a una,
pero muy de a poco, sin empero!
¡De a uno! Me recontra requetevengaré.
Los cortaré en minimúsculos trozos,
picadillitos habrán de quedar.
Garantizo, hijitos, que seguirán sofriendo
aún después, chodespués de estar mortos
— aunque pensándolo bien, por las dúvidas,
mejor que sofran todo mientras viven.
Para entonces, quedará demostrado
que ni fui ni soy desgraciado
ni merecí de Fortuna desprecio,
tan sólo distrajóse quince años
los quince podridos añitos
que llevo en prisión. ¿Y por qué no atendió mi pedido
de mejor suerte tener?
No porque no haya querido: la cosa se complicó:
miles de tarados
yorando y yorando en la cola
de los recomendados, eso la distrayó.
Pero es nada, es mera postergatio
de la revelatio de mi naturo verdadero,
elegante, prosper, superiero.
Esta es, señores, hela aquí.
aquí, quiaquí la kansió
de la prisió,
y su motivo afektivo:
la ko-ko-koncha de tu madre pooh,
y el cu-cu-cu de tu padre putativo.


CORO

Y el culo pensativo
de tu padre putativo.
Y el col-chón-chón
de tu amargo corazón.



De: El Despertar de Samoilo



DANIEL SAMOILOVICH






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